No hay mujer más feliz, que la que se sabe valorar.Capitulo largo, que lo disfruten.🤭
Chris
Estoy desesperado, realmente lo estoy.
Golpeo el maldito volante para sacar mi frustración mientras el tráfico no ayuda. Tomo mi móvil e intento llamarla de nuevo pero no contesta. Está enojada y en peligro, eso me altera.
—¡Avanza, Imbécil! —Digo por la ventana al darme cuenta que el tipo de adelante no sigue su camino estando el semáforo en verde.
Pasan segundos y lo hace mientras aprieto el acelerador, pero luego para. No puedo creerlo ¡El idiota para y no puedo detener el auto!
Choco.
Maldigo con fuerza mi estúpida suerte. Los autos que vienen detrás tocan sus cocinas, haciendo que mi estrés esté al límite. Bajo del auto furioso, no puedo controlarme, entonces encaro al maldito chofer.
—¿Me puedes explicar qué demonios te pasa? —No encuentro respuesta y todo se ve raro, entonces giro rápidamente para agacharme y correr hacia mi auto.
Es una balacera.
Contengo el aliento hasta llegar a él. Los autos de la derecha se mueven y el caos empieza. Maldita sea, son ellos. Tomo mi arma y saco mi brazo por la ventana para disparar. Lo hago un sinfín de veces hasta que logro abrirme camino y escapar, pero ellos me siguen. Rechino furioso porque empiezo a sospechar que todo esto es parte de un plan para alejarme de mi esposa, pero no lo lograrán. Juro que no lo harán.
Dulce
Sus ojos me miran de una forma que no puedo describir. El llanto de Kiara aún es audible y mi mente simplemente se bloquea, ¿Me ha traicionado? .Trago saliva. No, ella no podría traicionarme. No de esta manera. No después de todo lo que hice por ella.
—Mamá estaba en peligro—.Sus palabras retumban en mi cabeza y no puedo hacer otra cosa que pensar en mi puntito. Brando me mira dirigiendo sus ojos hacia mi vientre, ¿Esto es real? Mi corazón empieza a bombardear más rápido haciendo que mis latidos sean dolorosos.
Estoy sola y debo defenderme, por lo que retrocedo al sentir sus pasos y enseguida se detiene.
—Lárguense todos, saquen a la mocosa.
—Papá... ¡Lo hice! ¡Te traje a la perra esta! ¡Mátala de una vez!
—Cierra el pico, marica. —Responde furioso y entonces entiendo. Él es el hijo gay del que hablaba, Dorian, el muchacho que supuestamente tuvo para tener a quién heredar pero que no significaba un problema. Él jamás aceptó que fuera homosexual, o bisexual.
—Papá... —Parece decepcionado. Pobre idiota, no conoce a su padre. Brando jamás ha querido a nadie.
—Lárgate. —Entona serio y calmado. Me sorprende su voz, pero no va a engañarme.
—¡Dijiste que la matarías! —Alza la voz— ¡Dijiste que si envolvía a la mocosa de su hermana ibas a perdonarme!
Kiara chilla, mis ojos lo miran con furia y no puedo evitar soltar una risa.
—¡Tú cállate, perra! —Se acerca, pero Brando le bloquea el paso.
—Pobre idiota. —De mi boca sale lo primero que pienso haciendo que esa pobre bestia se enfurezca y forcejee con su padre. Un par de guardaespaldas lo detiene para luego hacer un berrinche estúpido. ¿Qué edad tiene? ¿10 o 30? Levanto mi cara y le devuelvo el odio con mis ojos de nuevo.
ESTÁS LEYENDO
Corazón de Hielo ©
RomanceUna chica buena conoce sus límites, una mujer inteligente no tiene ninguno. Solo deseaba tenerlo en sus brazos una vez más cuando despertó desnuda en aquella cama. Experimentó el más crudo dolor con su abandono, pero aun así tomó sus pedazos para se...