Capítulo 31

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Tsunayoshi no conseguía comprende como todo había acabado de esa manera.

Ena había traído a las persona que el planeaba traer de la muerte, ella descansaba en un asiento cercano a la piedra.

Les faltaban los anillos vongola, fácilmente el podría suponer que ella había usado sus llamas para compensar el poder faltante debido a que los anillos de sus guardianes y el suyo no estaban en su posesión.

¿Estás loca?— Cuestionó abriéndose paso entre sus guardianes.

Apretó sus puños intentando no golpear a Jun en cuanto está se poso frente a él. Había observado el cuerpo sin vida de Dakari y la pierna herida de Mako.

Había agradecido mentalmente que Nozomi hubiera ayudado a Misa a llegar hasta ahí.

Lo que había comenzado como una persecución a Hisa, había terminado en ver como todos los que consideró sus aliados estaban en la habitación con Ena y habían comenzado su plan.

Bueno bueno, joven maestro...— Tsunayoshi giró en cuanto escuchó aquella voz.

Kura se mostró imponente nuevamente, sonrió burlón y se acercó hasta ellos.

Siento decirle mi señor... Qué este es el fin de todo— Sus palabras eran completamente fuera de lugar o eso le parecía a todos.

Kawahira hizo un ademán y Kura chasqueo sus dedos, pronto una ola de soldados llegaron para contenerlos a todos, menos a Uni, Byakuran y Kawahira.

Ena fue ayudada a levantarse, ella se acercó hasta a Kura y ella le susurró algo al oído.

Fue bueno mientras duró... Llevenlos afuera— Ordenó la pelinegra.

Sin embargo nadie esperaba que el mismo Tsunayoshi quisiera soltarse en ese momento y acabar con todos los que habían llegado.

—¿Por qué estás haciendo esto? Prometiste ayudarme... ¿Por qué justo ahora decides traicionarme?— Cuestionó mirando su espalda.

Esto no es traición... Sigo ayudándote Tsunayoshi, pero jamás accedí a hacerlo por tus métodos, los Aaron tienen su propia forma de ayudar a los demás— Explico moviendo sus manos.

¿Y como piensas ayudarme? ¿Muriendo? ¿Insinuas que moririas por mi?— Casi rió ante su propia ocurrencia.

Ena no respondió y miró a Kura.

Es tiempo Ena— Den entró a la habitación, miró a los guardianes de Tsunayoshi antes de mostrar los anillos Vongola.

Gracias por conseguirlos— Ena los tomó y dejo que Kawahira los colocará en la piedra.

En cuanto está tuvo los elementos del Trinisett completó, reaccionó moviendo por completó la habitación.

Kawahira caminó hasta él tocando sus cabellos, mostrando su expresión neutral como siempre, el castaño estuvo a punto de quitar su mano con rudeza, más sin embargó no pudo hacerlo. El hombre abrió su boca y habló sobre aquello:

Aquel día hace diez años, nadie pudo evitarlo... ¿Pero imaginas cómo habría sido tu vida si ellos jamás te hubieran traicionado? Habrías sonreído como siempre a todos, mantendría la pureza de tus llamas—

Todos escuchaban atentamente sus palabras.

Ese día algo en tu destino cambió, un cambio que jamás debió haberse hecho. Afectó en poco tiempo a los demás mundos paralelos, quebrando un poco la línea original en la que debías haber vivido; durante años intenté que tú y Den volvieran a estar juntos, nada funcionó, esto ha terminado así— Explico sin mostrar una sola emoción. —He ayudado a Ena a mantenerse viva para este día...—

El Mar del Cielo [KHR]Where stories live. Discover now