ℳ𝒶𝓇𝓋𝑒𝓁 ℱ𝒶𝓃𝓉𝒶𝓈𝒾𝑒𝓈 l

32. Peter Parker

Estaba estresada, al terminar mi examen en que seguramente tendría un diez también me sentía estresada. Todos los días me sentía estresada.

Con cara de poco ánimos camine hasta mi casillero para sacar algunos libros.

—Hola amor.—Peter llegó a mi lado besando mi mejilla.—Vaya, perece que te hubieran pasado un camión encima, ¿Estás bien?

—Estoy muy pero muy estresada y cansada Peter.—Me deje caer en su hombro mientras él reía.—No es gracioso Parker.

—Lo siento.—Me abrazo y suspire aliviada de tenerlo en mi vida.— ¿Hay algo que pueda hacer para que te sientas mejor?

—Espérame después de clases, ¿Está bien?—Bese su mejilla mientras él asentía y yo me iba a mi siguiente clase.

Las siguientes horas fueron igual de aburridas y estresantes que las otras por lo que realmente deseaba salir de este maldito lugar.

Como se lo había pedido, Peter estaba ahí esperándome y llegue a abrazarlo con fuerza suspirando por haber salido de una buena vez de la escuela.

—¿May estará en tu casa?—Pregunte mientras caminábamos.

—No, esta es la hora a la que va al bingo con otras señoras.—Reí un poco ante la expresión de Peter al decir eso.

El camino hacia su hogar se basó entre charlas y algunas bromas hasta por fin llegar. Ambos caminamos hacia su cuarto y yo me senté en la cama mientras él cerraba la puerta.

—¿Y ahora que?—Preguntó el frente a mi algo nervioso, lo noté por como se tambaleaba de un lado a otro.

—Ahora te recuestas Peter.—El frunció el ceño pero al final obedeció.—No hagas nada, yo lo haré todo.

Desentendido suspiro tapándose la cara y yo aproveché para desvestirme rápidamente.

—Cariño.—Susurre captando su atención y el verme rápidamente sus mejillas se encendieron de un color rojo.—¿Te gusta lo que vez?

El no respondió y solamente se quedó mirándome, me recosté a su lado besando su mandíbula y seguido su cuello.

—Peter, tócame...—Jadee mientras él soltaba un suspiro.—Por favor, tócame.

El se sentó en la cama y se sacó la camisa mientras se acercaba a mí para besarme con intensidad y posesión, algo que nunca había visto en él pero que me gustaba.

Sin esperármelo comenzó a estimular mi centro ganándose así varios jadeos de mi parte.

—Hermosa...—Su voz se escuchaba ronca y realmente me encendía.

Al estar completamente mojada y lista para el, Peter se quitó las prendas sobrantes en su cuerpo dejándome ver su dura y erecta erección. Me mordí el labio cuando alineó está en mi entrada. Rápidamente sacó un preservativo de uno de sus cajones y se lo colocó en tiempo récord.

Mi respiración se cortó cuando entró en mi, arañe con fuerza las sábanas, era una sensación tan placentera que me hacía perder la cordura.
Le hice dar la vuelta quedándome encima de él para ir a mi gusto.

Me apoye contra su duro abdomen buscando la posición más placentera para mí y cuando la encontré no pude dejar de parar, mis gemidos se hicieron más altos y mis pezones se erizaban con su ronca voz soltando jadeos. Hizo presión en mis caderas mientras sus ojos se cerraban y eso me hacía saber que también lo disfrutaba.

—Oh Peter...

Me deje caer una vez más logrando chocar con un punto en mi interior que me hizo retorcer mis manos y lograr sacarme una que otra lagrima de placer, era indescriptible y placentero que deseaba más de esa sensación.

Sentí que no podía sopórtalo más cuando de pronto una oleada de placer me recorrió provocando que mi tan deseado orgasmo me golpeara con intensidad. Peter logró dejarme abajo hundiéndose tan profundo en mi interior me tuve que morderme la lengua para que mis gemidos no se escuchasen tan alto.

Poco a poco sentía como sus embestidas se hacían más descuidadas hasta notar como soltó un gemido bajo y salir de mí para luego levantarse y quitarse el preservativo y ya no preste atención alguna cuando mis ojos deseaban cerrarse.

—Fue genial Peter, te amo.—Susurre dejándome vencer por el sueño.

—Te amo.—Susurro este y ya no supe nada más.

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