✾ No serás mi Omega ✾ [Taekook]

✾ Capítulo 27 ✾

Me sentía en paz mientras llevaba sujeta la mano de Jungkook y manejaba para dirigirnos a su apartamento. Yo insistí en ir al mío (estaba tratando de hacerle un favor a Yeontan), pero Jungkook dijo que realmente quería ir al suyo porque era más cerca.

Seguidamente de salir a la calle principal y guiar a Jungkook las dos cuadras en donde había aparcado, al omega le dio una descarga de emociones y al subir al auto se puso a llorar desconsoladamente.

Honestamente, entré en pánico y consideré devolverme a la calle en donde dejamos a ese alfa, pero si consideraba que la mayoría de mi adrenalina se había ido, no estaba muy seguro de cómo podría rendir en una pelea; por lo que mejor me limite a preguntar para ver en qué podía ayudar.

Jungkook introdujo la dirección en el navegador mientras se seguía limpiando las lágrimas, pero estas no dejaban de salir. Me debatí entre que hacer, pero solo me dijo que condujera y que estaba bien, aunque yo no estaba muy seguro de eso.

Al fin me decidí por encender el auto y hacer lo que me dijo, pero lo chequeaba constante porque seguía sorbiendo por la nariz y sus hombros no habían parado de temblar con hipidos fuertes.

Me estacioné enfrente de un lujoso complejo de apartamentos con estilo moderno y minimalista. Los apartamentos no se veían muy grandes, pero destilaban riqueza, y si a eso se le unía la ubicación, solo me podía hacer una idea del precio de alguno de estos lugares.

Jungkook me guio a la plaza número cuatro, junto a su Land Rover y apagué el vehículo esperando alguna indicación. Quería entrar, diablos que quería, pero no sabía si mi presencia era grata.

— Yo... — Empecé a decir, pero Jungkook seguía llorando. — ¿Kookie, estas bien? Ya me estas preocupando.

— Y-yo estoy b-bien. — Lo mire con una ceja arqueada y siguió. — E-es solo que vi a S-seo Joon y entre en p-pánico y l-l-luego me llevó a esa calle y pensé que iba a g-golpearme de nuevo, y después yo lo g-golpee, pero me dio la m-misma mirada que la última vez y pensé que me iba a m-matar. — Trago saliva, pero eso no mejoró mucho la forma en que estaba hablando. — Y luego apareciste tú y lo golpeaste por m-mí, y me sacaste de ahí... Tenías los ojos rojos, ¿s-sabías?

— No, no lo sabía, pero ese jodido imbécil dijo lo mismo.

Eso por alguna razón lo hizo reír, una risa burlona que hizo que su nariz sonará graciosa. — E-ese es mi insulto, consíguete el tuyo.

— Claro, lo siento. — «No podía irme de aquí.» — Vamos, te prepararé un té.

— ¿Me acompañarías? — Sus ojos eran enormes al preguntar y por fin las lágrimas parecían haber parado.

— No te dejaré solo. — Le pinche la nariz, que ahora estaba irritada, con una sonrisa, pero luego mi expresión se amargó. — Ese asqueroso hijo de puta podría venir acá.

Vi como un escalofrío recorrió su cuerpo, probablemente ante el recuerdo del tipo, y se sacudió un poco, pero aún así me dio otra pequeña sonrisa. — Ese también es mi insulto, búscate otro.

Salí del auto con otra gran sonrisa y le hice una seña para que esperara a que le abriera la puerta, luego le ayude a bajar colocándole mejor mi chaqueta sobre los hombros. — Eso es porque tienes todos los buenos.

— Es porque yo estoy bueno. — Replicó con un guiño y me dio mucha ternura que tuviera la energía de hacer esto, después de haber llorado por tanto tiempo al punto que sus ojos estaban hinchados y su nariz roja.

Aún así se veía hermoso.

— Claro que lo estás. Vamos, camina. ¿Puedes hacerlo?

Asintió con un poco de desafío, pero aún así se apoyó en mi cuando me acerqué. Al llegar a la puerta introdujo su clave y abrió con un simple "Click". El primer pensamiento al ver su apartamento fue "Jungkook tiene dinero."