ℳ𝒶𝓇𝓋𝑒𝓁 ℱ𝒶𝓃𝓉𝒶𝓈𝒾𝑒𝓈 l

44. Thor Odinson

Abrace a mi hermano con fuerza mientras él reía por habérmele lanzado encima.

—Baja mocosa.—Me separe de él con una sonrisa.—Me alegra que hayas venido a visitarme pero tenemos otras visitas y...—Se puso serio.— Te agradecería que no te les acercaras mucho.

Asentí algo confundía mientras Tony llevaba mis maletas y entrábamos al lugar.

—¡Hola a todos!—Sonreí mirando a varias personas hablando, reconocí a Clint, Nat, Steve y Bruce pero a los demás no.—¡Clint!

El mencionado se dirigió a mí y lo abrace con fuerza.

—Te extrañe.—Dijimos al mismo tiempo para al final reí.—Creí que vendrías hasta diciembre.

—Si, yo también.—Hablo Tony suspirando.—Saluda a todos y ve a arriba.

Abrace a Nat, Bruce y Steve pero había una chica que no conocía.

—¿Tú eres...?

—Ella es Wanda y él es Thor, si. Te escondí de él en el paso así que no se conocen y espero que no lo hagan ahora vete para seguir en lo nuestro.—Mire mal a mi hermano para encaminarme hacia mi habitación.—Mantén al Niño Thor alejado de la niña Stark, ¿Comprendes?

—¿Quieres decir que no meta mi...?

—¡Si Thor! Eso.—grito Tony para al final dejar de escucharlos con una risa en mi interior.

        
                                          (....)

Encontrar mi habitación no fue difícil dado que era la misma que siempre usaba, pero el día se pasó realmente aburrido.

Encerrada aquí por orden de mi hermano y la maldita tecnología que me mantuvo aquí en contra de mi voluntad, todo hasta que se hizo de noche y pareció estar convencido de quitar llave a todo.

Y ahora la luna se veía más bonita que de costumbre, su luz se avecinaba entre el balcón, realmente hermosa. Tan distraída en su luz que no me di cuenta de la persona tras de mi.

—¿Cuanto tiempo llevo en esta posición?—Preguntó sin despegar la mirada de la luna.

—Más o menso 15 minutos antes de que yo llegara.—Sonreí asintiendo.

—¿Por qué estás aquí Thor?—Hable volteando a verlo.

El se acercó a mi, su cuerpo era grande; su cara angelical; su mirada hipnotizante.

—Tú ya me conoces.—Asentí.—Y yo ya te conozco.

—Es verdad Thor.—Sonreí.—Recuerdo que... me hiciste daño, mucho daño.

Me di la vuelta regresando a mi posición inicial.

—He cambiado.—Lo escuche, se escuchaba más paciente y calmado.

—El corte de cabello no me lo esperaba.—Hablé sin mirarle.—Yo también cambie, ya no me pondré a llorar por volverte a ver. Madure y creo que puedo vivir contigo en la vida de mi hermano y de paso en la mía.

—¿Haz cambiado mucho?—Asentí.—Entonces ya no sientes nada hacia mi.—Negué.—Eso significa que si te acaricio no sentirás nada.—Logre sentir la yema de sus dedos acariciando levemente mi nuca causando un sentimiento que creí haber olvidado antes.—Si te susurro cosas lindas ya no sentirás nada.—Se acercó a mi oído mientras sus dedos seguían acariciando mi nuca.—Mi hermosa humana, deseo tenerte conmigo.—Suspire tratando de mantenerme en calma.—Si te beso no sentirás absolutamente nada, ¿Verdad?

Húmedos y torturables besos recorrieron mi cuello provocando estremecerme por completo.

—Por supuesto.—Bufé.—Amas torturarme.