El Mar del Cielo [KHR]

Sawada y Katsuki

El ultimo pero no menos importante clan de Japón.

Los Katsuki.

Un clan con diecisiete ramas secundarias sin embargo, seis de ellas sobresalían junto a la principal. ¿En que se especializaba este clan que no envidiaba nada a los Yabuki y los Hitoshi? Por supuesto ellos se entrenaban en el tiro al blanco, ósea el arco.

Los Katsuki, la familia principal tenia de orgullo a Katsuki Dakari, la arquera estrella de todo el clan. Sin embargo, por haber nacido como la segunda y no primera que su hermano Katsuki Yu, no le daba el derecho de ser cabecilla de la familia.

Como muchos habrían deseado.

Las ramas que la apoyaban eran las mismas que sobresalían en arquería, entre los futuros lideres de sus familias se encontraban, Kairi Ren y Kairi Ran; los arqueros gemelos, Kazuya RyuJi, Kamui Kirika, Kasumi Kokoa, Katori Mika y Kaname Eiji.

La villa de los Katsuki no era silenciosa.

Los gritos de euforia se escuchaba desde la puerta principal, apoyando a quien fuera que estuviera practicando su puntería en ese momento.

Justo al entrar pudieron observar la gran cantidad de personas exclamando miles de cosas a favor de una joven pelinegra de ojos bicolores, siendo uno color verde y el otro rosado.

Kasumi Kokoa era quien practicaba en esos momentos, a ojos de todo la joven con heterocromia era bastante buena en el arco, pero para otros su habilidad no era la gran cosa.

Una vez terminado todo el espectáculo, Sawada tuvo la oportunidad de conocerla y llevarse la sorpresa de que ella le entrenaría unos días antes de que conociera a los demás. Tal y como había dicho la joven, ella le entrenó por siete días enteros en los que casi no probó comida alguna.

Sus siguientes conocidos fueron los gemelos Kairi, Ren y Ran. Ambos pelirosados, el color de ojos era diferente en cada uno; siendo que Ran tenía ojos azules y Ren ojos de un bonito color lila, los gemelos eran admirados por todos. Casi al punto de adorarlos, sin embargo tenían un defecto y ese era su gran ego.

Era como Ken, pero también en su versión mujer.

Por las noches que Tsunayoshi estaba libre de los gemelos, corría a los cuartos de quienes se habían vuelto su familia en esos meses.

La décima generación Aaron.

-Haz caso a lo que te dicen por ahora-

Las advertencias sobre aquel clan seguían, no comprendía porque.

-En la única persona en la que puedes creer es en Dakari, cuando la conozcas no pienses en acercarte a alguien más del clan-

Por supuesto, nunca ignoró las advertencias, Jun lo acompañaba la mayoría de veces. Cortesía de Ena, al querer cuidarlo como si fuera menor que ella.