The Hate U Give || Albalia

24. Vacío

Los días posteriores a su visita a la capital mexicana no fueron fáciles para Alba. Frustrada por la hoguera que envolvía sus redes sociales.

Lo cierto era que había sido fotografiada junto a Natalia la noche que salieron juntas a visitar aquella ciudad, cosa que tan sólo había incrementado el hype en los medios, entre ellos sus redes sociales.

Para ayudarla, Isaac le concertó una entrevista con alguna revista de las tantas que se peleaban por conseguir la exclusiva. En dicha conferencia, Alba negó todo como una posesa y, aprovechando la mala calidad de las imágenes, alegó que las fotografías tan sólo habían sido tomadas en un mal ángulo.

Sabía de sobra que ninguno de sus fans iban a creerla, pero al menos alejaría a la prensa de su asistenta y, por ende, de la relación que ambas mantenían.

La cruda realidad es que los medios no eran partidarios de visibilizar una pareja LGBT, razón por la que no insistieron en el tema y volvieron a dar sucias esperanzas de que la ex triunfita mantuviera algún tipo de relación con su compañero Joan.

-Si es que la heteronorma siempre va a estar presente— se quejó tras leer el último artículo que su amigo le había enviado por WhatsApp—, hasta el coño de que siempre me emparejen con tíos.

Julia la escuchó desde el pasillo, mientras se dirigía al salón.

-Uy, la pulga está de mala hostia, mejor me voy— fingió coger su bolso y salir por la puerta, como si verdaderamente estuviera huyendo del mal humor de su amiga y no porque tenía una entrevista con un portal de prensa.

-Muy graciosa— le enseñó la lengua con burla.

-Pasa de ellos, Alba, que te coman el coño— le guiñó el ojo una última vez antes de desaparecer por la puerta y dejarla perdida en la soledad de su apartamento.

Sonrió recordando las últimas palabras de su amiga gaditana y decidió responderle a Joan.

"Harta me tienen"

"Cambiando de tema, ¿te hace una tarde de palomitas y Netflix?"

"Hace mucho que no te veo"

Escribió rápidamente y bloqueó el móvil, no sin antes admirar su nuevo fondo de pantalla. A pesar de que sabía que estaba perdida si una persona específica llegaba a verlo, había decidido cambiar una foto de su gata por la que le tomó a Natalia aquella vez en la cama, la noche que fue a buscar su cariño.

Así que ahora tenía una foto de la navarra y Queen de fondo de pantalla.

"Claro"

"¿En tu casa o en la mía?"

La rubia sonrió al teléfono a la vez que escribía una respuesta.

"Julia se ha ido, tenemos la casa para nosotros dos solos..."

"Suena tentador, estoy ahí en media hora"

Se carcajeó sin poder evitarlo. Adoraba cuando su amigo le seguía las bromas sin ningún tipo de tapujos.

Tal y como dijo, su amigo tardó media hora en llegar. Traía consigo una bolsa cargada de galletas, gominolas y patatas, cosa que puso muy contenta a la alicantina que comenzó a saltar como una niña pequeña.

-Te he echado de menos— confesó abrazándolo cuando se sentaron en el sofá, justo en frente de la enorme pantalla de plasma que adornaba el rústico salón.