✾ Especial #2 ✾

9.5K 1.2K 1K
                                    

Al fin podía caminar sin cojear.

Las partes moradas de mi cara se fueron transformando a manchas verdes, luego amarillas para al final desaparecer; todo gracias al consejo que Jin me dio sobre aplicarme hielo por las noches.

Ahora, sin embargo, estaba dudando seriamente sobre mi suerte, porque ¿a quién carajos le da gripe después de haberse partido las costillas?

El dolor seguía siendo tierno a mi costado y cada vez que estornudaba maldecía un poco más. Por fin estaba solo, pero vaya que estaba arrepintiéndome mientras mi nariz no paraba de moquear y la fiebre seguía en aumento.

Me levanté de la cama con un dolor horrible en la garganta que me hacía preguntarme en qué momento había comido clavos o si confundí un cactus por un brócoli y por eso dolía tanto.

Ugh, cómo odiaba esto.

La única fortuna que parecía haber era en mi nuevo trabajo.

Mi omega estaba lastimado y dolido con los alfas, y no lo quería culpar después de lo que pasó. Cuando me di cuenta que Yoongi, mi nuevo jefe, era uno, los vellos se me erizaron y subí mis barreras al tope, pero luego de ver que sus ojos se desviaban a solo un lado de la habitación, a alguien en específico, pude relajarme un poco.

Mi nuevo jefe era un alfa que se veía un poco serio, un poco suave y no sonreía mucho, pero cuando lo hacia sus encías se mostraban. Sus sonrisas más grandes eran cuando su asistente entraba a la habitación, un lindo omega más pequeño que yo de cabello rubio, aroma dulce y personalidad tierna... me preguntaba si eran algo.

De todos modos, las condiciones eran buenas y los dos me habían ayudado a mudarme cuando les dije que nunca había estado en Seúl. Cuando hablé con Yoongi los moretones aún eran visibles por lo que tuve que explicar la razón y la situación que viví. Sin embargo, me alegré porque no me dio una mirada de lástima, sino de admiración y me dijo que era fuerte por haber sobrevivido y salir de ese lugar; nunca me habían dicho algo como eso al saber mi historia. Era consciente de que no había muchas personas así de afables y esperaba toparme con la misma suerte en la empresa.

Sabía que me veía un poco receloso a todos los que me hablaban y que en la oficina podría ser igual, por el momento mis sonrisas no eran del todo sinceras, pero tenía la esperanza de poder sanar. Era lo que más quería.

Termine de arrastrarme a la cocina y noté que no había comprado nada de comida, solo tenía cosas que si combina había peligro de que se convirtieran en algo asqueroso o seriamente peligroso, y realmente no tenía ganas de salir.

Consideré pedir comida express, pero no me fiaba de los repartidores. Era difícil encontrar un alfa entre ellos, pero había aprendido a la mala que todo era posible. No me fiaba de nada.

La opción era salir yo mismo por algo, pero me sentía de la mierda. Esto definitivamente era un contra de vivir solo, no lo había pensado cuando le dije a Jin que podía yo mismo a pesar de su insistencia en venir al oír mi voz nasal por el teléfono.

Una irritante voz en mi cabeza decía que por esto ocupaba un alfa, repetía los comentarios de Seo Joon diciendo que era un inútil, que no servía para nada y demás barbaridades que tuve oír durante años; pero yo la tiré lejos mientras me ponía el suéter más grande y caliente que pude encontrar y salía.

Yo no necesitaba a nadie.

No estaba cerrado a la posibilidad de conocer a alguien, pero quería un tiempo para que mi lobo lamiera y sanará las heridas por si mismo. Además, ya no era el inocente niño que cayó en las redes del primer alfa que le habló bonito. No, yo era Jeon Jungkook y tenía la fuerza para sostenerme por mí mismo.

✾ No serás mi Omega ✾ [Taekook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora