𝟎𝟐𝟗

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Dos semanas de que todos los aislados nos encontrábamos en completo castigo, sin comida, ni luz del día, por una estupida desaparición. Por lo menos así era con el resto de los internos, yo tenía mis privilegios desde que llegué aquí con 17 años y me volví parte de la mafia de narcotráfico tras este distrito. Para mi no existían las necesidades ni nada parecido, lo tenía todo en este horrible lugar. Ya con mis 21 años de edad, me encontraba en un rango muy alto, pero aún así me sentía miserable. Mi condena de 6 años de disciplina se volvieron en manipulación.

Se supone que aquí vienes a curarte, a ser mejor, deciplinarte. Son pura mierda.

Aquí aprendes a sobrevivir, a hacerte respetar, aquí vienes a imponer, golpear y matar. Aquí logras describir el temor, el que si no obedeces te jodes de hambre y listo. Aquí en la torre c, hay de todo un poco cerca de el infierno.

Es simple este lugar.

En los aislados se encuentran desde menores de edad que cumplen condena por violencia, secuestro, homicidio y violaciones, entre otros. Aquí es donde juntan en un mismo patio a chicos inocentes con monstruos sin piedad como nosotros y hacen parecer todo esto como un buen lugar de disciplina.

Un claro ejemplo de todo esto, jisung.

Un chico de 17 años que está aquí por ser homosexual bulimico, compartiendo palabras con un violador asesino y bipolar como yang jeongin.

¿Qué cosas buena podría salir de eso?

Los aislados ven a los perdidos como unos muñecos para su propio placer. Son chicos inocentes desde los 14 años abandonados por los padres en otras palabras. Los reclutados son un chiste más grande, se supone que están aquí por voluntad propia, para disciplinarse y la mayoría sigue las órdenes del director para exportar la droga por todo Seúl y hasta el resto de corea.

Solo pienso que solo 2 años y y podré salir de todo esto, ¿pero qué sentido tenía?, ¿ser libre de cargos que me seguirán por el resto de mi vida?, no es como si no pudiera irme hoy, aquí dentro o no soy prisionero de esta estupida y horrible mafia de la cual pronto seré oficialmente líder rango A, mierda tras otra.

Comence a vagar en mi mente y los tontos recuerdos de ese mocoso entre mis brazos me hacían flipar, su exquisito olor a inocencia me volvió loco.

No he podido dejar de pensar en él.

Estas dos semanas han sido un infierno soñando con ese chico en mis brazos.

Sus débil respiración contra mi pecho y sus bobos susurros durmientes, me hicieron sentir extrañamente atraído.

¿Debería ir a verlo?, digo para saber si se encuentra bien en estos momentos.

Necesitaba sentir esos débiles brazos contra mi una vez más.

Sin siquiera volverlo a pensar salí de mi habitación. Unos guardias se encontraban armados en las puertas de la torre, así que para menos escándalo, baje sigilosamente al sótano y salí por una de sus ventanas.

Es tan sencillo siempre – pensé.

Camine tranquilamente por el gran campus y en menos de 5 minutos me encontraba fuera de la torre A, como era de esperarse los guardias se encontraban obviamente armados, pero al mismo tiempo dormidos.

– Cuanta seguridad – dije una vez dentro.

Me sentí inseguro, no sabía que decirle, siquiera se porque vine de todos modos.

Aprete el botón del ascensor y espere unos segundos ansioso. Al llegar me subí a este y presione el botón.

Una vez ya fuera de su puerta un choque de realidad me golpeó en la cara.

𝐃𝐢𝐬𝐭𝐫𝐢𝐜𝐭 𝟗 ➵ 𝘮𝘪𝘯𝘴𝘶𝘯𝘨; 𝘴𝘬𝘻Where stories live. Discover now