Conversación

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Deje de atormentar mi mente con aquellos pensamientos y comencé a cenar algo ligero junto con Hanami y después fuimos a dormir en nuestra confortable soledad en la despiadada y fría noche del decierto.

Mañana hablaría al respecto con Yashamaru con lo de ser "padre".

Por el gran cansancio,  cai en el país de los sueños en un santiamen.

Capitulo 13
"Conversación"

Narradora

En el pleno día, cuando el Sol estaba en lo mas alto del claro cielo azul, resonaba en un lugar desolado de Suna, las ya continuas risas de los dos pequeños niños que jugaban en la arena con un peculiar y tierno tanuki. La atmósfera que los rodeaba era de completa felicidad, centrados en su necesario y pequeño mundo, donde solo eran ellos dos y no importaba nada mas.

Dos adultos se deleitaban con aquella maravillosa vista, alejados entre los pilares para no romper aquella frágil burbuja que les pertenecia a esos dos infantes.

La mujer Kurokami miro hacia el rubio que aun mantenía su mirada en dirección a los niños con una dulce sonrisa en su rostro.

Reiko._Ya sé lo que hizo mi hija Yashamaru... _dijo rompiendo el cómodo silencio entre ellos dos, el mencionado la miro_ quiero saber si... no te molesta eso_ dijo de forma tranquila con los brazos cruzados.

Yashamaru dio una sonrisa y miro a la niña, que en ese preciso momento le estaba poniendo un moño al pobre Shukaku (que trataba de escapar desesperado) y haciéndolo lucir mas femenino.

Una gota transcurría en la frente del pelirrojo que veía la escena por un lado y a la vez sentía pena por lo que le estaba sucediendo al ahora afeminado mapache.

Yashamaru._ Al contrario Reiko..._ dijo aun mirando a los niños_ me alegra enormemente que Hanami me vea como una figura paterna _ miro a la mujer _ de alguna forma era algo que internamente deseaba... y espero que me des tu consentimiento para tomar el papel de padre que ella necesita_ miro directo a los ojos arcoiris de Reiko que lo miraba imprecionada y luego su mirada cambio a una suave ternura.

La mujer de cabellos negros se acerco a escasos pasos hacia el ojicastaño y elevo su mano hacia su mejilla que estaba a la altura de sus ojos, luego se dispuso a acariciar aquella zona gentilmente.

El joven cerro los ojos disfrutando el suave tacto de la piel blanca de la Kurokami y después Yashamaru abrio sus ojos deleitándose con la belleza que desprendía la joven que estaba frente a él, Reiko sonrió ligeramente.

Reiko._ Seria un honor... y ademas... es lo menos que podría darte Yashamaru..._ dijo abrazandolo y poniendo su cabeza sobre el joven _ Gracias Yashamaru... por todo lo que haz hecho por mi y por mi hija..._ se separo del abrazo con una triste sonrisa mientras soltaba una lagrima.

El rubio limpio la lagrima que escurria por su mejilla con su dedo pulgar, luego tomo con delicadeza y dulzura la barbilla de Reiko y alzo su mirada.

Yashamaru._ ¿Porque la tristeza Reiko?_ pregunto con algo de angustia.

Reiko._ Perdoname por no poder corresponder tus sentimientos... en verdad perdóname... _dijo ocultando su rostro en el hombro de Yashamaru y este la abrazo_ si no fuera por la union sagrada y las leyes naturales de mi Clan que me tiene unida eternamente a él... y sobre todo... si te hubiera conocido antes... créeme que..._ la pelinegra iba a comenzar a llorar.

Sin embargo antes de que la Kurokami lo hiciera, el ojicastaño acaricio su cabello y alzo nuevamente el rostro de la joven sin despegarla del abrazo y le dio un cálido y tierno beso en su frente.

La Flor Del DeciertoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora