el trío de las búsquedas

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-tenemos que buscar a nuestros hermanos también-. Dijo enojado Val.

-Si, pero seguramente nos van a volver a castigar-. Dijo triste Chris. -al final todos se enteran-.

-Mi hermano tiene razón-. Dijo Mari media triste.

-aún no entiendo porqué los adultos no rastrean a los raptados en vez de salir a buscarlos-. Dijo en tono de queja Val.

-tienes razón-. Dijo entusiasmado Chris, y de repente él trajo un pañal usado de Luna, una flecha de Will, un collar de Sam y una remera rota de Leo que encontró en el suelo por allí.

-bien, usemos nuestras runas de rastreo... ¿Es joda no?-. Preguntó Val asqueando el pañal usado de Luna.

-bueno ¿Qué es lo que quieres, señor hermano mayor?-. Se quejó Chris.

Val, ofendido se levantó y se fue a buscar una remerita de su hermanita.

Cuando volvió, todos usaron sus runas de rastreo para rastrearlos.

Mientras tanto, en el infierno, los mellizos, Luna y Leo se morían de hambre. Luna, hambrienta empezó a llorar y los otros jóvenes no aguantaban sus llantos ensordecedores, ella también extrañaba a su mamá.

-Hay que alimentarla enseguida-. Dijo Leo, que de repente miró a Sam hacia sus bustos, lo cual hizo que ella se enrojeciera y tuvo cierto pensamiento.

-¿No estarás pensando lo mismo que yo no?-. Preguntó Will.

-¿En qué piensas?-. Respondió Leo.

-en sangre, riiiiiiica sangre, tengo muuuuucha sed-.

-para eso tienes las ratas-. Y Leo le tiró una rata en la cara de Will que tardó 10 minutos en reaccionar para chuparle su sangre.

-yo había pensado en cómo alimentar a Luna, la pobre, morirá de Hambre si no sigue así y decidí que podría utilizar un hechizo en los senos de Sam para que la pudiese alimentar ¿Puedo no?-. Dijo un poco colorado Leo, sosteniendo a Luna entre sus brazos, la otra no paraba de llorar de hambre.

-¿No puedes hacer aparecer una mamadera?-. Dijo medio molesta Sam.

-pues no, no tengo conexión con el mundo de arriba-. Y leo dirigió otra mirada a los senos de Sam.

-Bueno, está bien, sólo porque es mi primita-.

Y Leo hizo que espontáneamente los senos de Sam que eran una tabla, crecieran hasta ser más grandes que los de su madre.

-¡Por el Ángel!-. Exclamó ésta acogiendo en sus brazos a Luna, mientras le daba de beber de su leche.

Leo se sintió orgulloso de su hechizo, y Sam se imaginó si algún día ella pudiese tener algún hijo con Leo y le haría lo mismo, lo miró y vio a Leo con la cabeza gacha.

-¿Qué te sucede?-. Preguntó preocupada Sam.

-soy infertil, nunca seré padre-. Y Leo rompió en llantos, eso también rompió las ilusiones de Sam. Pero ella mientras amamantaba a Luna, abrazó a Leo.

Will hacía caso omiso mientras terminaba de chupar la última gota de sangre de la rata.

Mientras tanto, en el instituto, los gemelos y Val terminaban de rastrearlos por quinta vez.

-bueno, me rindo, val ¿Jugamos Fortnite?-. Preguntó cansado Chris.

-espera, siento algo de mi hermanita-. Dijo feliz éste. -está en una cárcel en el infierno-. Dijo muy asustado -espero que Sam, Will y Leo estén allí-.

-¡yo también siento algo de Sam! Está en el fierno, la veo ¿Amamantando a Luna?-. Dijo llena de curiosidad Mari -seguro que Lunita moría de hambre-. Dijo tranquilizandose.

Los tres fueron hacia la casa de Magnus, provistos de armas como para ellos y sus parientes, donde aún permanecía el portal en el suelo y fueron directamente hacia donde estaban los otros encerrados.

-¡Sal!-. Gritó Luna dejando el pecho de Sam, tirando los brazos hacia su hermano que la abrazó y le llenó sus mejillas de besitos haciendo que la otra se riera. Mientras que Leo abrazaba a su hermano y hermana adoptivos. Y Sam se quedó echada en el suelo con un seno asomandose que guardó enseguida, mientras que Will dormía demasiado ajeno a todo lo que sucedía.

-ok, vinimos a salvarlos-. Dijo decidida   Mari.

-¿Cómo llegaron aquí?-. Preguntó enojado Leo.

-sólo fuimos al portal que abriste antes en la casa de Magnus antes ¿Recuerdas?-. Dijo inocente Val mientras Leo recordaba esa horrible estadía que había tenido en la casucha en el infierno antes.

-¿Puedes abrir otro portal?-. Preguntó su hermano Chris.

-No, lo intenté-. Dijo triste -no nos tenían que buscar-. Dijo Leo con abandono.

-les trajimos armas-. Dijo apremiante Chris, y Will al oír eso fue con su boca chorreando sangre donde le habían traído su carcaj y su arco que feliz se puso todo encima.

Leo fue hacia Sam que estaba adormecida en el suelo, la abrazó contra él y le besó la frente, estaba helada y demasiado sudada, Sam sufría fibre e hipotermia al mismo tiempo. Hacerle a Sam que Luna bebiese de que pecho no le había hecho bien y Leo se dio cuenta que ella se había puesto peor cuando le contó que era infertil. Al parecer ella también hubiese querido tener hijos con él, Leo trató de sacarse esos pensamientos cochinotes de la mente y la besó en la boca por poco tiempo.

-Leo-. Dijo la otra muy débil acariando su mejilla. Leo sólo sollosó sobre ella.

-okey, esto se vuelve tenso, nosotros vamos a vigilar el perímetro, Leo cuida a mi hermanita-. Dijo Will haciendose cargo de todos los menores allí.

Los otros salieron revisando las otras celdas, llenas de demonios, brujos, cazadores de sombras corruptos, vampiros y muchas otras cosas difíciles de imaginar. Hasta que encontraron una salida de allí repleta de demonios.

Volvieron hacia la celda de antes para contarle todo a Leo y Sam. Cuando llegaron vieron a Sam desmayada sobre el regazo de Leo, con la remera de éste sobre su frente y Leo lloraba desconsoladamente.

Continuará...

Angeles Y DemoniosWhere stories live. Discover now