✾ No serás mi Omega ✾ [Taekook]

✾ Capítulo 46 ✾

Jungkook se encontraba con expresión hechizada y ojos nublados en medio del cuarto de baño. Sabía que mi mirada era intensa, pero no podía detenerla.

No podía detenerme.

— ¿Estás seguro de que lo quieres? — Jungkook observo todo mi rostro, iniciando en mis labios y terminando en mis ojos con ojos y sonrió. Sonrió tan grande al mismo tiempo que asintió con fuerza su cabeza, lo que hizo que algunas gotas de su cabello húmedo salpicaran. — Entonces, quiero besarte, Kook. — Como si se tratara de una orden, Jungkook extendió sus labios hacia mí y cerró sus ojos esperando mis besos, pero yo me quedé en mi lugar lo que lo hizo volver a abrirlos con el ceño fruncido. — Quiero besarte por todas partes, no sólo los labios.

Honestamente, lo hice en parte para molestarlo, pero ver la manera en que tragó con fuerza y sus ojos se nublaron más con lujuria, valió la pena.

— Hazlo. — Dijo sin aliento rodeando mi cuello con sus brazos acercándose hasta que nuestras narices chocaron. — Por favor, hazlo.

Bese su nariz con ternura lo que lo hizo verme desconcertado por el cambio de ambiente, pero luego baje a la línea de su mandíbula en donde aspiré su aroma profundamente — Quiero marcar tu cuerpo con mis besos. — Un casto beso en la zona lo hizo quedarse estático en el lugar con un notable cambio en su respiración. — Quiero dejar chupones como evidencia de que estuve ahí. — Me hundí un poco, todavía besando, y pude sentirlo estremecerse contra mí. — Acostarte en la cama, abrir tus piernas y perderme dentro de ti, Cachorro.

Antes de dar otro beso en la unión de su cuello y hombro, Jungkook levantó mi cabeza con impaciencia jalándome del cabello y haciéndome soltar un gruñido hasta que nuestras miradas se toparon. La suya cargada de cariño. — Hazlo, nadie te está deteniendo.

Una sonrisa cuadrada se me escapó a pesar de que sentía que un infierno se estaba desatando dentro de mí. La intranquila sensación de que podía hacer algo mal parecía ser una acompañante constante en mi mente mientras miraba todo su rostro con premura.

— No lo pienses. — Dijo Jungkook con un suave beso en mis labios. — Todo está bien. Tú estás bien. — Movió sus manos a mi cabello y me dirigió hacia su cuello indicándome, sin palabras, que lo mimara.

— Yo temo que... — Mis miedos se quedaron en mi boca cuando me presiono más fuerte contra su piel y me regaló un pequeño gemido cuando mis dientes rozaron la zona.

— No soy como las chicas con las que has salido. — Dijo en un suspiro cuando chupe con poca fuerza en su piel sucumbiendo ante la tentación. — No soy frágil y diré si estás haciendo algo mal. Créeme que lo diré.

— ¿Cómo supiste que estaba pensando en eso? — Pregunté hundiendo mis dedos en su cintura con fuerza pegando más a mí, sintiéndolo más, respirándolo más.

Una carcajada ahogada se escuchó con cierto eco en el lugar cuando dijo: — Casi puedo escucharte pensar. — Volvió a sacarme del hueco de su cuello, esta vez sosteniendo y acariciando mis mejillas. — En serio está bien, Tae. Te diré si algo me incomoda o no lo quiero hacer, pero sólo déjate llevar conmigo, ¿sí?

Diosa.

Realmente lo amo.

— Claro que lo dirás. — Exclamé con renovada confianza en voz baja. — Porque no puedes mantener la boca cerrada, ¿cierto? — Moví mis dientes tratando de morder uno de sus dedos en mi mejilla, lo cual lo hizo dar un respingo y que una risilla jovial se escuchara de él.

— ¿Quieres que te enseñe? — Cuestionó con voz melosa y yo negué con la cabeza, divertido.

— Yo mismo lo averiguaré.