un halo de esperanza

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-¡Jones Eastwood! ¡Aunque te aprecie eres una aberración!-. Exclamó una potente y conocida vos que le resultó a Jones, era Asmodeus y se acercaba caminando enérgicamente hacia él. Caminando tras suyo iban Germán y Gian Luka. El híbrido miró con disgusto y odio a éste último que miró de reojo a Sam.

La jovenzuela tenía los cabellos pegados a la frente y nuca por el sudor y la sangre. Sus ropas estaban hechas jirones y no llevaba su pantalón de cuero negro, también estaba desprovista de armas. Jones estaba muy alarmado, no sabía qué hacer.

-Hijo mío, ahora que sabes toda la verdad tuya, eres un proyecto echado a perder, la cosa es así: tu vida por la de la chica mortal que tanto amas... ¡Ah! Y tu "hijo" está bien muerto para que lo sepas-. Volteó sobre sus talones caminando hacia una gran y pesada cadena de metal -Ven aquí...

Jones se levantó de a poco, le dolió el alma dejar a su amada sola, pero era lo mejor para ella y que siga adelante, su vida no valía más que nada, era lo mejor su muerte, una aberración como él debería morir. Caminó hacia su padre quien lo ató por las dos grandes alas grises que tenía y por sus manos y tobillos.

-Qué asqueroso, tienes las alas de tu madre-. Se mofó Asmodeus, luego le arrancó su otro cuerno que le salía de la frente restante, toda su cara se llenó de sangre -Mejor, con un solo cuerno eras similar a un unicornio, ya, tranquilo, lamentablemente, te van a volver a crecer.

Jones bajó su mirada al suelo, estaba dispuesto a suicidarse con un hechizo hasta que un grito lo detuvo.

-¡Nooooooooo!-. Sam había gritado y evitó que se suicidara en ese mismo instante.

-¿Cazadora de sombras? ¿Eres tú? Ven, vamos a dejarte peor que antes, te lo mereces-. Luego de ese horroroso comentario de Asmodeus, Jones gritó furioso. El demonio levantó una ceja- ya volveré por ti, hijo mío.

Todos abandonaron el lugar menos Jones que quedó vigilado por otro demonio de por ahí si el chico abría la boca para sollozar, gritar o decir algo. El demonio lo flagelaba con un látigo o le arrancaba las plumas de sus alas o  le abría la herida del último cuerno arrancado. El joven sufría mucho.

Luego de una hora de latigazos, entró Gian Luka y dijo presuroso al demonio de piel azul: -El jefe me dijo que yo lo termine de castigar, gracias.

-Te odio-. Le dijo Jones mientras intentaba darle una imposibilitada patada a Gian -Te odio tanto que prefiero suicidarme antes que me castigues vos...

-¡No! ¡Por favor! Tú eres algo único, por favor, no te mueras, debes vivir...-. Rogó Gian mientras Jones trataba de matarse a sí mismo -Sam te necesita, en serio lo siento, fui un estúpido, he hecho cosas que no tuve que hacer, mi familia ahora me deshonra y no debí seguir a Germán, yo sé el porqué te quieren muerto...

-¿por qué?- preguntó a duras penas Jones levantando su mirada del suelo que se clavó instantáneamente en los oscuros ojos del rubio teñido -¿Acaso soy el único con el poder de matar a la niña?

-¿qué? ¡no! tú eres más poderoso que tu padre, Jones, más poderoso de lo que crees, puedes dominar el cielo y el infierno, crear un nuevo lado donde domine la paz y los cazadores de sombras y demonios dejen de existir, vivirían como mundanos-. Esas palabras provocaron que Jones tenga un último halo de esperanza, sus ojos se abrieron de incredulidad -Ven, te liberaré y salva a Sam por mí y por ti, ella debe vivir feliz con el hombre que más ama y es obvio que ese eres tú... Leo... toma mis fuerzas...

El híbrido se arrastró hacia Gian después de que lo halla liberado de esas pesadas cadenas, lo tomó del antebrazo y le quitó TODAS las fuerzas del pobre chico. Siguió caminando erguido hacia el lugar de donde procedían unos gritos inaudibles de Sam.

Cuando llegó en donde supuestamente estaba Sam, el lugar olía a sangre, sudor y metal. La sangre manchaba las paredes y la luz del lugar era mortecina. Jones cayó de rodillas al ver a su amada en el suelo toda ensangrentada. Se acercó hacia ella y comenzó a utilizar un montón de hechizos para salvarla. Le pudo cerrar un par de heridas y evitó que siga vomitando sangre.

-Leo no, déjame morir, te lo suplico, debo morir, no viviré mucho más-. Dijo en un hilo de voz Sam quien levantó una mano penosamente mentón del chico -Déjame ir, Leo.

-No no no, Sam, no, debes vivir, tienes que volver con tu familia, hazlo por mí, déjame enviarte a casa, sólo por mí...-. Dijo Jones llorando, sus lágrimas ardían sobre sus mejillas descoloridas - Vive por mí Sam, imagina un futuro juntos, yo... yo... TE AMO.

La chica estaba desfallecida, estaba por entrar en un sueño del que jamás la despertaría, pero esas últimas dos palabras la reanimaron para que siga viva, viva por Leo, por su familia, por un futuro con su amado Leonardo.

Ésta se fue levantado torpemente del suelo con la ayuda del brujo quien después abrió un portal hacia el instituto.

-Sam debes salvarte, déjame terminar con todo esto, recuerda que te amo-. La joven asintió y sintió una punzada de dolor en el corazón por dejar a su amado allí en el infierno.

Continuará...

Angeles Y DemoniosWhere stories live. Discover now