El Mar del Cielo [KHR]

Capitulo 25

—Perdió... Es una lastima— Hisa recogió los restos de la pieza que representaba a Akane.

—Ella eligió ir primero... Quizás hubiera tenido oportunidad si elegía ser segunda o cuarta— Jun movió las piezas restantes para dejar solo la pieza que representaba a Tsuru.

Nuevamente en aquella mesa se encontraban las guardianas de Ena y la misma pelinegra, justo ahora se mostraban solo ocho, ya que Akane había perdido y era el turno de la mayor para enfrentar a sus compañeros.

°
°
°

Tsuru se encontraba ahora en un bosque, que se encontraba iluminado por la luz de la luna creada por la ilusión de Viper y Nozomi.

En su mano se encontraba un libro, y a su lado de encontraba uno de los leones de Den.

—Ve y esconde el libro— El león abrió su boca para tomar el libro de las manos de la pelirosa.

Sus orbes rosados siguieron al gran animal hasta verlo desaparecer entre los árboles. Ni siquiera ella sabría dónde estaba el libro, tomó su caja arma y la observó por unos segundos. De su anillo salió una llama de color azul ártico, insertó una buena cantidad de ellas en su caja hasta hacer salir a su mariposa.

—Cuento contigo pequeña...— La mariposa pareció entender a su dueña y comenzó a volar en dirección al bosque, del cuál, salieron más mariposas cubiertas de llamas de diferentes tonos.

Así no sabrían cuál era su verdadera caja arma.

Sus pasos la llevaron hasta un punto en el bosque, lugar donde ya se encontraban Tsunayoshi y sus guardianes, quienes al verla se colocaron en guardia.

Ella levantó sus manos, mostrando no tener nada en ellas.

Tsuru sonrió ante la mirada confundida de varios de los guardianes de Tsunayoshi.

—No planeo luchar contra alguno de ustedes— Confesó bajando sus manos.

—¿Planeas que te crea?— Cuestionó el pelinegro.

—Así es, no planeo luchar... Pero tampoco puedo dejarlos pasar de manera fácil, dado a mi apreció a todos ustedes he decidido hacer una pequeña búsqueda del tesoro— Los guardianes se miraron entre sí.

—¿Y cuál es el tesoro?— Preguntó Mukuro.

—No es un tesoro como tal... Sin embargó lo que contiene, es la historia que jamás fue contada al mundo— Explicó mirando al suelo.

—¿La historia que jamás fue contada?— Misa alzó una de sus cejas. —Eso suena demasiado cliché... ¿Y quieres que busquemos eso?—

Tsuru asintió ante su pregunta.

—Ned ya ha llevado el libro a lo profundo del bosque, yo no sé su ubicación, lo único que puedo decir es que tengan cuidado con las mariposas— La pelirosa se hizo a un lado en el camino.

Tsunayoshi se adelantó a todos y pasó frente a ella.

—Quizás debería dar un paseo...— Murmuró comenzando a caminar sin rumbo específico.