𝐃𝐢𝐬𝐭𝐫𝐢𝐜𝐭 𝟗 ➵ 𝘮𝘪𝘯𝘴𝘶𝘯𝘨; 𝘴𝘬𝘻

𝟎𝟏𝟕

"El es algo peligroso"

Por alguna razón esa frase se mantuvo dando vueltas por mi mente el resto del día, la curiosidad me mataba lentamente.

Una de mis cualidades más destacadas era la curiosidad que poseía por todo mi alrededor, de hecho, si no fuera por mi constante curiosidad, quizás siquiera sabría que soy un maldito homosexual.

Reí mentalmente ante mi última oración, después de todo eso es lo que soy.

Intente negarlo reiteradas veces y cuando estuve apunto de cambiar de opinión, llegaba Jaemin con su hermosa sonrisa y brillantes ojos, con sus labios rojizos y suaves, sus labios, quienes me robaron mi primer beso, sus besos, cuales me provocaron suspiros ahogados, llevándome a la desesperación. Realmente recordar a Jaemin me provocaba un vacío enorme, si no lo hubiera conocido ¿nada de esto estaría pasando?, pero no es de algo que me arrepienta realmente, eso es lo peor, no puedo arrepentirme de haberlo conocido. Jamás podría arrepentirme de todos esos encuentros a escondidas, ni de todos esos besos fugases bajo las sábanas, llenos de inocencia y ternura.

No puedo odiarlo, ¿es tan malo todo esto?, no puedo olvidarlo, ¿que tan jodido estoy?

He reflexionado bastante sobre este tema y llegue a la conclusión de que solo necesito algo más de tiempo. Su recuerdo aún duele, porque lo sigo amando, a pesar de todo, su ausencia se hace notar, fue la primera persona en mostrar verdadero interés en mi, fue la primera persona que puso mi mundo de cabeza y por el momento, la única.

Jaemin se convirtió en un lindo y doloroso recuerdo, pero no era un dolor insoportable, es uno de esos dolores contantes con los que puedes vivir y te vuelven más fuertes.

- Jisung.- dijo Felix mientras golpeaba suavemente mi hombro.

- ¿Si?.- respondí al instante.

- ¿No escuchaste lo que te dije verdad?.- negué con la cabeza.- es el receso, tenemos que comer algo, muero de hambre-. dijo tranquilo.

Observe mi alrededor y al salón ya estaba completamente vacío, a excepción de nosotros dos. Abrí los ojos con sorpresa por lo rápido que había transcurrido la clase.

Asentí y nos levantamos al insomnio, sin decir ni una sola palabra más tomamos nuestras cosas y comenzamos a caminar a la que sería la cafetería.

Al llegar Felix compró su almuerzo y lo seguí comprando unas pocas alitas de pollo, mi estómago rugía de la felicidad. Nos fuimos directo a una mesa más o menos apartada y comenzamos a comer en completo silencio.

Estaba realmente feliz y concentrado en esas deliciosas alitas de pollo, que de alguna forma me recordaba a esas tardes de películas y llenas de mimos con mamá.

- Hijo, eres un verdadero llorón.- solía decir aquella dulce mujer después de cada película triste que veíamos para pasar el tiempo.

He intentado no pensar en ella, pero a pesar de todo ruego por su seguridad, temo de ese horrible hombre que se hace llamar mi padre y temo cada segundo por lo que es capaz de hacer, le temo, le temo muchísimo.

- Lee know.- susurró Felix.

- ¿Qué?.- pregunté desconcertado.

- Lee know te está mirando.- susurró cerca de mi oído.- mierda Jisung, ¿le hiciste algo?

- Espera, ¿qué?.- creí escuchar mal.

Lo busque rápidamente con la mirada, se encontraba unas mesas más lejos de nosotros, sentado con un lindo chico rubio y efectivamente su mirada penetrante estaba posada en mi, lo mire directo a los ojos sin entender que era lo que quería realmente, una pequeña sonrisa ladeada apareció en su rostro, al notar lo que hizo desvío la mirada al instante y comenzó a hablar con aquel chico.