𝐃𝐢𝐬𝐭𝐫𝐢𝐜𝐭 𝟗 ➵ 𝘮𝘪𝘯𝘴𝘶𝘯𝘨; 𝘴𝘬𝘻

𝟎𝟒𝟎

Al caer sobre la cama algo lo golpeó en el vientre, lo cual lo hizo levantarse de inmediato. Levantó las grandes sábanas para averiguar que había bajo de ellas, al encontrar lo que había provocado su dolor lo hizo alarmarse inmediatamente.

– ¡Que mierda! – gritó.

Una gran arma color negro se encontraba sobre el colchón donde jisung se había recostado hace unos minutos atrás. El sonido de la puerta abrirse lentamente solo lo alarmó aún más.

– ¿Jisung? – preguntó minho tras de él, dejando al menor paralizado.

El pelinegro comenzó a caminar hacia él, miró hacia la dirección que jisung apuntaba y entendió el comportamiento del castaño, quién estaba inmóvil.

– Jisung... tranquilízate – susurró tras él acariciando sus hombros.

– ¿Por qué tienes eso aquí? – preguntó alarmado, safandose del toque de minho y alejándose lo más rápido que pudo.

Después de la conversación que tuvo con jaemin, estaba alarmado, tenía miedo. Sabía que minho no que haría daño, pero aún así no podía controlar los nervios que sentía en esos momentos. Él pelinegro lo miraba decepcionado y por su comportamiento de temor hacía él.

– ¿Crees que te haré algo? – preguntó el pelinegro tomando el arma entre sus manos mientras se acercaba al castaño.

Minho cargo el arma de forma rápida levatandola y apuntando la cabeza del menor, quien lo miró horrorizado mientras el miedo recorría su cuerpo haciéndolo temblar descontroladamente.

– Mi-minho, ¿qué haces? – tartamudeo.

– ¡Responde mi pregunta! – gritó asustando a han, quien comenzó a llorar.

El pelinegro presionó el arma en la frente de su pequeño amante, estaba enojado y decepcionado.

– Que triste que creas eso – dijo mientras se alejaba y lanzaba el arma al otro lado de la habitación ahogando un grito.

Jisung cayó al piso dejando salie todas sus lágrimas con pequeños gemidos de horror, minho lo observaba del otro lado.

– ¡Levántate! – le gritó.

Pero las piernas de jisung no respondían. El pelinegro se paró frente de el y lo tomó de los hombros haciéndolo levantarse con algo de dificultad, mientras aún lloraba descontrolado haciendo que minho lo rodeará con sus fuertes brazos en forma de consuelo y amor...

– Si vuelves a husmear entre mis cosas o vuelves a desconfiar de mi, no responderé jisung – susurro en su oído a lo cual el castaño asintió de inmediato.

Minho acarició su cabeza con ternura.

– Te amo hannie, ve a lavar tu rostro, voy a preparar algo de comer – le ordenó.

Jisung obedeció y se dirigió al baño de la habitación, encerrándose en él y hacer lo que minho le había ordenado, refresco su rostro y espero que su cuerpo dejara de temblar para así salir tranquilamente.

Sabía que había estado mal desconfiar del mayor, no podía mentirse así mismo, minho le encantaba y no iba a dejarlo fácilmente, aún así cuando el también pudiera aumentar su temor, le daba seguridad su presencia y autoridad.

– Llevas tiempo allí dentro han, ¿estás bien? – pregunto tras la puerta.

– Sí sí, salgo enseguida – respondió jisung abriendo la ya mencionada.

Observo la mesa de la cocina y sobre de ella habían variedades de comidas instantáneas que hicieron su estómago rugir. Jisung sonrió y se sentó aún lado del pelinegro quien ya había comenzado a comer al notar la presencia del castaño.