Serpiente

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Sus manos estaban sostenidas sobre su cabeza, atadas al respaldo de la cama. Tenía marcas de la ronda anterior pero aun así no podía evitar jadear.
Lupin se apartó de su cuello observándolo, inclinándose sobre sus labios y besándolos, Lucius aceptó el gesto gimiendo entre medio al sentir su lengua explorándolo.
—Remus.— gimió suavemente, entre medio de la primera vez había pasado de su apellido a su nombre, la atmosfera se sentía demasiado íntima como para evitar usar su nombre. Ya lo estaba dejando hacer mucho más, más de lo que habría aceptado de otra persona.
Las manos del mestizo bajaron por su cuerpo acariciándolo haciéndolo retorcerse.
Cuando se separó de nuevo de él no pudo evitar la queja, mirando directo a los ojos mieles.
Las feromonas de ambos estaban en el ambiente, mezclando ambos aromas de forma perfecta, marcando el lugar como de ambos y dejando su propia esencia en el otro.
Remus presionó el agarre que tenía sobre su cadera dejando un beso suave en sus labios mientras se acomodaba entre sus piernas.
El rubio sintió su garganta secarse un poco, casi con anticipación. No podía moverse demasiado, todo venía del otro y eso era de alguna forma liberador. Aunque al principio había sido incomodo al final había sido fácil confiar, aunque esa facilidad seguramente venía del enlace.
Aceptó de nuevo sus labios cuando besó su boca, sin retener los sonidos al sentirlo presionarse contra él. La excitación era intoxicante y solo pudo alzar sus caderas para obtener más, Lupin gruñó suavemente bajando a su cuello.
—¡Ah!— no pudo evitar la mezcla de sorpresa y excitación al sentir la mordida exactamente sobre su marca, apenas pudo removerse al sentir sus dientes clavarse de nuevo a él —Remus.— jadeó, la primera vez se había distraído la suficiente, el orgasmo había sido como anestesia pero en ese momento, luego de haber empezado de nuevo hacía poco no podía evitar el dolor que lo atravesaba. Se quedó quieto rodeando su cadera con sus piernas, presionando su miembro contra el de él tratando de apalear la sensación.
Cuando al fin se apartó gimió al sentir su lengua sobre la herida, seguramente curándola, el dolor pasó a segundo plano mientras sentía una nueva ola de placer atravesarlo. Lupin rió suave sobre su cuello apoyando sus manos en su cadera.
Lucius no pudo pensar demasiado, buscó sus labios de nuevo sintiendo el sabor de su propia sangre contra sus labios, pero no le importó.
Solo por unos minutos, solo lo necesitaba a él.

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Lucius acarició las manos del licántropo sonriendo levemente al notarlo dormido, el nudo todavía seguía instalado en él así que no hizo ningún amago de moverse. Había sido un sexo bastante intenso, incluso habían logrado varias rondas antes de que al fin se cansaran y aunque todas las sensaciones habían sido bastante más intensas luego de la mordida decidió dejarlo como un evento aislado.
Debía admitir que su ego solía ser la razón por lo que algunas de sus decisiones fallaban, como cuando tomó la marca de Voldemort y cuando tomó la de Lupin.
Con Voldemort debió haberse retirado al notar que ese hombre se encontraba loco y con Lupin debió retroceder al notar lo mucho que su parte más instintiva lo estaba aceptando. Él se había sentido complacido de unirse a él, no había tenido que forzarse, había sido demasiado fácil sacar su lado menos racional para seducirlo.
Siempre se había jactado de lo muy estricto que era su parte instintiva, no había alfa por el que tuviera algún grado de debilidad por muchas razones. Su abuela le había comentado que podía deberse a alguna herencia veela que corría por la sangre de los Malfoy, pero lo cierto era que los omegas Malfoy eran demasiado exigentes para enlazarse.
Nunca había sentido atracción hacia Fenrir, siendo este también un hombre lobo como Remus. Pero tal vez el hecho que  él si sería capaz de matarlo había hecho que solo saliera su instinto de conservación.
Había rechazado las señales cuando decidió recibir la marca de Lupin. Había sido demasiado orgulloso como para aceptar que no era buena idea.
Siempre había visto a los hombres lobos como inferiores, nunca creyó que la marca del licántropo durara más de lo que él quisiera que durara. Pero de nuevo sus prejuicios le mordieron la mano, exactamente por esa maldición el hombre había estado a su altura. Era realmente irónico, si lo pensaba bien.
Su omega lo había aceptado demasiado rápido, acoplándose y siendo complaciente. Sabía que tipo de hombre era Lupin, a pesar de todo, un omega de su alcurnia no buscaba un hombre que lo dominara totalmente o a alguien que pudiera manejar del todo, ambos polos lo hacían sentir reacio.
Lupin había jugado algunas cartas pero le había demostrado una real debilidad: realmente no tenía intenciones de hacer algo que estuviera en contra de sus deseos. Pudo haber aprovechado que el supresor no había hecho efecto pero en cambio había saltado lejos demasiado asustado con descontrolarse.
Lucius acarició la piel del brazo del hombre que se apegaba a su espalda mientras pensaba.
Era divertido que Lupin creyera que podía ganarle en su propio juego, debía admitir que se había movido bien pero no se había dado cuenta de las telarañas que él había dejado.
Lo del supresor había sido una pequeña prueba, lo que le diría que tan lejos era capaz de llegar el hombre si él estuviera en una posición vulnerable y la respuesta sin duda lo había dejado complacido, Lupin no sería capaz de aprovechar esas oportunidades y por ello iba a perder.
¿En serio podía creer que las pociones de Severus fallarían de esa forma? Debía admitir que había sido ingenioso, pidiéndole un pequeño encargo al ex profesor de pociones que lo había mirado reacio. Pero con ello podría matar dos pájaros de un tiro, si era Severus quien además de Cissy le estaba pasando tanta información entonces Lupin se enteraría de su trampa.
Esta vez no dejaría que su orgullo se interpusiera. Él tenía su marca y era su omega, era algo que debía aceptar, pero también la situación era completamente recíproca y quien estaba en posición de ventaja era él.
Para Lupin se le haría extraño que él de pronto fuera demasiado apegado así que cuando pudiera escapar del abrazo del castaño lo haría. Dejaría enfriar las cosas por varias semanas y sus acercamientos debían ser tenues y medidos.
Tenía que darle una pequeña victoria a Lupin para poder conseguir algo más. El hombre más joven podía descontrolarlo en la cama, incluso podía llegar a hacerlo comportarse como nunca lo haría pero el límite era eso. Solo sucedía cuando tenían sexo. No creía que Remus pudiera ser un dictador fuera de la cama, si lo fuera, su parte instintiva lo hubiera rechazado con uñas y dientes, pese a todo, quería mantener un poco de su independencia.
Suspiró suavecito al sentir el nudo achicarse lo suficiente, se movió un poco logrando que saliera de dentro de él apenas pudiendo contener un escalofrío. Se movió muy despacio entre los brazos del hombre rodando para quedar de frente, él seguía durmiendo pero afianzó sus brazos a su alrededor.
Lucius lo observó dormir teniendo especial atención con las cicatrices y siguiéndolas por debajo de su cuello.
¿Sería demasiado malo un enlace oficial? No, no teniendo en cuenta que la imagen del castaño hacia la sociedad estaba muy favorecida por Harry Potter, pero Lupin sospecharía enseguida así que por ese camino no podría ir. Había caído una vez en la trampa y Lucius sabía que era lo suficientemente inteligente como para no caer en la misma trampa dos veces.
Recordó brevemente la charla de borracho de Draco y sonrió. Ahí estaba el otro hilo, su hijo, estaba seguro que no estaba pensando tan fríamente como él pero un heredero mitad Potter no sería tan malo. No iba a mostrarse abiertamente a favor de ello, si lo hacía Draco perdería el interés ya que estaba algo molesto con él, le llevaría la contraria aunque eso hiciera que se enredara más con Potter.
Un enlace de ambos muchachos parecía el camino correcto, solo algunas palabras correctas en los oídos de su hijo y podría dar un pequeño empujón. Pero no podía contar que eso saliera como lo planeaba, si Draco tenía interés en otra persona y decidía que Potter no era el alfa con el que quería estar un par de años no había nada que hacer. Aunque había una ligera chispa entre ambos que le hacía creer que ambos chicos podrían tener cierta química o, al menos, podían tener objetivos comunes como tener herederos.
Observó al hombre mientras pensaba en el próximo acercamiento, había querido irse sin más pero tal vez le daría una idea demasiado equivocada a Lupin y no lo necesitaba reacio en su próximo encuentro. Tampoco podía lanzarse a sus brazos sin más, notaría lo extraño.
Se escapó de sus brazos con cuidado, lo suficientemente despacio para evitar despertarlo, parándose directamente sintiendo sus piernas temblar un poco pero decidió ignorarlo. Fue directo a su túnica y sacó un pequeño frasco que estaba encogido, agarró su varita y murmuró el hechizo sonriendo cuando se hizo lo suficientemente grande como para tener que agarrarlo con su mano y no con dos dedos, sacó una de las pastillas y luego lo cerró procediendo a achicarlo para guardarlo de nuevo.
Se preguntó brevemente si Severus tenía alguna idea de para que estaba usando esa poción puesta dentro de las pastillas, luego hablaría con él.
La metió a su boca y tragó, evitando así sentir el sabor o que este se quedara en sus labios.
Caminó muy despacio a la cama y se sentó sintiendo como sus feromonas se hacían más fuertes, podía sentir a su cuerpo lubricar y ponerse más sensible, pero no lo suficiente para perder la cabeza.
Pero Lupin no sabía eso.
Él no tenía la menor idea de que a pesar de tener los mismo síntomas que un celo su parte racional seguía ahí. Había sido bastante astuto evitando sus besos en un principio y luego tragando la pastilla que tenía escondida en su boca, había pensado en usarla si es que el hombre se encontraba con otro omega.
Acarició con cuidado el abdomen del hombre dormido antes de inclinarse y besar ahí, sonrió ante el suspiro arrodillándose en la cama entre sus piernas. Se inclinó apoyando sus manos en sus caderas chupando suavemente la punta del miembro antes de llevar una de sus manos a la base para acariciarlo ayudando a que se pusiera duro.
⸺ ¿L-Lucius? ⸺ El más joven se incorporó dando un jadeo pero Lucius apenas lo dejó antes de hacer que penetrara su boca en su totalidad, dejando escapar un pequeño gemido al hacerlo. Levantó la mirada encontrándose con los ojos mieles.
¿Quería que aceptara a su parte omega?
Pues le iba a demostrar que haberle dado ese consejo solo le había dado un arma más.
Las cartas estaban echadas de nuevo.

No te metas con el lobo.Where stories live. Discover now