Angeles Y Demonios

sólo un genio puede amar a una mujer como ella

-¿Quién eres?-. Preguntó Leo con cara hipócrita.

-Leo, soy Sam ¿Me recuerdas?-. Exclamó asustada ella.

-ahhhh, no, no te recuerdo, pero desearía estar contigo más seguido-. Leo profirió una sonrisa socarrona y un leve sonrojo, Sam también se sonrrojó.

-Magnus ¿Por qué Leo no me puede recordar?-. Preguntó Sam.

-Supongo que el hechizo por el que está influenciado hizo efecto, también porque tuve que utilizar muchas pociones para salvarlo y por último por casi morir, tal vez su personalidad cambie-. Dijo Magnus medio intranquilo.

-ohhhh-. Exclamó Sam.

Leo estaba embobado por la presencia de Sam, le exitaba tenerla cerca de él.

-Eres un Ángel-. Exclamó Leo embobado, con una sonrisa tonta dirigida a Sam, ella prefería al Leo de antes, no al de ahora.

-No, pero tal vez, los dos somos descendientes de un Ángel, daaa-. Exclamó Will aburrido sacando la lengua.

Sam, no soportaba ver que Leo no fuese como el Leo que era antes, eso le partió su corazón en millones de pedazos.

-Oye, hermana ¿Estás bien?-. Preguntó Will.

-pues nop, el Leo que vi hoy no era el Leo que conocí: tímido, tranquilo, amoroso, lindo /aunque sigue siendo lindo/, mi héroe...-. Y Sam pensó en esos hermosos momentos que habían pasado juntos, lo que partió su corazón y largase un par de lágrimas.

-¿Por qué no te propones a Leo?-. Preguntó Will, a lo que Sam le respondió «Idiota», y luego lo abofeteó.

-¿No te das cuenta, verdad? Magnus dijo que la personalidad de Leo sea así para siempre, a menos que claro, sea salvado de su hechizo ¿Recuerdas la cura?-. Dijo pensativa Sam.

-¿Un acto de amor verdadero?-. Inquirió Will -Así es en la película de Frozen, ¿Recuerdas?-.

-Nop, me vas a tener que explicar-. Exclamó Sam.

-Bueno ¿Recuerdas que Anna se iba a transformar en un hielo?-. Preguntó éste.

-Si-.

-¿Y recuerdas lo que el Troll le había dicho?-.

-¿Que un acto de amor verdadero la salvaría de su hechizo?-.

-¡Claro! ¿Recuerdas lo que sucedió después?-.

-Ahhh, ya te entiendo, quieres que Magnus lo abraze para que se salga de su hechizo, ayyyy hermanito, qué iluso, el mundo no funciona así lamentablemente no vamos a sacar de ese transe a Leo-. Exclamó arrepentida Sam, levantándose de donde estaban sentados y alejándose de allí.

-Por el Ángel, nunca lo va a entender-. Dijo cansino Will, levantándose también de allí.

Mientras tanto, Magnus trataba de llevarse bien con Max.

-Y bien Max ¿Tienes hambre?-. Preguntó Magnus. Max, sólo se limitó a no decir nada y sacudir su cabeza de arriba a abajo, Alec había ido al baño, y había dejado a Magnus y a Max juntos.

-okey, arándano, ven, vamos a algún lugar a comer algo ¿Está bien?-. Dijo Magnus endulzando su voz.

-Quiero esperar a Ale, que salga del baño-. Dijo seco Max.

-Está bien-. Dijo Magnus cerrando su puño fuertemente, como símbolo de derrota.

Mientras tanto, en el instituto, Sam pasaba tiempo con Clary y Luna.

-es raro que no arme una oración completa al hablar, la bebé de una amiga hablaba por los codos cuando tenía seis meses, Luna tiene 9 y no articula palabra alguna, no se si se hace la boludita o qué-. Dijo Clary indignada mientras miraba cómo Sam jugueteaba con Luna con un gran unicornio de peluche rosa y uno azul.