✾ Capítulo 14 ✾

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Al terminar el almuerzo, Jimin y yo les dijimos a todos que necesitábamos realizar un par de cosas antes de volver, por lo que nos despedimos y dijimos que llegaríamos más tarde.

Jungkook nos miró a ambos con una expresión curiosa e interrogante en su rostro, mas no pregunto nada y se despidió con los demás. Por otro lado, Yoongi me miró molesto, con ganas de matarme, pero sobreviví bien y simplemente le dio un beso en la mejilla a Jimin antes de pedirle que tuviera cuidado.

El parque en el que nos encontrábamos estaba bastante cerca de la oficina, y bastante concurrido también; el sol estaba alto y brillante, por lo que había muchas parejas y familias alrededor de nosotros disfrutando del bonito día.

No por primera vez me pregunté si era el mejor lugar para hablar de mi situación, ya que el espacio era demasiado abierto y poco privado. Además, también había una posibilidad de que decirle a Jimin todo no fuera mi mejor idea, ya que tal vez al final no sobreviviría.

Al menos no del todo.

Mis oídos no lo harían.

Mi dignidad tampoco.

— ¿¡QUE ÉL ES TU QUÉ? — Gritó mi pequeño amigo, el cual no se veía capaz de alzar la voz tan alto. Una vez me di cuenta que las apariencias engañan, al notar que varias personas en el parque volteaban a observarnos por su culpa.

— Jimin, baja la voz. — Le regañe disimuladamente, pero después de una vida de conocernos sabía que le valía mierda que nos estuvieran observando. — Todo el parque nos está mirando.

— ¿¡Acaso dijiste destinado!? — A pesar de su pequeño tamaño su voz era potente y me zarandeo por el cuello de mi camisa. — ¡Todo este tiempo creí que la energía y tensión entre ustedes se debía a otra cosa, no eso! ¿Desde cuándo lo sabías? ¿Por qué no me lo dijiste? ¿Por qué no has saltado sobre sus huesos? ¿Por qué no veo una marca en su cuello?

Debí haber sabido que reaccionaría así.

— Primero, cálmate. — Intenté decirle, mientras quitaba sus manos de mí en un movimiento rápido y me alejaba un poco, para luego acomodar las arrugas provocadas en mi traje con el ceño fruncido. — Segundo, haz una pregunta a la vez.

Gracias a mis palabras, empezó a andar de un lado para el otro en un movimiento ansioso que siempre había tenido desde que éramos niños. — ¿Realmente es tu destinado?

— Es lo que dije, sí. — Respondí un poco cansado, meditando de nuevo que debí pensarlo mejor antes de soltar la bomba.

— No me conteste así, Taehyung. — Me riñó con un puchero, luego de detenerse un momento para amenazarme con los ojos entrecerrados y después seguir caminando, pensativo. — ¿Desde hace cuándo te enteraste? ¿Y sabías que él era el nuevo en la oficina?

Rasqué mi cabeza un poco incómodo. — Fue la primera semana que él vino a la ciudad, lo conocí en el supermercado al que me gusta ir; fue un viernes. Y, desde que fue un encuentro causal, no, no sabía que era el nuevo de la oficina.

Sus ojos brillaron un poco.

— No fue un encuentro casual, Taetae, fue un encuentro destinado. — Sonrió infantilmente y se acercó para tomar mi mano con emoción. — ¿Se siente como dicen que se siente? ¿Ese sentimiento cálido en el pecho? ¿Y qué me dices de su olor? ¿Es más fuerte para ti? ¿Qué tan loco te vuelve? ¿Cómo está tu lobo?

— Dije una pregunta a la vez, Minnie. — Le regañé suavemente, pero al ver sus ojos brillantes le despeiné el cabello con cariño y decidí responder lo mejor que podía. — Es aún mejor de lo que dicen. — Susurré, y sin querer, sonreí al recordar mi mini odisea por el almacén. A veces olvidaba que había pasado varias semanas desde eso. — El día que lo conocí estaba del otro lado del supermercado y tuve que correr por los pasillos buscándolo, tenía una necesidad cruda e incesante por encontrarlo. Cada vez que me acercaba más a él lo sentía en cada vena, en cada palpitar y mi lobo no paraba de aullar ansiando, porque sabía que había encontrado a su alma gemela.

✾ No serás mi Omega ✾ [Taekook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora