29.- Una familia

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Narrador

Habían pasado 3 días desde que Nayeon comenzó a grabar el drama que JYP le había conseguido. Habían pasado 3 días desde que Dahyun había comenzado a conducir un programa de variedades en donde, tenía que interactuar con otros Idols. Habían pasado 3 días y, el ambiente en el departamento de Twice no mejoraba. Todos los días se hablaba de lo que podría ocurrir. Creaban planes para poder salir de todo esto pero nada funcionaba. Cada vez que creían que tenían la solución al problema recordaban que eran figuras públicas. Que sus vidas eran grabadas 24/7 y que, en el preciso momento dónde planeaban una estrategia JYP estaba escuchando. Todo era un círculo vicioso que no tenía salida alguna. Sin querer, las chicas comenzaron a correr en círculo y eso también cansaba.

Jeongyeon veía cómo todo se iba derrumbando. Tenía conflictos mentales. Pensaba en todo lo que tuvo que pasar para poder estar dentro de la agrupación de chicas más importante de Corea pero, ¿A que costó?, ¿Cuándo era suficiente para JYP?. Durante un largo periodo de tiempo, creció creyendo que JYP sabía lo que hacía. Que quizás, no era cómo las otras empresas pero en un punto todo se juntaba. Esto era marketing y dinero, era así de fácil.

No era secreto que Jeongyeon no era para nada graciosa pero, intentaba día a día tratar de subir el ánimo a las chicas. De la noche a la mañana pasó a ser un problema de 4 integrantes del grupo a todas. No había un día en que no se tocara el tema de Momo y Nayeon o Sana y Dahyun. Realmente todas estaban muy preocupadas por lo que podía suceder, este ambiente no era bueno para nadie así que, decidió hacer una barbacoa, colocar música y, aunque sea un día no pensar en los problemas y volver a estar juntas como familia.

Hoy día era viernes, Nayeon y Dahyun salían temprano así que todo estaba en orden para poder pasarlo bien. Jihyo y Jeongyeon se encargaron de las carnes, Chaeyoung y Mina se encargaron del arroz y otros agregados. A Tzuyu le tocó encargarse de los snacks, bebestibles y confite. Todo estaba listo para una nueva fiesta en este departamento. Quizás sea la última que puedan disfrutar, eso nadie lo sabía.

Momo

Había pasado gran parte del día en el cuarto. No me sentía muy bien corporalmente hablando. Tenía un dolor de cabeza que no me dejaba tranquila a eso, hay que sumarle el ruido que hacían las chicas en la cocina. No entendía porque tanto alboroto así que salí.

-Por fin sales – Tzuyu me gritó desde una esquina donde estaba adornando la pared.

-No te quisimos despertar – Mina corrió hacia donde estaba y tomó mi brazo derecho - ¿Tienes sed? – afirmé con la cabeza.

-¿Dónde está Sana? – pregunté.

-Acá – miré hacia afuera y Sana estaba en la terraza junto con Jeongyeon y Jihyo en la parrilla. Se le veía un semblante diferente. Pareciese que no la había visto sonreír desde hace semanas.

Mina me ofreció una cerveza. Lo primero que pensé cuando lo hizo fue en Nayeon. Quizás debería dejar de pensar tanto en ella. Nayeon era una persona adulta y llevaba meses sobria. Estaba muy orgullosa de ella por eso pero, en este preciso momento lo único que necesitaba era una cerveza en el cuerpo – gracias – le dije a Mina y caminé hasta la terraza.

-La tarde está increíble – dijo Sana sin dejar de apreciar el paisaje. Me quede mirando su perfil - ¿Por qué me miras así? – no entendía, hasta este momento que Sana y su avasalladora personalidad tenía que ver con lo plena que se sentía personalmente hablando. La Sana que tenía frente a mí no era ni la mitad de lo que fue hace 3 semanas atrás.

-Porque eres hermosa – ella sonrió y estiró su brazo para chocas nuestras botellas de cerveza. Ella no era de beber pero claramente no era la única que lo necesitaba en este cuarto. No había una integrante que no estuviera bebiendo.

Daño ColateralDonde viven las historias. Descúbrelo ahora