CAPÍTULO 9: PLAN Z

50 11 0
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.



—¿Estás segura de querer hacer esto? —Preguntó de nuevo Jo con su irritante tono receloso cuestionándome.

—¿No eras tú la que quería trabajar? —Murmuré realzando mis comisuras y preparándome para salir del ascensor a la mínima que se abriesen las puertas.

—Sí, pero no sé si esto es una buena idea, Jessica... ese chico parece buena persona y tú quieres...

—Silencio —Le interrumpí señalando las puertas del ascensor que se estaban abriendo ya y todos los trabajadores comenzaban a hacerse visibles trabajando en sus mesas frente a sus ordenador y escritorios de trabajo, ella calló al instante.

Salí del elevador y pasé frente a todos alzando el rostro bien alto sin impresionarme por nada, mientras que Jo me seguía por detrás y parecía escrutarlo todo con la mirada, desde los trabajadores, a los despachos, las oficinas, pasillos y escaleras. Ella lucía una americana gris que yo misma le había dejado con unos pantalones blancos y una blusa azul celeste. Le había advertido que para los próximos días debía comprarse ropa formal para asistir al trabajo, aunque por el momento le dejaba acudir espantosa con sus looks de ''estilismo novedoso'' o utilizando algunas de mis ropas.

Me dirigí hacia el departamento artístico con la mayor presteza posible sin ni siquiera girarme para ver si Joanne me seguía y me detuve frente a la puerta del director de arte. Esa odiosa puerta metalizada de color rojo que tanto había maldecido estos días. Di dos golpes con el puño y la abrí sin esperar una respuesta, asomando mi cabeza por el marco y observando a Scott hablando... con mi padre, ambos se habían girado para mirarme. ¿Qué hacían ahí reunidos? Ni siquiera me habían avisado.

—Espera aquí, ¿vale? —Le ordené a Joanne mientras yo entraba dentro y cerraba la puerta totalmente dejándola fuera.

Mis tacones se escuchaban avanzar hacia Gabriel y Scott en medio del despacho. Resonaban como estridentes martillazos constantes llenos de furia. Ellos me habían ignorado como a la mierda y seguían hablando abiertamente como si yo no existiese, Gabriel llevaba un grueso vaso cargado de Bourbon con hielo que posiblemente hubiese ocupado toda su plenitud hace unos minutos, aunque ya tan solo quedaba el culín. Scott, no obstante, tenía un vaso de agua a medias sobre su escritorio. Ambos estaban de pie al lado de la mesa observándose el uno al otro con la misma complicidad con la que miraba yo a Jo cuando echábamos a algún maromo de casa.

—Es una maravilla tener aquí a alguien como tú que se interesa tanto por el asunto y por ofrecer novedades en la agencia y las campañas —murmuró mi padre asestando una leve y breve palmadita amistosa sobre el brazo de Scott. Parecía eufórico —Mi hija debería aprender de ti... —«Es evidente que en este mismo instante prefería no haber entrado. El clima anuncia un mal día, y no me refiero al agradable sol que estaba entrando por la ventana. Respira Jess».

—¿Hola? ¡Estoy delante de ti, córtate un poco! —«Murmuré claramente molesta y con el ceño fruncido sin poder morderme la lengua. Scott soltó un bufido acompañado de una risotada que me hizo examinarlo de reojo con la fulminante mirada asesina que afectaba a todos, excepto a él».

EL KARMA ME ODIAWhere stories live. Discover now