✾ No serás mi Omega ✾ [Taekook]

✾ Capítulo 26 ✾

La semana pasó, todos estaban muy emocionados por el viaje, pero yo me encontraba preocupado, ¿la razón? Jungkook estaba preocupado, seguía estando distante y diferente.

Y a pesar de mi insistencia y preguntas no quería decirme nada, así que cuando el martes Yoongi nos dio la tarde para terminar de prepararnos tuve más tiempo para sentirme ansioso. Tenía una especie de desazón en el pecho y si eso lo juntaba con no haber hablado tanto con Jungkook, tenía un lobo que no daba de dar vueltas.

Cuando me di cuenta que no iba a parar de reproducir eventos y teorías en mi mente, decidí ver televisión mientras acariciaba a Yeontan, el cual tendría que ser dejado en un guardería durante el viaje. La bola de pelos cada vez que llegaba a casa se quedaba esperando por algo o alguien. ¿Olor a vainilla? Probablemente, pero no había nada que hacer, yo quería lo mismo.

Encendí la televisión en un programa en un programa de variedades que lograron sacaron un par de risas, pero el trabajo de la semana y la preocupación constante, hizo que mis parpados empezaran a pesar cual piedras y cayera dormido.

Un par de timbrazos me despertaron desconcertado haciendo que me cayera del sillón. Busque hacia los lados, la televisión seguía encendida ahora en un programa de canto, Yeontan no estaba a la vista y lo que sonaba era mi celular en la mesa de café enfrente de mí.

Tome el celular todavía rascándome los ojos, tratando de quitar el sueño, y contesté sin poder ver el contacto. Una respiración acelerada me respondió en la línea y pensando lo peor, me altere.

— ¿Alo? — Despegue el celular de mi ceja el tiempo justo para ver el nombre de la persona que llamaba y sonreí como un tonto al ver que se trataba de Jungkook. Intente hablar de nuevo, pero por fin tuve un sonido del otro lado.

— Tae, te necesito. — Su voz estaba acelerada y llena de desesperación, lo que me inquietó a mí y a mi lobo. — Tae, no sé qué hacer... — Cuando escuché que su voz se quebraba me encontré a mí mismo poniéndome de pie y buscando mi chaqueta y llaves para salir. — ... Él está aquí, debí haber sabido que vendría, pensé que estaba siendo más listo que él, pero olvidé que es un maldito desgraciado y ahora me está siguiendo. No puedo llamar a Jin-Hyung porque no se encuentra en Seúl en este momento y te juro que no tengo a nadie más.

— Me tienes a mí, Jungkook. — «Siempre.» — ¿Quién es "él"? ¿Dónde estás?

— Seo-Joon. — ¿Seo Joon? ¿Su ex? — Está aquí en Seúl y lo vi, lo vi y ahora me está siguiendo, ¿qué hago, Tae? — Preguntó en un lloriqueo.

— Dime dónde estás, ahora.

— Sinsa-dong en Gangnam.

— Escúchame bien, Kook. Quiero que entres al primer local que veas, si es necesario que corras hazlo. No pases por lugares solos y no dejes que él llegue a ti, ¿me estás escuchando?

— Si... — Su voz se apagó y pensé que se había ido cuando admitió en voz baja. — Tae, tengo miedo.

Sabía que no había sido fácil para él pronunciar esas palabras por lo que me apresure aún más. — Todo estará bien, voy hacia allá en este momento. Apenas entres a un lugar quiero que me mandes la dirección y te mantengas seguro, ¿de acuerdo? Eres fuerte, Jungkookie, no pondré una mano sobre ti. Empieza a caminar ya, no te detengas por nada. —Murmuro un "de acuerdo" y escuche como empezó a moverse. — Ya voy por ti, Cachorro.

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Era muy probable de que me haya ganado al menos unas 8 infracciones, unas por exceso de velocidad otras por saltarme semáforos en rojo. No me importaba, lo único que tenía en mi mente era llegar a Jungkook.