Capítulo 3

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Kawahira reía en sus adentros, sabia que un día alguien encontraría el libro que el mismo escribió y que aún escribía de vez en cuando.

La historia... Esa historia que nunca nadie quiso leer, pero que debieron hacerlo.

Sawada Tsunayoshi.

Akiyama Ena.

Kozato Emma.

Nakamura Seina.

Suzuki Den.

Cinco personas con destinos marcados desde su nacimiento, un destino que los llevaría a la muerte sin duda alguna.

Esperaba los cinco cumplieran sus deseos... Antes de que el Tri-ni-set reclamara su premio.

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Por el lado de Mukuro, este había encontrado a Byakuran cerca de donde Lal había dado a luz a su hijo y se lo llevo a rastras.

Mukuro-kun... ¿A donde vamos?— Preguntó el albino algo cansado de estar corriendo para seguir a su novio.

Vamos a con los Guardianes de Erina. Apenas dijo aquello, se encontró con los gemelos Haider.

Rikuto e Ikuto habían regresado de vigilar a Oliver y Kaiyo por ordenes de Erina. Aunque inicialmente Kaori y Gakuto se los habían ordenado, pues ambos no querían que el azabache tocara más de lo necesario a la peliverde.

Y Eiji los mataría si lo dejaban salirse con la suya.

Supongo que iré a dormir ahora...— Ikuto ya se preparaba para irse a su habitación, cuando de repente fue halado junto a su hermano por el de cabellos índigos y el albino.

—¿Mukuro-san a donde nos lleva?— Preguntó el mayor de los gemelos haciendo una mueca por un pequeño dolor en su muñeca.

Con los demás, hay algo que tengo que contarles a todos — Fue lo único que contestó.

Ikuto no tuvo intenciones de preguntarle algo más, pues sabia cual seria la respuesta.

Llegaron rápido a donde se suponía estaban los demás Guardianes de Erina, la tercera al mando de Campell y hermana de Ena.

Esta platicaba a gusto con Kaori y Arcad, aunque no se le viera en el rostro, el pequeño estaba emocionado.

Gakuto quien estaba platicando con Yu, Arata y Raito, el ojidorado se dio cuenta de la presencia de aquellos cuatro que venían corriendo, se cuestionó el porque, pero decidió esperar a que se estrellaran con la mesa de Erina.

Por suerte el de ojos bicolores pudo parar a tiempo antes de llevarse la mesa de té.

Traigo una nueva noticia sobre Tsunayoshi-kun y Alondra-kun Aquello llamó la atención de todos, incluidos Yu y Byakuran.

Pues todos se habían dado cuenta de la química que parecían tener los dos.

Sientate y suelta la sopa Mukuro Habló Erina interesada en el asunto.

Mukuro hizo caso y se sentó justo a un lado de la pelinegra, tomó una galleta y procedió a comerla antes de hablar.

Estaba fuera del cuarto de Lal Mirch esperando a Seina, pues teníamos un asunto que arreglar con el repartimiento de comida para las cajas armas. Observe llegar a los dos con la pequeña I-pin en brazos, pareciendo una familia de pelinegros, así que le pregunte a Tsunayoshi que si no había pensado en casarse con Hibari Todos se habían acercado y tomado asiento cerca.

El Mar del Cielo [KHR]Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang