La Flor Del Decierto

Pétalos, Rojo Sacrificio

Reiko._ Espero que me perdones... _ dijo la mujer entre mormuros mientras soltaba una lágrima que escurría dolorosamente por su mejilla.

Capítulo 21
"Pétalos, Rojo Sacrificio "

Hanami

Iba feliz corriendo hacia la aldea para ver a mi único amigo, hasta que recordé algo de gran importancia.

Hanami._ ¿Donde esta Moi-? _ no termine de preguntar, ya que escuche un pequeño ronquido desde el interior de la canasta; la abrí y encontré a la pequeña dragóna totalmente dormida en un rincón lejos de la comida _ ¡Con que haí estas! _ la de escamas negras se despertó y asomo su cabeza para dar un lamido a mi rostro, subió hacia mi y se situó atrás de mi cuello, ocultándose por completo bajo de mi cabello _ jaja... bueno, ¡vamos Moira! Iremos a ver a Gaara _ y sin más que decir me fui rápido y sin demora alguna a Suna.

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Había terminado de jugar con Gaara~kun, ¡Fue realmente divertido! Que incluso logre que Shukaku tuviera una pequeña amistad con Moira, aunque al principio el mapache se comportó indiferente y molesto con ella; pero cuando aquel tanuki vio que Moira estaba triste y apunto de llorar, él decidio dejar de lado su tonto comportamiento para luego ser amigos.

Estaba muy feliz, no había nada que lograria cambiar eso y todo era perfecto para mi.

Al estar por llegar a mi casa y note que la puerta de la entrada estaba abierta.

Que extraño... Mamá no dejaría que la puerta este abierta ya que la arena podía entrar y ensuciar la casa, o simplemente para que no se adentré los escorpiones.

Deje de tomarle importancia y rápidamente entre a mi lindo hogar cerrando la puerta.

Hanami._ ¡Tadaima Oka~san!_ dije muy fuerte para que escuchara sobre mi llegada, pero no recibí ninguna respuesta _ Oka~san... _ repetí nuevamente; de pronto sentí un escalofrío pasando por todo mi cuerpo al ver todo oscuro y destruido.

X._ Bienvenida niña _ dijo una voz extraña y ronca de un hombre, causando que sintiera mucho miedo _ te estábamos esperando... _ susurro para después agarrar mis hombros de manera brusca y fuerte.

Me giro abrupta mente encontrándome con un ANBU de Suna, en ese instante reaccione, me agarre de sus manos y di una voltereta hacia adelante dándole una patada a su cabeza contra el suelo; librando me así del agarre del ANBU.

Rápidamente note que no éramos los únicos, había otros 39 Ninjas, la mayoría de ellos estaban inconscientes o dormidos esparcidos por toda la casa y solo unos 8 ( incluyendo al tipo que habia golpeado) estaban levantados y muy heridos; los otros 7 estaban sosteniendo con gran esfuerzo a una persona que tenia sus vestiduras llenas de sangre; tenia una venda ensangrentada cubriendo sus ojos y amarrada con una gran cantidad de cadenas por todo el cuerpo.

Me paralice al saber quien era aquella persona, mis ojos ardian demasiado mientras soltaba muchas lágrimas al ver aquello.

Mamá...

Narradora

La niña en un estado de completo shock, veía sin poder creer el estado de su amada progenitora.