Capítulo VI

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**MARCHETTI'S CLASSICS PLAYLIST: Endless Love- Lionel Richie & Diana Ross

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CALEB EVANS

He esperado dos largos días para poder entrar a la cabaña de meditación que hoy está frente a mí. Margaret, la única amiga que tengo en la cabaña me acompaña. El camino es largo y frio, lleno de nieve y vacío.

No importa a que parte mire todo está cubierto de nieve y de enormes montañas. Parece que estamos en el centro del mundo, y quizás así es. Dentro de mi sé que estoy muerto, lo siento en mi alma. Pero cada ser humano siempre se aferra a la vida lo más que puede. A nadie le gusta la idea de morir, por lo menos en mi caso, morir no era una opción. Estaba planeando mi vida con Lauren. Quería una boda, una linda casa y uno o dos bebés.

Lauren estaba llena de sueños de poner su propia academia de música, tener hijos, y yo la apoyaba y lo deseaba igual que ella. Había tantos planes para nosotros que ahora jamás se podrán completar. Lauren puede hacerlo, ella sigue en el mundo real, pero sé que esos sueños se completaran sin que yo esté a su lado, y eso duele, duele demasiado.

—Debes entrar solo a la cabaña—me dice Margaret y me saca de mis pensamientos mientras ambos caminamos con las manos dentro de los bolsillos de nuestros abrigos tratando de mantener un calor que jamás llega—. En los archivos debes buscar tu nombre, y allí estará tu misión. Lo que te retiene en este lugar.

—¿Y una vez que lo sepa? —ella me sonríe y yo suspiro viendo hacia el cielo que no muestra ningún pequeño rayo de sol. Hay luz, pero no proviene del sol. No como en la tierra.

—Debes visitar el portal—yo la observo sin entender y ella trata de sonreírme con tranquilidad—. No lo explico tan bien como Billy, pero el portal es nuestra unión con el mundo que conocimos, y las personas que habitaban en él que nos recuerdan. Es una especie de espejo que te muestra las cosas.

—¿Podré ver a Lauren? —la emoción es palpable en mi voz, pero ella niega y la alegría se esfuma tan rápido como llega.

—El portal te mostrará lo que deba mostrarte—suspiro soltando una nube de humo que se extiende a lo largo del camino—. No tenemos control sobre lo que deseamos ver, el portal solo nos permite ver cosas que tienen que ver con nuestra misión. Aunque puedes verla, a tu Lauren—nos vimos a los ojos—, si ella es el motivo por el que sigues aquí.

—¿Ella? —Margaret me sonríe con tristeza.

—En nuestra muerte sabemos que dejamos un mundo y algunas veces es para descansar—hay algo en su voz que me hace pensar que Margaret guarda una gran historia, como todos los demás en este lugar—, buscamos alivio a nuestra alma torturada, pero no sabemos que en el mundo no somos los únicos. Que nosotros podemos partir quitando el dolor, sin saber que ese dolor solo cambia de persona, quedándose con aquellos que te extrañan. Quedándose dentro de una persona que amabas, y que jamás podrá recuperarse de haberte perdido.

—¿Crees que ella...? —el nudo en mi garganta es intenso.

No puedo pensar en Lauren sufriendo, no puedo soportar el pensar que el amor de mi vida derrame lágrimas por mí.

—Cuando alguien nos ama en realidad y nos pierde, el dolor queda. Pero está en cada persona consumirse en ese dolor o aferrarse a él para salir adelante. No sé que tipo de mujer es Lauren, pero ella puede ser la razón de que tu alma siga aquí.

No encuentro las palabras para responderle mientras una enorme cabaña aparece a nuestra vista. Dentro de ella está la misión que debo cumplir para poder salir de este lugar, aunque por alguna razón parece que cada alma en este lugar no tiene la intención de irse nunca.

The GuardianWhere stories live. Discover now