Capitulo 2

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(Sicilia, Italia)

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Los Vongola habían hecho bastante en los últimos siete meses, no comparadas a Campell pero si algo grandes.

Nana trataba de saber el porque de la desaparición de su hija cuando estaba recién nacida, superando un poco la noticia de su hijo.

Iemitsu la ayudaba en todo lo que podía, no siempre podía estar con ella, pues tenia que seguir las ordenes de Nono.

Este seguía siendo un malnacido, buscando gente que quisiera derrocar a Campell para mandarla a morir en alguna sede.

Los Guardianes de la décima generación que se habían marchado al lado de los enemigos habían sido reemplazados. No tenían la misma fuerza y poder que los anteriores, pero se comparaban a Gokudera y Sasagawa.

El ultimo había perdido conexión con su hermana después de que se enterara del incidente con Sawada.

Los ex-arcobalenos restantes comenzaron una búsqueda a por Lal, había desaparecido el mismo día del ataque de Campell a la sede principal de Vongola, las probabilidades de que ellos la tuvieran eran bastante altas.

Tampoco habían recibido algún ataque a esa escala de nuevo, parecían estar esperando algo, siete meses enteros preparándose para algo.

Algo que no les gustaría para nada.

Los miembros restantes de Millfiore no se creían la traición de su Jefe y que este hubiera entregado a Uni, Gamma tenia bastantes ganas de ir y matar al albino por aquello.

Lastima que Mukuro ni siquiera lo dejaría tocar a su pareja.

Cavallone y Shimon habían desafiado a Vongola, convirtiéndose en enemigos de igual manera.

Las almejas ya no tenían aliados fuertes.

Habían perdido mucho poder en poco tiempo, tanto que les había costado obtenerlo y en un solo día perdieron todo.

Esto es demasiado... Humillante— El anciano habló, llamando la atención de sus guardianes. — No puedo creer que hayamos perdido demasiado contra unas sabandijas como esas.—

Coyote y los demás lo sabían, aquella arrogancia y soberbia que tenía el mayor, terminaría matándolo de una vez por todas. Aquel día, vieron como Yamamoto casi lo degollaba, pero por más que intentaban que cambiara.

Jamás les prestó atención y todos pagarían por sus errores.

Vongola es la mejor de todas las familias mafiosas... No debemos dejar que el legado de todos los Jefes se vaya por un caño— El hombre murmuraba en voz baja y otras en voz alta.

Hablando consigo mismo, casi enloqueciendo, se había obsesionado demasiado con el poder, así como los anteriores líderes.

Visconti ya no veía a la persona que una vez siguió por voluntad.

Los demás pensaban lo mismo.

Si no le dejaban solo, era porque no querían ni pensar en que cosas haría si lo hicieran, mandaría a morir a todos los miembros de la familia.

El Mar del Cielo [KHR]Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon