la mujer que se creía muerta

252 17 2
                                    

Luego de que hallan pasado tres semanas de los acontecimientos de los robos, Leo desapareció de nuevo sin dejar rastros.

Magnus estaba muy cansado, decidió dejarle un hechizo de apoyo a Sam y salió a un bar de por ahí a tomar algo.

Se sentó en una de las mesitas de afuera, y miró despreocupado a su alrededor. A lo lejos, pudo ver a una mujer de treinta y tantos años que se hacercaba corriendo hacia él. Hasta detenerse como un bólido delante de la mesa de Magnus.

-María ¿Que estás haciendo aquí?-. Preguntó éste con cautela y evadiendo su mirada.

Los ojos de la mujer eran rojos, tenía casi el mismo tipo de cuerpo de Leonardo, era demasiado bella y sus largos y sedosos cabellos, eran negros marfil.

-¿Recuerdas esa vez que te pedís ayudas y no lo hicistes?-. Exclamó gritando y acentuando sus "S".

-María, estaba muy ocupado, la tenía que salvar-. Respondió asustado Magnus.

-ohhh, es mis pequeños los que me preocupas-. Y ella sacudió la mesa como maniática, era muy bella para hacer tal cosa.

-¿Qué necesitas ahora?-. Preguntó Magnus asqueando a María por su cara de psicópata.

-Quieros, los quieros otra vezs a mis hijos-. Exclamó gritando y tirando la tacita de café de Magnus.

-¿Sabes que cobro mucho? ¿Verdad?-. Preguntó éste.

-los que seas por mis hijos-. Exclamó acentuando todavía más su "S".

-¿Cómo se llaman tus hijos?-. Preguntó Magnus.

-ess Leonardoss-. Dijo María arrugado la frente.

-¿Tienes un solo hijo que se llama Leonardo o todos tus hijos se llaman Leonardo y por eso les dices Leonardos?-. Exclamó confuso Magnus.

-un solos hijos, ess Leonardos-. Exclamó perdiendo la paciencia.

-Está bien ¿Edad? ¿Al final que te dio? ¿Demonio? ¿Cazador de sombras? ¿Subterráneo?-. Preguntó más curioso Magnus.

-Creos que subterráneos, tienes dos cosas horribles ques les salen de las espaldas, si nos me equivocos tienes 14 añoss-. Dijo pensativa María.

-Ok, catorce años, púas en la espalda y no se sabe si es subterráneo... espera un momento ¿Púas en la espalda?-. Exclamó Magnus.

-ssí, puas en las espaldas-. Dijo María encorvándose.

-buenoo, creo que es todo por hoy-. Magnus se levantó de repente, casi tumbando la mesa, dejó un par de billetes, pagando su café y se alejó de María lo suficiente para que ella pensace que había ido al baño, y abrió un portal directo hacia la habitación de Sam, el hechizo no iba a durar para siempre.

Más tarde, Magnus salió a cenar con Alec a un bar de París, Francia. Magnus quería estar en otro lugar con costumbres diferentes.

-Magnus ¿Qué sucede?-. Preguntó Alec preocupado.

-resulta, que hoy me encontré con la madre de Leonardo, ella nunca fue una buena mujer, lo quiere, me pidió que lo busque-. Dijo apenado -Hace 14 años, María acudió a mí pidiéndome ayuda, ella estaba embarazada y tenía demasiados problemas si bien recuerdo y si no me equivoco, estaba embarazada de Leonardo-.

-pero... ¿La ayudaste? O Qué-. Inquirió Alec.

-no pude, yo le dije que no podía, ella me imploró y yo le dije que no, en esos momentos estaba muy ocupado ¿Sabes? No quería tener otra carga más-. Dijo Magnus.

-Ok está bien, entiendo que ahora tampoco estás muy libre que digamos, en especial con lo que le sucedió a Sam-. Dijo Alec un poco triste.

-tienes razón, pero que esté aquí contigo no significa que esté demasiado ocupado, te quería comentar algo ¿sabes? Pero no sé cómo te lo tomas-. Dijo Magnus medio dolido a lo que Alec hizo una rara expresión con la boca.

-eso mismo, yo también te quería decir algo-. Agregó Alec un poco tímido.

-okey, habla tú primero-.

-está bien... Magnus, hace años que estamos juntos, había pensado en nuestro próximo paso-.

-¿Y cuál sería?-.

-¿Y si adoptamos?-. Y Alec se sonrojó lo suficiente, para que Magnus le devolviese una expresión poco extraña de él, pero con gracia

-¿En serio? ¡Te quería comentar lo mismo!-. Exclamó feliz.

-Eso me pone más tranquilo, por un momento me había asustado-. Dijo Alec suspirando.

-Habría que ir a algún orfanato ¿No?-.

-El otro día, conocí a un chico llamado Max, le tomé mucho cariño, su familia lo abandonó, es un cazador de sombras-. Exclamó Alec -estuvo en el instituto hace un par de días, dijo no tener nombre e Izzy lo quiso llamar 'Max' ya sabes el porqué-.

-pobre niño, realmente necesita una familia-. Dijo triste Magnus.

-Esta semana, me estuve encargando de él, es un niño encantador.-. Dijo Alec.

-¡Lo quiero conocer! Pero eso va a ser mañana-. Dijo Magnus feliz.

Continuará...

Angeles Y DemoniosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora