𝟎𝟑𝟗

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Jisung despertó con un gritó alarmado por su ultimo recuerdo antes de caer desmayado. Se encontraba sobre un incómodo sofá gris con un tranquilo jaemin frente a él, tendiendole un vaso con agua con sorprendente tranquilidad.

El castaño lo miró mal.

– Tomala sunggie, tienes que hidratarte, lo que aspirante es mal para la salud.

Dijo con un tono preocupado, lo cual alteró de forma espontánea a han.

– ¿Es una maldita broma?, ¡fuiste tú quien me hizo aspirar eso! – gritó.

– Si no lo hacía no ibas a escucharme.

– Ni lo haré ahora – dijo jisung posando sus manos sobre sus oídos.

– ¿Acaso tienes 5 años? – suspiró.

Jisung lo ignoró por completo.

– Esto es importante, de verdad, déjame contarte, luego puedes irte he ignorar mi existencia con tranquilidad, por favor.

Jaemin rogó a lo cual jisung asintió.

– Estas en peligro – dijo por fin el ahora castaño.

Todo había comenzado meses atrás, cuando jaemin y jisung habían comenzado su relación. Tanto el padre del castaño como el de él eran unos totales idiotas y homófobos. La joven pareja se habían conocido en el baño de la escuela, una vez que jisung limpiaba la sangre de su rostro, por la gran paliza que le había dado mark unos minutos atrás. Jaemin al ver al chico llorando lo intento ayudar, a lo cual el castaño asintió entre lágrimas.

Allí fue cuando sus ojos se conectaron por primera vez y esos sentimientos indeseados salieron a flote. Los chicos hacían lo posible para verse a escondidas, ya que el padre de jisung le prohibía las salidas, tenía que ir de casa a la escuela y viceversa. Aveces el pelirosa se escapaba por las noches y con dificultad trepaba las paredes hasta llegar a la ventana se su querido han, el cual lo esperaba ansioso cada día de la semana. Todo fue felicidad, hasta un día en particular. Los dos chicos se dieron un beso de despedida en los baños de la escuela una vez que el timbre sonó, teniendo que separarse.

– Nos vemos luego sunggie – se despidió jaemin con una enorme sonrisa.

Jisung solo sonrió, salió corriendo del baño para dirigirse a su clase. Jaemin miró su reflejo en el espejo y la felicidad le salía por los poros, se sentía el chico más afortunado del mundo y lo era.

Unos aplausos lo volvieron a la realidad, vio tras su reflejo y renjun salía de uno de los cubículos alegremente haciendo que el pelirosa se alarmara.

– Renjun, no es lo que crees – dijo de inmediato jaemin.

– ¿Así que me habías rechazado por ese mocoso? – se burlo el castaño.

– No le digas así – reclamo el pelirosa.

– No lo defiendas, ¡mierda!, ¿por esa basura me rechazaste? – escupió – y tan heterosexual que te pintabas.

– Te ruego que no le digas a nadie, por favor renjun, te lo ruego – le suplicó.

El nombrado comenzó a reír y desde ese día toda su vida cambiaría. Renjun había comenzado a extorcionarlo, a pedirle encuentros en cambio de silencio. Lo amenazaba con que iría donde el padre de jisung y le diría todo, jaemin no podía permitirlo, sabía como era su padre y no quería que lo lastimaran. Él padre de renjun era un importante empresario, dueño de los distritos de criminales más famosos del mundo y con tan solo imaginar de lo que eran capaces lo hacía temblar del miedo y la angustia de su futuro, que ahora se veía lejano.

Todo se fue a la mierda el día en que jisung los descubrió en el baño. Jaemin estaba siendo amenazado por el castaño en esos momentos que entró inesperadamente el amor de su vida.

– No, es la verdad – renjun lo miro – él jamás se interesaría en una persona como tú – lo recorrió con la mirada – ¡solo mírate! – grito fuertemente

– Lo siento, no debí interrumpir– susurró jisung saliendo rápidamente.

Jaemin observó como su pequeño novio salía a toda velocidad del baño y por instinto iba a ir tras él, pero la mano de renjun sosteniendo su hombro lo detuvo.

– Ya no tendremos interrupciones – dijo con una enorme sonrisa – si no me obedeces ya sabes que ocurrirá.

El pelirosa comenzó a llorar mientras el castaño abrazaba risueño su espalda.

Pasaron unas semanas y jaemin decidió escaparse he ir a la casa de jisung, necesitaba explicarle, necesitaba su amor.

Pero todo se complicó con la llegada del padre de han, unos hombres lo tomaron por los hombros y lo subieron a una camioneta, renjun estaba dentro de ella sonriendo como un loco.

– ¿Qué ibas a hacer bebé?

En esos momentos

– Por eso estoy aquí jisung, renjun hizo cosas terribles. Al final me aburrí, no podía soportar más el dolor y le dijo todo a mi padre, pero como era de esperarse no quería que nadie se enterara y me hizo entrar "de forma voluntaria" o eso fue lo que le dijo a todos – explicó – yo no sabía que estabas aquí, jisung cuando te vi sentí un gran alivio, yo creí que tu...

Jaemin bajó la cabeza ocultando sus rebeldes lágrimas acumuladas en sus ojos.

– Yo creí que tu estabas muerto – dijo finalmente, jisung estaba en shock.

Pasaron unos 5 minutos y el castaño se levantó dispuesto a irse.

– Lo siento mucho jaemin, por todo, pero no quiero seguir aferrado a mi pasado.

– No entiendes han, él no te quiere vivo, él me dijo que estabas muerto, ¡tú padre me echó a patadas cuando fui a preguntar por ti!, ¡no lo sabía!

– Renjun es hijo del director – repitió.

– Por favor jisung, él está loco, no sabes – lloró – las cosas horribles que me obligó a hacer, ¡es un monstruo!

Jisung se encontraba en modo de shock, no podía procesar lo que acababa de salir de la boca de jaemin, solo asintió y corrió a toda velocidad a la torre de los aislados en busca de minho, necesitaba sentirse protegido, necesitaba a minho en esos momentos, más que nunca. Al llegar abrió la puerta de la habitación, la recorrió con la mirada y para su mala suerte estaba vacía, lo que hizo que cayera en una desesperación absoluta, se lanzó sobre la cama temblando y soltó todas las lágrimas retenidas. Jisung pensaba que no era justo, no era justo que su vida fuera así.

¿por qué tenía que ocurrirle esto?

𝐃𝐢𝐬𝐭𝐫𝐢𝐜𝐭 𝟗 ➵ 𝘮𝘪𝘯𝘴𝘶𝘯𝘨; 𝘴𝘬𝘻Where stories live. Discover now