Pociones de la verdad y lobos.

3.6K 358 74
                                    

Ayer (27/01/20) publique otro capítulo. Si no lo has visto puedes hacerlo :D


Se despertó sintiéndose algo aturdido por unos momentos, podía escuchar el agua hervir y aún estaba en el sillón así que no había pasado mucho tiempo durmiendo. Ya no había nadie a su lado así que supuso que estaba en la cocina.
Eso había sido bastante malo.
No solo malo también vergonzoso, no había podido mantener el decoro ni la calma y se había comportado como un real idiota otra vez. No estaba siguiendo el camino que trazó para sí mismo y en cambio estaba retrocediendo en su inseguridad.
Estaba siendo bastante patético.
Se llevó la mano a la cara deslizando sus dedos por su frente para despertarse sintiendo un poco de dolor de cabeza.
-Preparé té mientras dormías. - Remus sirvió las dos tazas antes de sentarse en el sillón del frente, Lucius notó que había cambiado la configuración de la sala mientras estaba dormido así ambos podían estar cómodos pero no necesariamente juntos.
Aceptó la taza murmurando un ligero gracias antes de tomar un poco ¿Qué estaba saliendo mal? ¿Qué detalle no había pensado? ¿Por qué de pronto todo estaba tan descontrolado?
Habían estado bien los días donde negociaban pero en la cena todo parecía haberse ido por la borda, si, el alfa todavía no lo echaba ni había sido particularmente duro con él pero sabía que no estaba saliendo bien.
Se estaba comportando como alguien ofendido y como que si esperara que fuera el licántropo quien se disculpara, quien cerrara la brecha entre ellos.
- ¿Dormí mucho? - Preguntó dejando su taza de nuevo sobre la mesa que los separaba.
-Solo un poco más de treinta minutos. - Le sonrió de manera amable y Lucius volvió a asentir mientras pensaba.
Ambos volvieron a quedarse en silencio por unos minutos hasta que ambos terminaron, el rubio suspiró y se levantó esperando que el otro hiciera lo mismo antes de alejarse un poco de la mesa.
-Gracias por el té. - Inclinó ligeramente su cabeza alzando su mano y tocando su brazo por unos segundos antes de apartarla.
-Gracias por la cena, supongo que nos veremos después. - Le devolvió amablemente el gesto.
-Sí. - Se movió con cuidado sintiéndose un poco derrotado.
- ¿Puedes aparecerte? - Preguntó con preocupación.
-Sí, creo que ya estoy mejor. - Asintió, ambos se miraron unos segundos como que si dudaran de como despedirse, eso fue casi nostálgico recordando lo incomodo que había sido decidirse de una forma cuando tenían el enlace.
-Hasta luego, Lucius. - Pareció decidirse por estirar su mano así que el rubio la agarró pero luego se inclinó besando su mejilla, acercándose un poco más.
-Lo siento por discutir en el restaurant. Fue grosero de mi parte reclamarte errores que fueron míos. - Deslizó sus dedos sobre los suyos antes de separar sus manos. -No tenía ninguna razón para reaccionar como lo hice en ese momento o para tratarte así. - Quería disculparse por muchas cosas más pero no quería seguir presionando.
Se había equivocado antes y ahora debía retroceder unos pasos para elegir como proceder.
-Está bien, tus disculpas son aceptadas. Ambos levantamos la voz en esto y abrí un tema que obviamente aun te hace sentir acorralado. - El castaño presionó ligeramente sus dedos en la mejilla del omega antes de apartar su mano, ambos caminaron los pasos que lo separaban de la puerta,
-Es ridículo que me sienta tan sensible con un tema que ya he pensado y re pensando en estos últimos meses. - Habló más para sí mismo sin poder evitar sentirse avergonzado.
-Es distinto el hecho de que lo pienses y hablarlo conmigo, sido siendo el padre del bebé. - Abrió la puerta para que pudiera salir, Lucius lo miró y asintió.
-Nos veremos en otro momento. - Se despidió antes de salir, sacando su varita. Ya no se sentía tan cansado ni mareado, así que estaría seguro.
-Hasta luego, Lucius. -
El patriarca le sonrió en despedida antes de desaparecer, apareciendo nuevamente en su mansión. Se quitó el abrigo dejando que los elfos se lo llevaran y caminó hacia la habitación, se sentó de nuevo frente al escritorio sacando del cajón las razones de "porque si".
Estaba retrocediendo por un simple contratiempo y quería renunciar enseguida. Sabía que no sería fácil, no era ingenuo pero se estaba comportando como que si fuera la victima ahí.
Golpeó la madera con sus dedos mientras pensaba.
Estaba demasiado acostumbrado a que fuera Remus quien pusiera más esfuerzo, él solo se dejaba guiar y lo aceptaba como que si fuera lo mejor que pudiera hacer. En ese casi año que habían compartido ambos habían puesto de su parte pero debía admitir que el licántropo le había tenido demasiada paciencia y que él se llevaba la peor parte.
Perseguir a alguien no era lo que solía hacer, incluso cuando el Señor Oscuro murió la primera vez lo había negado hasta el hartazgo, desligándose de él para obtener su libertad.
Había vuelto a su señor después, por miedo o porque era demasiado terco pero eso había sido casi a rastras. Se preguntaba a veces si hubiera vuelto si no tuviera la marca, podría haberse desligado pero habría terminado muerto como tantos que no volvieron hacia el señor.
Aunque la diferencia estaba que lo que lo había unido a Voldemort era su sed de poder y lo que le hacía volver a Remus era un sentimiento totalmente distinto, que no debería ser egoísta comparado con el primero.
Agitó la cabeza tratando de alejar los recuerdos de la guerra y volvió a leer.
Necesitaba empezar a dar pasos al frente de una vez, ya no era un crío de quince años para esconderse tras las faldas de su madre.
Agarró un papel y la pluma empezando a escribir porque había salido tan mal.

No te metas con el lobo.Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang