ℳ𝒶𝓇𝓋𝑒𝓁 ℱ𝒶𝓃𝓉𝒶𝓈𝒾𝑒𝓈 l

43. Sam Wilson

Deje mi bolso en el sillón y me recosté en mi cuarto, suspire de nuevo sabiendo que mañana sería la misma rutina de siempre.

Escuche un golpe en la cocina, me levante lentamente y camine hasta la cocina, escuche pasos.

Di un brinco en mi lugar cuando lo vi, estaba herido y al verme suspiro.

—¿Que demonios Sam?—Gruñi cuando lo ayude a recostarse en mi sillón.—Estas...¿Por que no fuiste a un hospital?

—Harían preguntas de las cuales no tengo respuestas.—Me talle la cara frustrada.—Ayúdame, por favor.

—Iré por mi... ahora vuelvo.—Me levante y camine de nuevo a mi habitación.

Busque mi equipo médico de emergencia y regrese a al lugar, sin nada que decir comencé a curarlo.

De pronto soltó un jadeo de dolor estremeciéndose y yo rodé los ojos.

—Si dejarás de moverte...

—Harías lo mismo en mi lugar, esto duele mucho.—Susurro mirándome mientras yo me concentraba en lo que hacía.

—Yo no soy la que se mete en problemas.—Sin mas guardo silencio.—No se que demonios haces Sam y no me importa saber pero debe acabar ya.

El suspiro mirando al techo cuando ya había acabado de curarlo. Yo suspire mientras me levantaba y caminaba a la cocina para servirme una copa de vino.

—Debo irme.—Bufé acercándome a él.

—No irás a ningún lado con esa herida.—Me cruce de brazos mirándolo mal.—Te quedarás aquí si no quieres que esa herida se abra.

—Como digas Jefa.—Sonrei al mismo tiempo que el.—Como en los viejo tiempos.

—No hablemos de eso ahora.

El asintió mientras yo me sentaba en un pequeño lugar cerca de él.

—Te hice mucho daño anteriormente... Y me disculpo por eso.—Y mientras yo me enfocaba en sus ojos no me di cuenta cuando tomó mi mano acariciandola.—Sigues siendo tan hermosa como te recordaba.

—Sam...

—No.—Susurró.—Déjame hablar, volvamos a la noche en que te bese por primera vez. Déjame amarte de nuevo.

—No yo... no puedo.

—¡¿Te es tan difícil dejarte llevar?!—Suspiro de dolor y yo simplemente me levante dispuesta a irme.—Te amo.

Anime hasta mi habitación, tome un baño, me coloque mi pijama que consistía en un short y una camisa de tirantes para al final recostarme en la cama e intentar dormir.

(.....)

Abrí los ojos, seguía oscuro y el silencio se sentía abrumador. Necesitaba compañía después de dormir cientas de noches sola.

Me senté en la cama y observé el piso, me levante y camine hasta llegar a la sala donde el se encontraba durmiendo.

Camine lentamente a él y lo moví para recostarme a su lado.

—¿Que...?—Guarde silencio recargándome en su pecho.—Dormirás algo incomoda aquí cariño.

—Solo cállate Sam, solo.. cierra la boca.—Lo mire y él a mi.—Solo...

Suspire mirando sus labios y en un arranque me acerque lo suficiente para poder besarlo con necesidad, él me correspondió acariciando mi espalda.