✾ Capítulo 15 ✾

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Suspiré dramáticamente para luego alzar la vista de mi ordenador con una mirada cansada, con el fin de ver a la persona frente a mí y molestarle.

Después de todo, era Jungkook el que estaba en el marco de la puerta de mi oficina con esos ojos de cachorro iluminado por faros; pose orgullosa como siempre, pero rostro suplicante. El hecho que estuviera en mi oficina no era algo realmente nuevo, más aún si me ponía a pensar que nos volvimos algo así como unidos, laboralmente hablando, claro.

No obstante, yo encontraba un perverso placer en molestarlo con las más pequeñas cosas, por lo que lo solía hacer en cualquier ocasión que tuviera.

No tenía que ver con que su nariz arrugada con enfado fuera entrañable, o al menos no del todo.

Aclaré mi garganta con mirada airada y torcí mis ojos antes de volver a lo que estaba, con sólo la mitad de mi atención puesta en la pantalla. — ¿Me vista cara de estrella fugaz para venirme a pedir todo lo que quieras o qué?

Jungkook no se inmutó.

— No seas tan insoportable, Taehyung. — El omega resopló poniendo una mano en su cadera con esa expresión molesta que me gustaba; sus mejillas se inflaban un poco, su lengua golpeaba contra un lado y su mirada brillaba con reto. — Créeme, si fuera por mí, no te lo pediría. Sin embargo, la compañía en la que trabajaba utilizaba un software diferente y no logro entender el que usan acá.

Me encogí de hombros y le di una sonrisa de medio lado antes de responder: — Eso solamente demuestra la falta de exp-

— ¿La falta de experiencia? — Completó con incredulidad y echó su cabeza hacia atrás como pidiéndole a todo lo sagrado paciencia. — Diosa, ¿me vas a dejar vivir al menos un día?

Probablemente no.

— ¿Qué pasa con Namjoon? — Pregunté dejando la broma atrás. No estaba seguro si pasar tanto tiempo con él era buena idea. Algunos días debido a proyectos pasábamos horas de horas juntos, con pausas separadas solo para ir al baño; mas esos días yo volvía a casa con los hombros tensos, los pulmones cansados y mi mente nublada, casi drogada de Jungkook y su aroma, Jungkook y su sonrisa, y simplemente más Jungkook. Era intoxicante, pero a la vez no tan desagradable como yo creería. En resumen, confuso. —¿Por qué no te enseña él?

El chico pareció tragar grueso al admitir algo que no quería admitir:

— Me dijo que tú lo sabes utilizar mejor. — Ese bastardo tramposo, los dos sabíamos usarlo bien. Él simplemente sabía que era un dolor de bolas explicarlo.

No obstante, me gustaba tal-vez-demasiado que dijeran que era mejor y que por eso Jungkook tuviera que recurrir a mí. Le daba una cierta satisfacción extraña a mi alfa. — Sí, tiene razón. — Admití inflando un poco el pecho. — Probablemente yo sea mejor. ¿Es por la V de versado, sabías?

Jungkook suspiró.

— Estaba seguro de que la V era de vanidoso. — Se cruzo de brazos y algo parecido a un puchero apareció en sus labios, pero desapareció antes de que pudiera apreciarlo.

Curioso.

— De acuerdo, ven acá. — Le dije haciendo espacio a mi lado y una sonrisa deslumbrante y triunfante apareció en su cara, haciendo que su rostro se hiciera aún más hermoso, mientras se acercaba a mi escritorio con su portátil. Sacudí la cabeza, un poco confuso con mis propios pensamientos y traté de sonreír sin dejarle saber lo que podía estar pasando por mi mente.

— Sólo intenta no ser demasiado bobo para explicarme. — Me advirtió antes de traer una silla y colocarla a cierta distancia de la mía.

— ¿De qué hablas? Soy un experto. — Le dije con una sonrisa cuadrada. — Tú solo deja que el gran Taehyung traspase su conocimiento.

✾ No serás mi Omega ✾ [Taekook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora