El Mar del Cielo [KHR]

Capítulo 5

Después de aquella platica, Squalo se retiró junto a Mukuro.

El primero por preparar las habitaciones de los invitados y el segundo por ir a esperarlos al aeropuerto.

En la entrada de la mansión ya le esperaban M.M y Fran, quienes lo acompañarían en ese pequeño tiempo, al verlo ambos hicieron han reverencia.

—Buenos días Maestro — Saludo con su cara inexpresiva el pequeño francés.

—Buenos días Mukuro-chan— Saludo la pelirroja francesa.

—Buenos días a ambos... ¿Nos vamos?— Respondió y ambos asintieron a su pregunta, se dirigieron al auto que los esperaba un poco más adelante.

Al entrar, este arrancó se inmediato y los llevó al aeropuerto.

—¿Como será la madre de Seina-chan?— Cuestionó M.M.

—Vamos a conocerla después de esto, pero hasta donde he escuchado de Jun, es la hija mayor de la difunta arcobaleno del cielo, Luce.— Contestó mirando por la ventana.

—Debe ser una persona impresionante, como Tsuna-nii— M.M asintió de acuerdo a las palabras de Fran.

—Esperemos que sea así, pero hasta donde se, ¿dos de sus hermanos vienen no?— Mukuro asintió como respuesta a la pregunta de la pelirroja.

—Nakamura Raven y Nakamura Rian, dos miembros importantes de Campell, se podría decir que están a la altura de Jun en poder.— Los dos franceses abrieron sus ojos con sorpresa.

No creían que hubiera alguien en Campell con la misma fuerza y habilidad que la maestra de la pelirroja.

—¿Eso no es un tanto peligroso?— Cuestionó el peliverde.

—Oh claro, pero la Aaron antes de cambiar, les ordenó proteger el pacificador del viento. Por lo tanto estarían bajo la vigilancia de la sede americana, sus mismos padres los custodiarían— Explicó el ilusionista mayor.

—Vaya~ los miembros de Aaron son demasiado impresionantes.— Soltó la francesa.

—Lo son, no se como pueden ser tan increíbles y ser humanos al mismo tiempo— Sin darse cuenta habían llegado ya al aeropuerto.

Los tres bajaron y se dirigieron al lugar de espera para los que llegaran de Estados Unidos.

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Las sirvientas acomodaban las habitaciones que serían para los invitados de sus amos.

Debían preparar tres separadas, una para la madre de Seina, otra para Raven y la ultima para Rian.

Fueran hermanos o no, no soportaban la presencia del otro.

—Me preguntó porque los jóvenes no de llevaran bien...— Se cuestionó una de ellas.

—¿Oh, no lo sabes?— Soltó otra.

—No, ¿tu lo sabes?— Su compañera asintió y miro a todos lados.

—Dicen que es porque tienen distintas madres, pero que todos consideran a Ophelia-sama su madre verdadera— A quien le revelo aquello abrió sus ojos en sorpresa.