Capítulo 57 (pt.2)

3.1K 400 163
                                    


Mi ritmo cardíaco va a mil por horas, mientras veo como Isabella se sube a una camioneta negra en donde está su abogado esperándola y arranca a toda velocidad

Oups ! Cette image n'est pas conforme à nos directives de contenu. Afin de continuer la publication, veuillez la retirer ou télécharger une autre image.

Mi ritmo cardíaco va a mil por horas, mientras veo como Isabella se sube a una camioneta negra en donde está su abogado esperándola y arranca a toda velocidad. Intento alcanzarlos pero no puedo, soy consciente que no puedo y me quedo parado mirando a los ojos a Isabella que me observa mientras se aleja, sin entender una absoluta mierda. 

— ¡Joder! — grito con todas mis fuerzas tirando de mi cabello.

¿Qué acaba de hacer esta mujer? ¿Por qué? ¿Por qué? ¡¿Cómo se va a escapar?! ¡¿Cómo se me va a escapar?! ¡Está loca!

Doy media vuelta y corro hasta el coche que tiene una llanta reventada e insulto al aire. ¡Me engañó! ¡Me engañó por completo! Lo tenía todo planeado... ¡Todo! 

¿Se fue con él? ¡Mierda, se fue con maldito de Giovanni! ¡Es que joder, no lo entiendo!

Golpeo con una patada el coche patrullero y mientras siento como las lágrimas caen por mi rostro. Las aparto con mucha rabia... ¡No puedo creer que haya hecho esto! ¡No puedo creer que me haya hecho esto! ¡Me utilizó! ¡¿Se fue con él?!

¿Acaso no pensó en las consecuencias que estro traerá?

Grito con rabia mientras llamo a Brown y parece que tiene el móvil ocupado. ¡Me cago en la puta! ¿Por qué este hombre no me atiende justo ahora? Observo las esposas que llevaba Isabella y las tiro con bronca... ¡Todo planeado! Absolutamente todo... 

De la nada siento una bocina cerca de mí y levanto mi cabeza. Se abre la puerta de un coche y veo a Fabrizio. ¿Pero qué...?

— ¡Sube! — me grita mientras comienzo a sentir sirenas a lo lejos — ¡Sube ya! — grita nuevamente.

Corro hacia su coche y me planto en el asiento del conductor a su lado. Fabrizio da un giro y comienza a ir en la dirección en la que Isabella escapó con Giovanni... ¡Con él! ¡Joder!

¡Maldizione! — grita el hombre golpeando el volante muchas veces— ¿Sabe hacia dónde van?

Lo miro con muchísima bronca. ¿Me lo pregunta enserio? 

— ¡¿Cómo mierda sabré hacia dónde van?! — le grito con rabia — ¿Usted sabía acaso? ¡Me cago en la puta! ¿Cómo es qué está aquí?

¡Maldita sea! ¡Maldita sea! Me paso las mano por mi cabello una vez más ¿Cómo pude ser tan estúpido?

— ¡No lo sabía! ¡Lo imaginé! Y por eso he estado yendo hacia el juzgado cerca de ustedes — me grita — Me dijo travesura... ella lo hizo, ella lo sabe... ya nada volverá a ser como antes —susurró para sí mismo, negando con la cabeza y yo lo miro como si estuviera loco — En los resultados de la investigación me dijeron que la casa de West es para el otro lado... ¡No lo entiendo! — grita y golpea nuevamente el volante. 

¡¿Investigó a West?!

Intento llamar a Brown, pero nuevamente no me contesta. ¡Maldita sea! ¿Por qué no atiende?

• Código de Ética - (Finalizada)Où les histoires vivent. Découvrez maintenant