Luego de la batalla que se había librado en el instituto de Buenos Aires, tenían que limpiar y reconstruir el lugar.
-Van a necesitar de nuestra magia-. Dijo Magnus a la mañana siguiente después de la batalla. Señalando a Leo y a sí mismo.
-Si, claro, fíjense en dónde iban esos escombros-. Dijo Jace quien tenía una herida abierta en la frente. Al ver a Val, lo abrazó con todas sus fuerzas.
-Mi hijo-. Dijo Jace mientras lo seguía abrazando. -¡Magnus! ¡Pasame a Luni!-. Gritó Jace. Magnus tenía en brazos Max y a Luna. Magnus se acercó hacia donde estaba Jace.
-Oh, mi pechocha Luni ¿Te divetiste con el Tío Nus-Nus?-. Dijo Magnus haciendo cosquillas en la panza de Luna mientras Jace los miraba. Luna se limitó a reír y gritar "¡Papi!" Hacia la dirección de Jace. Este último alzó a Luna en sus brazos.
Magnus se alejó con Max en sus brazos y con Rafa de su mano.
«Ya trata a Rafael como su propio hijo, en cualquier momento lo adopta junto a Alec». Pensó Jace.
-¡Alexander!-. Gritó Magnus hacia cualquier dirección. Estaba muy preocupado porque Alec no aparecía.
Lo buscó junto a Max y Rafa por todos lados pero no aparecía. Luego vio a Leo que estaba por allí charlando junto a Izzy, Simon, Sam y Will. Magnus se les acercó.
-¿Han visto a Alec?-. Preguntó preocupado.
-Ay, no-. Dijo Izzy, quien sintió que su alma bajaba a sus pies.
Buscaron a Alec por todas partes y él no aparecía.
-Esperen, Magnus, levantemos los escombros restantes-. Dijo Leo.
Los dos brujos con un movimiento de brazos y un meneo de sus dedos con centellos azules provenientes de éstos. Reconstruyeron las partes del instituto destruídas. Luego de terminar, vieron a Alec que había estado debajo de los escombros por donde todos habían caminado.
-¡Alexander!-. Magnus se acercó corriendo hacia Alec y le acarició su cenicienta cara. Alec estaba desfalleciente. Lo único que pudieron hacer Max, Izzy y Magnus fue llorar sobre el regazo de Alec.
Leo, que estaba en mejores condiciones que su hermano. Levantó a Alec por los aires y lo llevó a la enfermería del instituto.
Lo acostó sobre una camilla y empezó a utilizar un hechizo para sacarle los escombros de sus pulmones. Alec después los sacó hacia afuera con un Vómito con Bilis y escombros.
-Bien, ya pasó lo riesgoso. Hay que curar los poros de los pulmones de Alec-. Dijo Leo apoyando su oreja en su pecho.
-Magnus, les voy a tener que pedir a todos que se vallan-. Dijo serio Leo.
-te ayudo-. Dijo desesperado Magnus.
-No hermano, ve y descansa un poco, me encargo de mi cuñado-. Y Leo le guiñó un ojo a su hermano mayor. Pero Magnus antes de irse le curó el ala rota de Leo y se fue.
Unas horas después apareció Leo en donde deberían estar todos los del instituto y los del instituto de Nueva York y Magnus, cenando. Magnus quería quedarse por Alec, pero no estaba Charlie para negarlo, los demonios se lo habían llevado junto a otros cazadores de sombras. Y habían decidido que Jace y Clary se encarguen también de este instituto.
Leo se acercó hacia donde estaba Magnus que le cortaba la carne a su hijo para que coma.
-¿Cómo está Alexander?-. Preguntó éste al ver a su hermano menor.
-Mucho mejor, te vine a buscar a ti, a Max, Izzy y el resto de la familia. Pueden pasar a verlo pero aún no despertó-. Dijo Leo medio serio.
Mientras todos se dirigían a ver a Alec. Rafa también quiso ir, lo quería como a un padre y a Magnus también.
Entraron en la enfermería y vieron a Alec sin su remera con unas vendas blancas que cubría todo su tórax.-El iratze no funciona-. Explicó Leo y por detrás apareció un hermano silencioso.
Todos se acercaron hacia la camilla donde Alec estaba recostado. Magnus trató de besarlo pero Leo lo detuvo.
-Alec necesita la mayor cantidad de aire posible, no la falta de ello-. Explicó el hermano silencioso. Entonces Magnus besó la frente de Alec.
-¿Qué le tuvieron que hacer?-. Preguntó Simon.
-Un transplante de poros de pulmones, se le habían abierto a causa de los escombros. Ahora necesita que le cerremos su espalada abierta-. Explicó Leo.
-¿Espalda abierta?-. Preguntó Jace.
-Sí, al parecer los escombros sobre los que Alec estuvo tumbado, le abrieron su espalda-. Explicó el hermano silencioso.
La familia Herondale saludó a todos y se fueron de allí, Jace no soportaba ver a su parábatai así. Pero Alec estaba vivo.
-¿Listo?-. Preguntó Leo a el hermano silencioso.
-nací listo-. Bromeó el otro.
Dieron la vuelta a Alec en una camilla para masajes poniéndolo en una pose extraña, para que sus pulmones no resulten aplastados. Su espalda estaba muy roja chorreando sangre y abierta con pedazos de escombros. Con pinzas extrajeron los escombros. Luego el hermano silencioso le dibujó un iratze y su espalda comenzó a sanar.
Leo, con un hechizo, lo condujo devuelta a la camilla y le colocaron un respirador. Estar en esa posición rara durante un buen rato le hizo mal a sus pulmones.
En la enfermería sólo quedaron Leo, Magnus, Max, Izzy, Rafa, el hermano silencioso y después llegaron Jace y Clary junto a Val. Simon se había quedado cuidando a Luna.
Magnus estaba sentado en uno de los bordes de la camilla con Max sentado en su regazo. Los dos acariciaban la mano de Alec. Que derrepente se levantó y vomitó bilis y un poco de escombros.
Luego Alec fue abriendo sus ojos de a poco hasta ver a toda la gente que tenía a su alrededor. Magnus y Max lo abrazaron.
-¡Papi!-. Dijo Max abrazando el cuello de su padre. Alec le hizo un gesto a Rafa que sollozaba en el fondo. Se acercó a éste y lo abrazó junto a Max. Alec lo acarició tiernamente y Rafa sonrió. Definitivamente quería ser adoptado por Magnus y Alec. Y terminar sus cursos de inglés para poder comunicarse bien.
Continuará...
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Angeles Y Demonios
Hayran KurguUn huérfano llamado Leonardo estuvo 6 años viviendo en la calle, hasta que una familia muy peculiar lo adopta. Él no conocía sus orígenes, hasta que los descubre y se mete en un embrollo padre. Atención: la gran mayoría de los personajes no me perte...