35. Alex bebé Summers

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Otra vez ese estúpido zumbido, me senté en la cama y en ese momento se escuchó más fuerte tanto que comenzaba a lastimar mis oídos.

Decidí levantarme de la cama y salir de mi habitación para comenzar a caminar sin saber a donde, mi cuerpo avanzaba y conforme lo hacía el zumbido se iba haciendo más bajo. Así continúe hasta llegar a una puerta.

Estaba tan desorientada que no me di cuenta que estaba frente a la puerta de Alex (otra vez), este instituto es extraño. Dispuesta a irme me di la vuelta pero aquel zumbido fue demasiado para mis oídos y me incitaba a abrir la maldita puerta así que lo hice.

Entre a su habitación sintiendo paz completamente suspiré y luego me convertí en un manojo de nervios, estar en la habitación del chico que me gusta no es precisamente lo mejor del mundo. Pero bueno, si me voy mis oídos sangrarán.

—Alex...—Susurre acercándome a la cama.—Alex despierta.

El poco a poco fue abriendo los ojos y al verme frunció el ceño. Y se sentó en la cama.

—Cariño llevas dos noches apareciendo en mi habitación, ¿que sucede?— Me hizo sentarme a su lado y colocó su mano sobre la mía.—¿Es el zumbido otra vez?

—Si, lo siento.—Susurre algo nerviosa y apenada a la vez.—Te juro que desearía que se fuera pero al parecer solo desaparece cuando entró a tu habitación.

El asintió y seguido se levantó y salió de la habitación algo confundida me levante pero no pude hacer nada cuando el zumbido regreso de nuevo y jadee de dolor.

Alex entró de nuevo mientras yo tapaba mis oídos.

—Si, creo que no es la habitación. Tienes mucho que aprender sobre tus poderes y mientras lo descubres yo estaré para ti.

Mi mutación era extraña, se supone que tenía el poder de crear un "escudo" ante todo, un escudo de mi mente y cuerpo, y eso incluía el no ser escuchada o que si quiera alguien sintiera mi presencia a no ser que yo quiera. Pero ahora se descontrola mucho cuando estoy con Alex y al parecer con él soy "vulnerable", como dije extraña.

—¿Puedo dormir contigo? Otra vez.—Pedí jugando con mis manos.

—Está bien linda.—Sonreí y me recosté en la cama y él hizo lo mismo.— Tu trata de dormir.

Pasaron varios minutos y yo seguía removiéndome incómoda por no conciliar el sueño. Escuche un suspiro de parte de Alex y rápidamente se colocó sobre mi.

—¿Quieres que te ayude a dormir?—susurro rozando su nariz en mi cuello.

—¿como harás eso?— Pregunte algo confundida por su comportamiento.

No recibí respuesta cuando abrió mis piernas acomodándose entre ambas y restregándome su dura erección. Conforme lo hacía yo solté varios jadeos de satisfacción.

—Dime que si amor, que no soporto una noche más sin tenerte conmigo.—Gemí cuando comenzó a besar mi cuello.

Rápidamente comencé a desnudarle y él a mí hasta quedar por completo piel con piel. Sus besos recorrían cada curva y centímetro de mi cuerpo logrando incrementar mi deseo.
Sus labios llegaron a esa zona tan intima haciéndome estremecer cuando sopló.

Sin más, sus labios chocaron ahí logrando sacarme un suspiro de placer, mis manos acariciaban su cabello incitándolo a no parar, pero paró y yo hice un ruido de molestia.

—Tranquila.—Sus ojos chocaron con los míos y su frente chocó con la mía.

Me sentía muy bien a su lado.

—Solo hazlo Alex, por favor.—Susurre acariciando su mejilla.

No necesite repetirlo cuando su miembro comenzó a entrar en mi, deslizándose entre mis pliegues y siendo recibido por mis húmedas paredes. Solté un gemido de satisfacción.

Recibí un jadeo de su parte al estar completamente dentro y se me tuvo quieto por algunos segundos hasta que yo comencé a mover mis caderas incitándolo a él para tomar el control.

Porque me gustaba que él me tomara y reclamara como suya, me encendía completamente. Tomó mis muñecas y las poso por encima de mi, se volvió a hundir en mi con tanta fuerza que me hizo morderme el labio que mis gemidos no se escuchasen tan altos.

Enrollé mis piernas alrededor de su cadera para más profundidad y doy gracias a que lo haya hecho. Mi espalda se arqueaba conforma a sus embestidas, mis ojos se cerraban ante tan placentera sensación y mis jadeos no paraban de salir.

Logre escuchar susurros de su parte, cosas lindas que hacían el momento más especial. Sentía como su duro miembro entraba y salía de mi logrando saciar cualquier deseo de la placer en mi.

Poco a poco mis manos se hicieron puños del placer, sabía que en cualquier momento me correrían y el lo noto por lo que acelero aquellos empujones que me hacían ver las estrellas.

Mi estómago se contrajo y en segundos una bomba de placenteras corrientes recorrió cada centímetro de mi cuerpo. Solté un gemido al sentirme tan liberada.

Alex por su parte continuó embistiéndome con fuerza, su miembro estaba duro y palpitante lo que me hacía saber que en cualquier momento se correria.

Soltó mis manos y tomó mis caderas fuertemente hundiéndose como nunca y segundos después sentí como me inundaba con aquel líquido tibio que me hizo obtener mi segundo orgasmo en la noche.

—¿Que significa esto?—Jadee.

—Significa que ahora eres mi novia.—Beso mis labios y se recostó a mi lado abrazándome.—Y que te mudaras a mi habitación cariño.

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¡Hola guapuras!

Espero hayan disfrutado este OS, me siento muy feliz de que los lectores sigan creciendo y muchísimas gracias por leer.

Díganme de quienes quisieran que escribiera osi

Mucho Love para ustedes<3

Sigue Natasha Romanoff...

ℳ𝒶𝓇𝓋𝑒𝓁 ℱ𝒶𝓃𝓉𝒶𝓈𝒾𝑒𝓈 lOnde histórias criam vida. Descubra agora