CAPÍTULO 22: MAMÁ A BORDO

41 10 2
                                    

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.


—Espera, espera. —Respondió Jo al otro lado del teléfono. —Recapitulemos a ver si lo he entendido bien: ¿Me estás diciendo que al abuelo le ha encantado la idea, que os ha dado la enhorabuena como dieciséis veces, que os ha ofrecido un contrato para la próxima campaña sin ni siquiera ver los datos de ventas y que mañana comenzará la promoción?

—Ajá. —Afirmé con una alegría que llevaba por dentro.

—¡Pero eso es genial! —Exclamó con un grito —Eso quiere decir que ha salido bien, lo has arreglado, Jess...

—Sí... en realidad me daba algo de miedo que no saliese bien... lo reconozco. —Asentí como si Jo pudiese verme.

—No me extraña. Fuiste una zorra con Scott. —«Me ofendí en silencio, pero en realidad ambas sabíamos que estaba en lo cierto». —¿Le has contado que fuiste tú la autora del saboteo?

—No... y sinceramente no pretendo decírselo. Lo importante es que ya está salvado ¿no? —Dije quitándole hierro al asunto y haciéndome la loca. —Si se enterase no creo que...

—¡Jess! —Advirtió la voz de Scott llamándome desde atrás. Lo observé, su boca lucía una sonrisa tan amplia que me hizo sentir feliz con solo verla. Orgullosa por haberle ayudado.

—Jo... te dejo ¿vale? Luego hablamos. —Respondí seca cancelando la llamada y guardando el teléfono móvil en el mi portafolios favorito de la estrella bordada mientras me quedaba prendada observando cada movimiento de Scott.

—Te debo todo. En serio. —Confirmó poniendo una mano sobre mi brazo —Sé que eres mi jefa y esas cosas, y que quizá no haga bien haciendo esto, dado lo poco receptiva y misántropa que eres a veces... pero... —De pronto me abrazó sin mediar más palabra. Fue un abrazo grande y fuerte, de estos que parece que van a espachurrarte y que se te va a salir la masa cerebral por los oídos como si fueses un bote de mostaza, pero fue cálido y agradable, y su olor era tan... personal, tan varonil. Hacía tanto tiempo que no me sentía así con alguien.

Tras unos segundos sentimentales me soltó y ambos cruzamos la mirada con una sonrisa.

—¿Vamos a la cafetería? —Me preguntó decidido con entusiasmo —Puedo invitarte a un café.

—¡Oh no! —Exclamé histérica perdida observándole con cierto humor en la mirada. —¡No vuelvo a tomar un café hasta el mes que viene como mínimo! —Scott soltó una carcajada.

—¿Zumo de naranja tal vez? —Corrigió intentándolo de nuevo.

—Con azúcar, pulpa y un buen croissant que lo acompañe. Eso me gusta más —Asentí guiñándole el ojo y caminando junto a él. «¿Qué demonios te pasa Jess? ¿Estás...? ¿Ligando?... ¡¿Con Scott?!» Supongo que este tipo de dramas y noches juntos intentando salvarnos el culo mutuamente une a las personas en cierto modo.

EL KARMA ME ODIAWhere stories live. Discover now