✾ No serás mi Omega ✾ [Taekook]

✾ Capítulo 36 ✾

Sudor, sol y arena.

El trabajo de campo había terminado, y el equipo de investigación se fue unas horas luego de hablar con Yoongi y parecía que todo había salido mejor de lo esperado. Aunque dijeron que no era recomendable llevar a Jungkook y a mi en un mismo viaje de nuevo.

Sin embargo, había terminado y es por esto que era tiempo de disfrutar.

Mire como una ola golpeaba con poca fuerza mis pies y jugué con la arena entre mis dedos. Estaba sintiendo bastante paz en general, cuando un poco de agua golpeó mi cara haciéndome probar la salinidad en ella.

— ¡Debiste ver tu cara, alfa bobo! — Dijo Jungkook agarrando su estómago mientras fuertes carcajadas salían de sus labios.

— Y la a ver, porque lo tengo grabado. — Jimin tenía la cámara desde el otro lado y también se reía, mientras yo frotaba mis ojos por el ardor.

— Si llegó a poner una mano en ustedes, será su fin. — Cuando por fin pude abrir los ojos sin sentir ácido en ellos, fije mi vista en el omega rubio, pero al verme salió corriendo.

— ¡Bebé! — Gritó mientras corría a la sombrilla en donde se encontraba Yoongi evitando el sol.

— Dejen de molestar a Taehyung si al final van a hacer esto. — Su vista se volvió grave al mirar el cuerpo del omega, concentrándose un poco más de tiempo en su vientre. — Tienes que tener cuidado, Minnie.

— Tengo un fuerte alfa que me cuida. — Dijo Jimin sentándose entre las piernas de Yoongi, no sin antes hacerme una mueca, pero el alfa lo rodeó con sus brazos protectoramente.

Ese enano bastardo.

Cambie mi viste a Jungkook y le sonreí de lado. — ¿Hacía quién vas a correr tú?

— Creo que hacía ti no sería buena idea, ¿verdad? — Mordió su labio inocentemente y antes de quedarme idiotizado por el gesto, hice una carrerilla que hizo a Jungkook gritar.

— Ven acá, Jeon Jungkook. — Exclamé, pero Kook sólo río y corrió hacia al otro lado.

Seguí corriendo tras él y estiré mi mano para tocar parte de su camisa neopreno, pero se escapó de entre mis dedos.

Cuando lo intente una vez más los dos caímos en la arena; yo quedé encima de Jungkook y algunas de las gotas de agua de mi cabello caían en su cara sin poder evitarlo.

Iba a quitarme de encima cuando Kook mordió sus labios de nuevo y miró los míos con expectación, y ¿quién era yo para negarme ante el gesto?

Usando mis codos como apoyo en la arena a cada lado de su cabeza, baje lentamente cambiando mi vista de sus ojos a sus labios varias veces, buscando cualquier signo que me dijera que no quería o que necesitaba que parara.

Cuando pude sentir la tibieza de sus piel contra la mía, di una lametazo juguetón en la comisura de su boca que lo hizo sonreír para después besarlo prensando su cuerpo bajo el mío.

Me preocupe sólo un momento de lo que conllevaba mi peso encima de él, pero sabía que Jungkook podía tomarlo.

Dejando esa preocupación de lado, pude sentir una ola llegar a nosotros y la espuma que dejaba a su paso, escuché el sonido de las aves y muy a lo lejos charlas que no podía entender, el aroma de nuestros cuerpos y por último la sensación del sol que quemaba mi espalda.

Y por un instante, me intoxique con el momento.

Todo era demasiado bueno, la forma en que nuestros labios se movían, la manera en que su cuerpo se sentía debajo del mío, lo conocida que se sentía la sensación de sus brazos alrededor de mi cuello y tuve que separarme un momento.