𝐃𝐢𝐬𝐭𝐫𝐢𝐜𝐭 𝟗 ➵ 𝘮𝘪𝘯𝘴𝘶𝘯𝘨; 𝘴𝘬𝘻

𝟎𝟐𝟐

Ya bastantes días habían pasado del escándalo con Minho y no lo volví a ver desde entonces. Mentiría si dijera que no esperaba con ilusión que entrara a primera hora a la clase de matemáticas con esa mirada inexpresiva y esos ojos color negro penetrantes. O encontrarlo en la cafetería junto a changbin, pero ni rastros daban los aislados por esos pasillos. En distintas ocasiones intente preguntarle a felix si sabía algo de ellos, pero solo me ignoraba o cambiaba de tema rápidamente, haciendo que mi imaginación y curiosidad aumentarán.

Nos encontrábamos felix, jeongin y yo sentados en la cafetería, cuando la ausencia de seungmin se me hizo notable.

- ¿Y minnie?-.pregunté.

- No lo sé, pero estamos mejor así, ¿cierto sunggie?-. me sonrió jeongin.

- No lo he visto desde ayer en biología-. respondio felix.- debe estar por allí con sus otros amigos, supongo.

Asentía sin decir palabra alguna, me sentía extraño. Felix al igual que yo estábamos muy distraídos y callados, mientras jeongin se encontraba a mi lado con sus manos sobre mis piernas, sonriendome y contando cosas que la verdad no entendía.

Felix se estaba comportando muy extraño, más de lo normal y eso me estaba inquietado, sumando que jeongin no se despegaba de mi ni un segundo. No podía sacar de mi mente chismosa el por qué estos aislados no se habían presentado estos días, quizás esa es la razón de porque felix se comportaba así.

- Chicos, me tengo que ir, los veo en un rato-. Dijo felix interrumpiendo mis pensamientos y alejándose rápidamente de nosotros.

- Adiós -. se despidió dulcemente el menor.

Observe como el pecoso atravesaba la puerta de la cafetería y se perdía en los crudos y fríos pasillos del distrito. Mire directamente a mi pequeño amigo, quien atentamente me miraba emocionado.

- Dime jeongin, ¿por qué se esta comportando tan raro?-. pregunte mientras acercaba a mi boca un pequeño trozo de sándwich.

- No lo puedo decir hannie-. rió dulcemente el pelinegro.- es un secreto.

- ¿Un secreto innie?.- lo mire triste.- ¿y por qué yo no puedo saberlo?

- Porque felix me pidió que no le contara a nadie, así son los secretos-. dijo mientras sus manos subían y bajaban sobre mis muslos.

Miré cuidadosamente las grandes manos del menor jugando sobre mi, por una extraña razón me sentía incómodo.

- Sabes hannie, te puedo decir el secreto.- susurró en mi oído.- pero con una condición.

lo miré extrañado y pregunté:

- ¿Cuál es?

- Tienes que darme un beso, aquí-. dijo posando sus dedos sobre sus delgados labios.

𝙁𝙚𝙡𝙞𝙭.

Al salir de la cafetería caminé rápidamente por los pasillos apresurandome a la salida que daba al campus, mire por mis espaldas para asegurarme de que a jisung no sé le hubiera ocurrido seguirme, lo cual era una alta posibilidad y al girar, me sorprendió el no verlo seguir mis pasos sigilosamente.

El patio estaba casi vacío, las hora del descanso ya estaba por acabar y todos volvían a sus clases.

El día estaba nublado, una brisa helada me hacía temblar y al mismo tiempo pensar en porque no pude tomar un abrigo antes de salir del cuarto. Maldiciendo el estupido uniforme blanco.

Apresure el paso dirigiéndome a la horrible y gran "mansión" rústica, que servia de oficina para los maestros, jefes y quien sabe que cosa más.

Al llegar abrí la puerta de entrada y recorrí esos ya conocidos pasillos que tanto les temía. Acerque mi mano al picaporte de la gran puerta negra frente a mis ojos, la abrí lento, mientras mi cuerpo sudaba fríamente como el triste día a las afueras del distrito.

Entre tembloroso, cerrando la oscura tras de mi.

- ¡Tardó mucho señor lee!-. exclamó la voz protagonista de mis peores pesadillas.

- ¿Qué haga que cosa?-. pregunte exaltado, alejando las manos del pelinegro de mi.

- Si quieres saber el secreto, tienes que besarme-. dijo jeongin fríamente.

Mentiría si dijera que voz no me perturbo la extraña petición del menor, pasó de ser un tierno jeongin a uno que jamás había conocido.

- Esta bien jisung, no lo hagas-. se levantó de la mesa-. no hay secreto para ti hoy-. dijo mientras se alejaba enojado de la mesa en la que hace unos minutos, juguetón acariciaba mis piernas.

El timbre sonó y me levanté enseguida para dirigirme a mi última clase del día, mientras una extraña sensación se apoderaba mi estómago.

- Bueno fue un largo y duro tiempo sin dar señales de vida por aquí. La verdad estoy muy agradecida y sorprendida por la cantidad de bellas personas que se han tomado el tiempo de leer mi fanfic, no pensé ni me imaginé que alguien leería esto. De verdad muchas gracias por todo el apoyo y la paciencia que han tenido algunas personas hacia mi. Estos meses no han sido fáciles, pero quiero seguir haciendo lo que más me gusta y me hace muy feliz tener este hermoso apoyo. Espero se encuentren muy bien y cuídense muchísimo. Bel♡