33. Hank McCoy

6.2K 179 7
                                    

Era algo extraño salir con Hank puesto que a su lado me sentía completamente tonta. Él era muy listo y además de eso era muy lindo conmigo y yo sabía que él me quería muchísimo.

Mi mutación me ayudaba a saberlo, tengo poderes de empatía, podía saber lo que los demás sentía y no podía controlarlo hasta que Hank entró en mi vida y realmente me sentí... en paz.

—Bien, ¿Que quieres hacer hoy?—Pregunte llegando a él que se enfocaba en estudiar alguna cosa en su laboratorio.—Oh estás ocupado, volveré más tarde...

—¡No! Esta bien, puedes quedarte ya casi a cabo, podemos ir a ver alguna película en mi habitación si quieres.—Comencé a jugar con mis manos no muy segura de su propuesta.—Si no lo crees apropiado yo...

—Está bien, veamos una película.—Sonrei besando su mejilla.—Me adelantare y la le giré yo ¿Esta bien?— el asintió sin una sonrisa volviendo a lo suyo mientras yo me iba.

Era emocionante estar con él, siempre me sentía feliz cuando quedaba con él para hacer algo, Hank me gusta mucho y realmente no quisiera arruinarlo.

Pérdida en mis pensamientos no me di cuenta cuando tropecé y caí al suelo, levante mi cabeza algo a dolorida por el golpe maldiciendo por lo bajo. Rápidamente un golpe de preocupación se hizo presente en mi pecho, alguien estaba cerca de mi y me había visto.

Voltee hacia todos lados hasta verlo correr hacia mi y levantarme con cuidado.

—¿Estas bien? ¿Te lastimaste? ¿Por qué te tropezaste si es un piso plano?— Rodé los ojos ante la última pregunta.—Creí que estarías en la habitación.

—Creo que me quede pensando un rato y nunca subí, lo siento.—Suspire avergonzada.— Soy algo distraída y tonta.

—No cariño, no eres tonta, distraída si pero tonta no.—Volví a suspirar apoyándome en su pecho.—Te amo tal y como eres. Déjame demostrártelo.

Frunciendo el ceño no supe en qué momento terminé besándome con él en su cama y casi desnudos. Al menos él estaba desnudó, yo por mi parte me encontraba con una última prenda la cual era mi sostén.

Estaba a pensada claro que si, siempre me he avergonzado de mi cuerpo.

—Eres muy hermosa...

Sus caricias y besos era como estar en las nubes y su tacto lograba calmarme por completo, podía sentir todo el cariño y amor que tenía al momento de tocar mi cuerpo como nunca nadie lo había hecho antes.

Inconscientemente abrí mis piernas cuando sus labios besaron mi cuello con besos húmedos, él por su parte se colocó entre mis piernas sintiendo su punta rozarme. Lo mire algo asustada a los ojos y él lo noto.

—Me detendré si tú me lo pides.—susurro besando mis labios.—Solo dilo y párate ¿Esta bien?

Yo asentí cuando poco a poco se fue hundiendo en mi mientras yo arañaba su espalda dejándome llevar por todas esas sensaciones que lograban invadirme.

Un gemido involuntario salió de mi al momento de moverse con intensidad, realmente me gustaba sentir esto y me gustaba mucho más ver como él lo disfrutaba también.

Rápidamente él me dijo encima de él con sus manos en mis caderas guiándome al paso más placentero.

—Busca tu propio placer mi amor.—Me mordí el labio el verlo bajo mi cuerpo.

Me quede quieta por unos segundos con su mirada en mi, luego comencé a moverme un poco sintiendo el placer inmediato en mi, conforme conseguía mi placer mis gemidos salían y podía ver como su mandíbula se tensaba con dureza haciéndolo ver más caliente.

Poco a poco comencé a ir más rápido llegando a tocar puntos en mi interior que me hacía querer tratar de callar mis gemidos de placer, me sentía realmente excitada y llena de placer que perdí la noción del tiempo y olvidé todo a mi ele dedos enfocándome en mi propio placer y el de mi amado.

Logre sentir que no duraría más cuando mis muslos se contrajeron apretándolo y sacándole así un gemido que me hizo la situación aún más erotica y caliente. No pude soportarlo más y deje que el orgasmo llegara a mi con intensidad.

En un rápido movimiento volvió a dejarme abajo y se hundió con más fuerza de la que imaginé en mi, provocando un grito de placer. Tomó mis caderas con fuerza y cada vez lograba acercarse más y más a rozar un punto en mi que me incitaba a que él lo alcanzara.

Tal y como lo deseaba logró golpear ese punto en mi repetidas veces provocando un places inimaginable en mi, y fue cuando mi segundo orgasmo me golpeó con fuerza e intensidad y seguido de eso él consiguió su propia liberación llenándome por dentro de su semilla.

—de verdad te amo.

—Yo también mi amor.—Susurro besando mis labios.

•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*•*

Sigue Stephen Strange

ℳ𝒶𝓇𝓋𝑒𝓁 ℱ𝒶𝓃𝓉𝒶𝓈𝒾𝑒𝓈 lWhere stories live. Discover now