El Mar del Cielo [KHR]

Capítulo 21

Los pasos de Reborn eran apresurados, si lo que aquella mujer con la que había dejado a Fon decía la verdad, entonces tenía que apresurarse para salvar al Noveno.

Se detuvo durante unos segundos al escuchar un par de gritos desgarradores, no tenía tiempo de ir a revisar de quién provenían y de dónde.

Corrió de nuevo en dirección al salón de fiestas, lugar donde posiblemente estuvieran Nana, Iemitsu y el noveno.

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Por otro lado, en la sala mencionada, efectivamente se encontraban los dos Sawada, el noveno y la décima generación.

Exceptuando a Sasagawa.

—Esto es el colmo... Dejar que unas sabandijas nos ataquen de nuevo— Los que lo escucharon no estuvieron nada de acuerdo en la forma de referirse a los atacantes.

La puerta fue abierta con fuerza, un par de cuerpos cayeron después de ser derribados.

Gokudera se puso frente a todos con la intención de atacar a quien sea que estuviera en frente. Grande fue su sorpresa al ver una katana y una cadena, salir del pequeño humo de los ahora escombros.

—Es un gusto verlos de nuevo Vongola— Habló Risa, su mirada se barrió por toda la sala, buscando algo en específico.

Al encontrarlo o mejor dicho encontrarlos, sus cadenas se dirigieron a ellos. Los dos Sawada fueron levantados y dejados en una esquina lejos de ellos.

—Ahora que los objetivos de captura están a salvó, podemos proseguir a cumplir con el exterminio, después de ti Yamamoto— El castaño camino a paso lento hacia una persona en específico.

—Ha pasado un tiempo, Gokudera— No había ni un atisbo de felicidad, su expresión era neutral, Kojiro entró en la sala para posarse en la cabeza de su dueño.

—No te olvides de mí Yamamoto— Entonces ahí el mencionado sonrió, las miradas se dirigieron a la pelirosa que acababa de entrar.

—Hermana...— Gokudera no sabía si estar feliz por ver a su hermana o enfadado por tener frente a dos personas que lo abandonaron.

—Yo no soy tu hermana Hayato, dejaste de tener hermana cuando traicionaste a Tsuna— Sus palabras le dolieron.

—Ese niñato no era bueno para Vongola— A pesar de que nadie la había pedido, el noveno dió su opinión.

—Me gustaría que no hablara así de Tsuna o está vez, no me detendré de cortarle la cabeza— Amenazó Yamamoto sin mirar al anciano.

Su vista estaba fija en el mayor traidor de su vida, aquel al que había creído su amigo y pareja en algún momento.

—Tengo una pregunta para ti Gokudera— El peliplata prestó atención al castaño. —¿Qué culpa tenía mi padre?—

Gokudera desvío su mirada de Yamamoto, la risa cínica del noveno llamó la atención de Yamamoto, Risa y Bianchi.

—Ese hombre sabía más de lo que podría callar, necesitaba cerrarle la boca de una vez por todas... Fue una lastima que el no estuviera ligado a los grandes clanes de Japón— Antes de que siquiera pensara en matar al viejo, Watanabe lo detuvo con sus cadenas.