42.- Celos

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Mina

Sabía que al venir a la clínica podría encontrarme con una imagen así. Una de las razones por las que quise venir, obviamente, fue porque me importaba Nayeon, sabía lo que su abuela significaba para ella. La otra razón era para poner aprueba mis sentimientos por Momo. En el pasado, ella siempre motivo de confusión, siempre fue la piedra en el camino para poder expresarme a cerca de mis sentimientos con otras personas. Especialmente con ella.

Verlas abrazadas como si el tiempo no hubiera pasado, como si yo no existiera en la vida de Momo y que Nayeon no había sido la mujer que más había dañado a Momo me dejo algo en shock. Sabía que los sentimientos por Momo siempre habían estado presentes, lo que no sabía era que habían crecido a tal punto, de sentir celos de la imagen que tenía frente a mis ojos. No eran unos celos grandes, era más incomodidad que otra cosa.

-Mina – Jeongyeon se acercó a mí.

-Hola – le sonreí – Creo que no llegué en buen momento.

-¿Te irás? – miré nuevamente a las dos chicas abrazadas frente a mis ojos. Sabía que Momo nunca me haría daño, ella nunca hubiese querido que yo viera algo así pero, también sabía, que este era un momento de vulnerabilidad para ella. En san Francisco, me contó muchas veces la conexión que sintió ella con la abuela de Nayeon antes de que las dos terminaran.

-No, vengo a ver cómo está Nayeon.

-¿En serio no te pasa nada? – preguntó Jihyo y no sabía cómo mentirle.

-Las cosas son más complicadas de lo que ustedes creen – bajé la vista, no podía seguir mirándolas juntas – díganle a Nayeon que vine a ver como estaba – le di la espalda a las chicas y caminé hasta la puerta de salida.

-¡Hey! – Jeongyeon se acercó y me detuvo.

-¿Qué ocurre?

-¿Por qué dejas que haga eso?, ¿Por qué, tú y Nayeon dejan que Momo haga lo que quiera con ustedes dos?

-¿Te estas escuchando? – Pregunté de forma seria y Jeongyeon me miraba sorprendida – estás hablando de Momo como si fuera la peor persona del mundo y se supone, que tú, junto con Sana y conmigo somos las personas que mas conocen a Momo. Que no se te olvide que es tu amiga – seguí mi camino pero el brazo de Jeongyeon me volvió a detener. Nuestras miradas se juntaron, siempre me ha gustado la forma de los ojos de Jeongyeon. Tenían algo especial

-¿Amiga? – Preguntó de manera irónica – una amiga no hace lo que ella me hizo.

-¿Qué te hizo Jeongyeon? – Su rostro se ruborizó, pude notar como sus nervios salían a flote - ¿Me quieres acompañar a casa? – Sus ojos se abrieron sorprendidos – sí o no.

-Si – respondió nerviosa.

-Vamos, salgamos de acá.

Nayeon

Después de unos minutos, en dónde yo y Momo estábamos en nuestro mundo, comenzamos a separarnos de apoco. Sentía la necesidad de volver a pegar mi cuerpo al de Momo mientras más nos despegábamos.

-Gracias por venir – fue lo único que pude decir después de haber estado entre sus cálidos brazos.

-No tienes que agradecer – levanté la vista y me di cuenta que estaba sonrojada. Seguía viéndose igual de tierna a como la recordaba.

-Mmm – voltee y me di cuenta que Jihyo estaba con Yeri – lamentamos interrumpir pero tus padres ya salieron, me dijeron que llevaran a tu abuela a la parroquia que quedaba cerca de su casa. Ellos se encargaran de todos. Las personas podrán llegar a despedirse desde mañana. Ya que, por la hora es difícil que comiencen a despedirla ahora.

Daño ColateralDonde viven las historias. Descúbrelo ahora