51. Bucky Barnes

8.8K 437 50
                                    

Menee mis caderas al momento de sentir sus manos en estas...

—Eres perfecta.—Susurro mi novio.—Quiero...

Se vio interrumpido por una pequeña niña tocando la puerta.

Bufé.—No puedo creer que te hayas ofrecido a cuidar a la hija de mi hermana.—Bucky comenzó a reír antes de hacerme a un lado e ir a atender a la pequeña.

—Hola hermosa.—La niña sonrió totalmente enamorada de mi hombre.—¿Tienes hambre? Vamos a comer algo cariño.

—¡Si!—Respondió mi sobrina y yo suspire.

—¡Yo también tengo hambre! Pero lo que me quiero comer está ocupado consintiendo a una niña de cinco años.—James me guiño un ojos antes de desaparecer.

Me levante con mal humor para ver qué hacía mi novio de comer, mi sobrina lo miraba fascinada.

—¿Te gusta?—Le pregunte a la pequeña Dulce y ella asintió.—Es como un dulce, ¿cierto? Y se ve delicioso, para probarlo y lamerlo y...

—¡Detente ahí! Tiene cinco años.—Rodé los ojos.—Te prometo que después de cuidarla habrá mucho de eso amor.

—¿Mucho que? ¡Yo también quiero!—Comencé a reír a carcajadas mientras de James se mantenía callado.

—Lo siento Dulce, ese es un regalo para Tía.—Ella asintió y se concentró en comer cuando James le dio el plato de comida.

Camine hasta el baño dándole una mirada cómplice a mi novio que sin pensarlo que siguió.

—Será rápido.—El asintió.

Lo bese con pasión y él me cargo haciendo que enrollase mis piernas a su alrededor y comenzó a frotarse en mi sacándome varios jadeos.

Beso mi cuello acariciando mis senos mientras la excitacion me inundaba.

—¡Acabe!—Escuchamos sus pequeños pasos y en segundos nos separamos.—Termine de comer.

Me queje y James suspiro.

(....)

Mi humor estaba del asco, gracias a la falta de acción estos días.

—Tú hermana llega hoy por Dulce.—Por fin.—Iré a arreglar sus cosas.

—Si cariño.—Sonreí.

Pasaron unas cuantas horas hasta que mi hermana toco la puerta, corrí a abrirla y ahí estaba ella.

—Se porto muy bien, aquí estás sus cosas y aquí viene dulce.—Le sonreí a la pequeña.—Ya se pueden ir, ¡POR FIN SEXO!

—Dios miro cállate hermana.—Mi hermana me miro mal.—Hasta luego.

Sin más se fue y yo cerré la puerta.

—Tú, sácate la ropa ahora mismo.—James sonrió al tiempo que yo.—Me debes muchas horas de sexo muy violento, vas a maltratarme como nunca bebé.

—Debería ser al revés pero si eso te complace lo haré.—Llegó hasta mí besándome con posesividad.

—Dejame hacerlo primero a mi y luego que maltratas, ¿Si?—El asintió.

Ambos comenzamos a desvestirnos con rapidez sin importarnos donde dejar la ropa.
Llegamos hasta el sillón donde él se recostó u me coloqué encima de él, comencé a frotar su pene en mi femineidad hasta lograr obtener una erección, totalmente satisfactorio.

—Por favor dime que la niña no babeo tú brazo.—Susurre y él negó.—Genial.

Me deje caer con lentitud en su ereccion, gemí al sentir como abría paso entre mis pliegues siendo abrazado por mis húmedas paredes.
Me apoye en su duro abdomen comenzando a moverme de arriba hacia abajo repetidas veces, el placer que sentía era totalmente fascinante.

Sus manos estrujaron mis senos haciéndolo aún más excitante, su mirada me penetraba como nunca y note cómo lograba contenerse por no tomarme con posesividad.

Acaricié sus labios sin detenerme y sus jadeos comenzaron a salir al igual que mis gemidos con su nombre en estos.

Mi placer era tanto que perdía la noción de todo hasta que él no lo soporto más y me dejó abajo.
Llevo una de mis piernas a su hombro hundiéndose con fuerza en mi. Solté grito de placer.

Se detuvo por un momento para levantarme u empotrarme contra la pared, me embistió con tanta fuerza que me hizo gemir de puro dolor.
Arañe su espalda sacándole un gemido ahogado, mi corazón latía demasiado rápido u era totalmente fascinante todo este placer.

—James...—Gemí cerrando los ojos.

Volvió a detenerse hasta llegar a la cama donde abrió mis piernas con fuerza y volvió a moverse provocando que Mier piernas ardieran pero el placer volvió a inundarme.

Sentí como rozaba algo en mi interior y entonces ocurrió algo. Grite de placer y dolor cuando volvió a embestirme. Me di cuenta que por fin había entrado completamente.

Mi cuerpo se retorció bajo el de el, miles de cuchillas llenas de placer se encajaban en mi, era algo indescriptible que me hacía sentir en las nubes.

Una de sus manos tomó mi cuello embistiéndome con más y más fuerza, nunca había usado tanta y dolía mucho pero lo disfrutaba tanto.

Mis gemidos salían sin control y los suyos también, de pronto sentí como en un segundo el orgasmo me golpeaba con intensidad y él lograba correrse al mismo tiempo que yo.

Se dejó caer a mi lado suspirando y abrazándome.

—Esto era justamente lo que esperaba.—Susurre y él acarició mis piernas sacándome un jadeo.—Tranquilo vaquero estoy sensible pero en cuanto me reponga, round 2.

—Esa es mi chica.

ℳ𝒶𝓇𝓋𝑒𝓁 ℱ𝒶𝓃𝓉𝒶𝓈𝒾𝑒𝓈 lWhere stories live. Discover now