𝐃𝐢𝐬𝐭𝐫𝐢𝐜𝐭 𝟗 ➵ 𝘮𝘪𝘯𝘴𝘶𝘯𝘨; 𝘴𝘬𝘻

𝟎𝟏𝟖

Semanas después.

Caminábamos con Felix y Jeongin hacia el campus a encontramos con Seungmin. Hoy era viernes y quedamos en ver una película, obviamente en nuestra habitación, ya que no teníamos permitido salir del internado.

El pelirrojo se emocionó muchísimo cuando le dijimos sobre la idea y no dejo de hablar sobre ello en toda la semana. Minnie se había integrado muy bien a nuestro pequeño grupo y eso me hacía completamente feliz.

Era realmente sorprendente ver a todos los internos vestidos con ropa casual, incluso las chicas resaltaban muchísimo entre la multitud. Estábamos obligados a usar una pulsera que indicara de que torre somos y teníamos prohibido cubrirlas o algo por el estilo, para evitar malos entendidos llevaba una remera blanca sin mangas y dejaba a la vista mi pulsera del mismo color.

Llegamos al punto de encuentro y vimos al lindo pelirrojo sentado sobre una banca, traía unos shorts cafés hasta la rodilla, un suéter negro con puntos rojos y una linda mochila rosa, se encontraba abrazando sus piernas intentando cubrirlas del frío.

- ¿Por qué te vestiste así con el frío que hace?.- susurre dulcemente en su oído.

Me miro sorprendido y bajo la mirada triste.

- ¿No me veo lindo?.- avergonzado.

- Minnie te ves hermoso, jamás dije lo contrario.- acaricié su rostro.

- Es verdad bebé, luces como un verdadero príncipe.- me siguió Felix.

- Bueno, la verdad no me gusta como te queda ese suéter.- dijo Jeongin inocentemente y el rubio le dio un suave golpe en el brazo.

Seungmin lo miro indignado.- ¡A mi tampoco me gusta tu suéter!, te ves como un bobo.

Jeongin observó su suéter celeste al instante y miró a Felix pidiendo una explicación.

- ¿Qué?.- preguntó Felix por la mirada del menor.

- Dijiste que me veía lindo.- se cruzó de brazos.

- Ambos se ven hermosos, dejen de pelear, parecen niños pequeños.- dije tomando sus manos obligándolos a caminar.

Era la verdad, ellos eran unos niños pequeños para nuestros ojos, incluso yo era un niño pequeño a los ojos de Felix, es como si él fuera nuestro ángel guardián, siempre nos protege de todo. Caminamos tranquilamente hacia la torre, tuvimos que conseguir una pulsera blanca para que dejaran entrar a Jeongin, ya que él pertenecía a la de los aislados, pulsera negra. Aún no lograba entender porque pertenecía a esa torre, se supone que las personas de allí son peligrosos y mantienen muchísima más vigilancia en ese sector. Observaba a Jeongin con una sonrisa maravillosamente inocente, nada tiene sentido, ¿cómo podía estar en ese lugar?

- Felix.- dijo alguien tras nosotros.

- ¿Changbin?.- lo miró extrañado.- ¿qué haces aquí?.- desafiante.

- Necesito, necesito llevarme a Jisung.- dijo mirándolo a los ojos.

- ¿Qué?.- lo mire incrédulo sin saber qué más decir, Felix se veía completamente enfadado.

- No.- respondió cortante el rubio.- ya dije que no, ahora vete.

- Sabes que no puedo irme.

- Véte, ¿quieres que te vuelva a golpear?.- gritó Felix, abrí exageradamente mis ojos.

¿Felix golpeando a alguien?, yo si pagaría por ver eso, necesito ver eso. La curiosidad que sentía en ese momento era agotadora.