Capítulo 24: Heridas del Pasado.

764 54 14
                                    

Me tumbé sobre la cama, ya con mi pijama de "Garfield" puesto, sí pensaréis que soy una chiflada pero desde siempre he tenido una gran obsesión con ese gato.

Me parecía extraño que Cam no hubiera vuelto a buscarme, tal vez era culpa mía porque de lo que había empezado a darme cuenta es de que últimamente dependía demasiado de él. Como si lo necesitara constantemente cuando realmente no era así y me molestaba, porque yo nunca había necesitado tanto a alguien. Desde que vivía con Katia le había hecho creer a todo el mundo e incluso a mí misma que podía con todo, siempre que necesitaba ayuda me las apañaba yo sola, porque para mí, necesitar algo de los demás era una muestra de debilidad.

Y si algo había aprendido durante mis 17 años era a no ser vulnerable.

Cosa que me estaba siendo imposible con Cam en mi vida. Él conseguía descolocar mis ideas de una forma inexplicable. Con él me sentía insegura respecto a mis decisiones, como si tuviera que pensármelo dos veces antes de actuar, como si con cada paso que diera tuviera que mirar atrás por miedo a dañarlo.

Cuando yo siempre en mi vida había mirado solo por mí. A excepción de Katia y de Vicky.

Aunque me costara admitirlo me preocupaba por él.

Unos golpes en la puerta me sacaron de mis cavilaciones.

Bajé las escaleras a toda prisa porque ya sabía de quien se trataba.

Cam.

Me quedé boquiabierta en cuanto vi el semblante de la persona que se hallaba en el umbral.

—¿Brandon?

Sí, ese era, el mismísimo capullo que me había dicho un montón de veces que me quería para que luego en el día de mi cumpleaños se lo montara con Jessica en el aparcamiento del McDonald's.

Digamos que le acababa de abrir la puerta a mi ex.

—¿Puedo pasar? —Todavía no asimilaba que estuviera frente a mí.

Asentí, si había tenido el atrevimiento de presentarse en mi casa sería por algo.

—¿Qué haces aquí? —le pregunté extrañada.

—Veo que sigues llevando el mismo pijama —susurró, revoleé los ojos, estaba evadiendo mi pregunta.

Le hice un gesto para que me siguiera hasta mi dormitorio.

—¿Qué quieres? —le volví a preguntar.

—Me han dicho que ahora sales con un tal Cam. —Genial después de ser él el que me puso los cuernos ahora se metía en mi vida amorosa.

—Y a ti qué te importa —le espeté.

—Por un momento deja a un lado todo lo que te hice en el pasado —suspiró—. Sé que fui un idiota...

—Me alegro de que al fin te dieras cuenta —le interrumpí.

—Como te decía, me porté fatal y ya sé que te lo he dicho muchas veces pero lo siento, siento todo lo que te hice, la manera en la que te avergoncé...

—¿Puedes parar? No necesito que me recuerden lo estúpida que fui en el pasado. —Si solo había venido a recordar viejos tiempos ya podía estar yéndose por donde había venido.

—Por eso estoy aquí, no quiero que cometas las mismas tonterías que hiciste conmigo.

—¿Y quién te dice que las vaya a cometer? Yo ya no soy la de antes, Brandon. —Respiré hondo—. No sé por qué ahora vienes como si fueras mi mejor amigo a darme consejos, cuando tú fuiste la primera persona que me la clavó por la espalda así que si solo querías decirme eso, lárgate.

Secretos EscondidosWhere stories live. Discover now