ℳ𝒶𝓇𝓋𝑒𝓁 ℱ𝒶𝓃𝓉𝒶𝓈𝒾𝑒𝓈 l

42. Bucky Barnes

Mi cabeza descansa en el hombro de Clint mientras él se enfoca en ver la televisión.

Los demás se encuentran o en la cocina, con nosotros o simplemente en sus habitaciones. Suspiro y me acomodo en mi lugar.

—¿Que sucede?—Dice mi amigo arquero sin despegar la mirada del televisor.—Llevas media hora suspirando y créeme que ya me canse, así que de nuevo, ¿Que sucede?

—Me siento miserable...—Gruño al ver a James entrar a la sala.—Demasiado para ser verdad.

—Mm bueno, no sé cómo ayudarte lo siento.—Asiento y vuelvo a darle una fugaz mitad al soldado.

Sabiendo que él no volteará a verme vuelvo a lo que estaba, molesto a Clint quejándome por ser tan miserable que no logró enamorarlo, solo es sexo y más sexo.

Steve se encuentra al otro lado de la sala leyendo algún tipo de libro pero me enfoco en su cabello, vaya que es lindo. No puede ser, en verdad necesito distraerme con algo.

Me levantó y camino por los pasillos de la Torre, escuchó pasos atrás de mi y volteo viendo a Bucky que me da una fugaz mirada y prosigue al frente.

Gruño y espero a que llegue a mi lado.

—James...—Susurro y él me ve.—Quiero que...

Él suspira y me toma de la cintura empotrándome contra la pared.

—Sabes porque estoy aquí ahora silencio y sígueme.—Asiento alto intimidada por su personalidad, aún así me gustaba.—Perfecto.

Sin más entramos a algún tipo de armario donde me coloca sobre el escritorio abriendo mis piernas. Sus labios besan los míos saboreándome y yo a él.

Logre sentir su hombría entre mis piernas y solté un gemido, este acto al perecer logró emocionarlo pues comenzó a seguir un camino invisible por mi mandíbula y cuello.

Desabotonó mi vestido sacándolo por completo mientras con una mano desabrochaba mi sostén dejando al descubierto mis pechos. Una de sus manos comenzó a masajear uno tocando los puntos exactos.

Sus labios prosiguieron por mi vientre descubierto hasta llegar al elástico de la única prenda que me quedaba.

—Abre un poco más las piernas para mi nena.—Susurro y yo obedecí inmediatamente.—Buena niña.

De un jalón rompió mis bragas y yo gemí de sorpresa. Sin previo aviso se acercó a mi centro y me dio un beso ahí, me sostuve con fuerza a las orillas del escritorio mordiendo mi labio para no gemir alto.

Su lengua se movía como nunca y lograba llevarme al cielo en millones de formas.

—James...—Jadee cuando intente cerrar mis muslos pero sus hombros me lo impidieron.

Me sentía realmente excitada y el placer que me daba lo hacía aún mejor.
Sentí que algo bajaba por mi vientre, como si algo estuviese a punto de explotar y yo ansiaba que sucediera. Entonces pasó, solté un gritito de placer inmediato para luego acariciar su cabello con cariño. Él salió de entre mis piernas con una arrogante sonrisa.

—Deseas más de esto y te lo daré cariño.—Sin mas me sentó en el escritorio.—No te muevas.

—¿Que sucederá ahora?—Dije tiernamente y notando como el bulto en su pantalón se hacía más duro.—¿Puedes complacerme por favor?

El se mordió el labio mientras se quitaba la camisa y yo abría mis piernas. Su mirada fue directamente a mis pechos mientras comenzaba a sacar sus pantalones y bóxers al mismo tiempo.

Contuve la respiración al ver lo grande y duro que estaba, parecía ansioso y yo anhelaba tenerlo en mi interior.

—Chupa...—Demandó y yo asentí bajándome del escritorio para luego arrodillarme.—Te vez tan tierna ahí abajo.—Rió y yo sonreí.

Sin más metí su pene a mi boca mientras que mis manos abarcaban lo que lo lograba entrar, comencé a chupar moviendo mi cabeza y escuchando sus gruñidos.
El sonido de su miembro chocando con mi garganta era incesante y yo lograba sentirlo cada vez más duro cada vez que chupaba.
Él tomó mi cabello con fuerza moviéndome a su ritmo mientras mis gemidos salían de la excitación del momento.

Cuando logre sentirlo lo suficientemente duro fue que me detuve escuchando un gruñido negativo de su parte.
James me cargo y me colocó encima de el escritorio otra vez, masajeo su pene antes de alinearlo a mi entrada.

Con su mirada puesta en mi se fue deslizando entre mis pliegues siendo recibido por el calor de mis húmedas paredes que se acoplaron a su complexión.

Su virilidad se desenvuelve en mi interior satisfaciendolo con mi calor y así sacarle un jadeo casi inaudible.

Sin lograr entrar completamente, comienza a moverse a un ritmo lento y placentero para ambos, lo miro con cariño y lujuria a la vez y él se da cuenta pues me regala un beso lento y delicado.

Mis gemidos comienzan a salir a la vez de sus empujones en mi interior, el sonido de nuestros sexos chocando comienza a escucharse haciendo el momento más excitante y placentero para ambos.

Mis pezones se quedan erectos con la imagen de él manteniendo su mandíbula tensa para evitar gemir, en cambio yo no evito el sacar los sonidos de mi placer al tenerlo en mi.

Me toma por la espalda hundiéndose cada vez más profundo en mi rozando aquel punto que lleva tantas sensaciones a mi cuerpo.

—Si...más.—Susurro sin que ninguno de los dos despegue el contacto visual.

Estoy segura que casi llego al orgasmo viendo sus ojos y la pasión y dominación que tiene para mi. Comienza a sentirse más y más satisfactoria la sensación pues lo hace con más rapidez.

Mis gemidos salen sin controlarse y él comienza a gruñir constantemente.
Y sin más, logra golpear mi punto G repetidas veces haciéndome morder el labio No sin que un fuerte gemido intente salir de mi boca.

En unas cuantas embestidas más el orgasmo me alcanza e intento no cerrar los ojos ante tan deliciosa sensación, aprieto su pene en mi interior sacándole un gemido ahogado.

Luego de eso me toma con fuerza hundiéndose en lo más profundo de mi ser sin dejar de ver mis ojos, otro orgasmo me arrasó con esa simple acción.
Sus empujones se hacían cada vez más descuidadas y bruscas, sentí como salí y entraba su orne palpitante en mi interior logrando atrasarme nuevamente.

Sin más me inundo por completo soltando un gemido al igual que yo por traer mi último orgasmo. Salió de mi y me beso con necesidad.

—Te amo.—Susurramos al mismo tiempo.

—Que bueno que coincidimos.