Disyuntiva

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Esta semana será muy ocupada, por lo que me puse a escribir hoy. No tuve tiempo para corregir lo siento cualquier error. Miles de gracias por leer.
Pst hace dos días actualice un capítulo. Si no lo viste, puedes darle una ojeada :D

De pronto las pequeñas luces cambiaron deteniéndose en lugares específicos e iluminando mucho mejor, no pudo evitar mirar hacia la entrada por donde los novios entraban

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De pronto las pequeñas luces cambiaron deteniéndose en lugares específicos e iluminando mucho mejor, no pudo evitar mirar hacia la entrada por donde los novios entraban. Sonrió notando como enseguida los amigos de ambos se acercaban a felicitarlos, sabía que como padre también debería acercarse pero dudaba de que fuera buena idea. Cissy le sonrió suavemente y solo levantó la mano para saludar a su hijo cuando él miró a la dirección de ambos.
Ambos chicos venían tomados de la mano y Draco dejó que Harry hablara con los Weasley y amigos por varios minutos antes de tirar levemente de él para arrastrarlo a la mesa de sus padres para saludar.
—El lugar es hermoso, señora M- Black. — Cortó lo que iba a decir enrojeciendo un poco, recordando que los padres de Draco estaban separados. Lucius no pudo evitar sonreír con un poco de crueldad ante el pequeño tropiezo del salvador del mundo mágico.
—Me impresionó incluso sabiendo varios de los detalles. — Les sonrió Draco dándose el tiempo para besar la mejilla de cada uno.
—Y ustedes también estuvieron maravillosos. — Halagó el patriarca.
—Los votos fueron tan hermosos que lograron conmoverme. — Habló la dama, Lucius trató de que su expresión no cambiara ante ese dicho y esperaba realmente que no le preguntaran nada respecto a ello. Luego debería pedir algún recuerdo para ver, tal vez de Severus aunque el pocionista se lo dejaría pasar pero Cissy tal vez sería más intensa que él.
—Me alegro que lo hayan disfrutado. — Draco sonrió y Potter solo asintió mirando a sus suegros con algo de curiosidad.
—Y ahora deberían seguir saludando antes de que llegue el brindis. No te detengas mucho tiempo. — Lucius le dio una pequeña palmadita en el brazo y se incorporó para besar su frente. Luego de la pequeña despedida y otra pequeña conversación la pareja siguió su camino.
Cissy lo observaba con una ceja arqueada.
—Realmente quieres que esto termine ¿Verdad? — Aunque era un claro reto su voz suave y sus gestos no la delataban, por lo que nadie de ahí podía decir que estaba llamando la atención del patriarca. Lucius suspiró.
—Cuanto menos dure menos posibilidades tengo de arruinarlo. — Admitió agarrando la copa con jugo y tomándolo, sabiendo que no podía servirse a alcohol. Pero incluso si no estuviera esperando quedar borracho en la boda de su hijo era lo que menos quería.
— ¿Estás bien? — La rubia lo miró con preocupación y el mayor asintió.
—Sí, solo tuve algunos síntomas y…— Tragó sintiendo sus mejillas calentarse de la vergüenza. —Cambios, pero estaré bien por las siguientes horas. — Trató de quitarle importancia mientras miraba a la pareja que ahora estaba rodeada por los Weasley.
—Puedes sentarte con Lupin si eso te hace sentirte mejor. — Narcissa apoyó su mano en su brazo y Lucius la miró frunciendo el ceño.
— ¿Para que las personas empiecen a hablar de porque ese cambio? No, el centro de atención esta noche es Draco y el miope. — Hizo un pequeño movimiento con la mano sin señalarlos directamente.
—Lucius. — Lo regañó suavemente.
— ¿Qué? Nadie me está oyendo. —
—Tienes que hacer lo mejor para ti y el bebé. — Su agarre sobre su brazo se intensifico por unos segundos antes de soltarlo, Lucius suspiró y negó con la cabeza.
—No soy una chica dependiente, Cissy. Por favor no me conviertas en algo así, es denigrante. — Siseó ligeramente para ver a la mesa donde estaban ellos, el alfa le dedicó una pequeña sonrisa que no pudo evitar corresponder a pesar de estar algo molesto con los consejos de su ex esposa.  Ella pareció darse por vencida ante ello y saludó a Severus cuando este se unió a su mesa.
Pasaron varios minutos mientras los invitados saludaban o felicitaban a los novios hasta que al fin todos se acomodaron en sus mesas, Harry y Draco terminaron en una localizada en el centro, cercana a la de los padres del rubio y padrinos de boda. Lucius no pudo evitar mirar a Black quien estaba hablando por lo bajo con Remus, en su mesa también se encontraban el ministro y la directora de Hogwarts. Realmente agradecía que Severus se hubiera acomodado con ellos.
Un tintineo hizo que todas las voces se callaran centrándose en Black quien se había parado, Severus resopló por lo bajo y Lucius sonrió divertido ante la expresión del pocionista aunque tampoco sabía que esperar ¿Qué tipo de discurso daría el animago?
—Buenas noches a todos, primero felicidades a los novios y gracias por darme el honor de ser el padrino principal. — Las personas aplaudieron en felicitación. —Creo que muy pocos de aquí esperábamos verte casado tan pronto y sobre todo con quien. Reaccioné un poco mal al enterarme pero luego de haber pasado tanto tiempo fuera fue una bomba para mí.
Pero al final de cuentas no importa su apellido o quien es, si te hace feliz entonces es algo que yo y tu familia apoyara.
A tus padres les hubiera encantado estar aquí, tal vez James se hubiera quedado calvo al escuchar de quien se trataba. — Hubo pequeñas risas en la sala, Severus sonrió levemente algo divertido. —Pero Lily lo hubiera puesto en su lugar. Porque ellos te amaban y todo lo que te hiciera feliz se te sería permitido.
Recorriste un camino muy largo, todos vivimos de diferentes maneras lo que ocurrió y me alegro de  poder verte aquí y estar presente. No estuve presente cuando fuiste un bebé, puse mal mis prioridades y te deje solo pensando que vengar a tus padres era más importante en ese momento.
Me equivoqué, pero era joven y bastante impulsivo.
Gracias por permitirme volver a tu vida y aunque conociste mis más bajos errores seguiste queriéndome a pesar de que me gané una reprimenda.
Y ahora empiezas una nueva aventura. Podrá terminar mal o bien pero ambos habrán aprendido y seguramente no se arrepentirán del tiempo compartido. Habrá momentos malos y peleas pero también habrán momentos buenos.
Ni siquiera una pareja como la de tus padres, Harry, se salvó de peleas que dejaron un pequeño malestar por días.
Seguiremos siendo tu familia y estando para ti todas las veces que necesites, pero tus prioridades cambiaran y eso no es malo, eso tampoco querrá decir que nos quieres menos solo que las cosas cambian.
Bienvenido a la familia, Draco. Aunque ahora solo parezca que digo solo palabras bonitas, lo digo en serio. Puedes contar con nosotros aunque no lo creas, a veces podemos sorprender incluso a un Slytherin como tú. — los aplausos y luces no se hicieron esperar luego del agradecimiento de la pareja, Draco estaba un poco sorprendido de haber sido incluido así por lo que no había podido ocultar su expresión tan bien como le gustaría, en cambio Harry no había tenido ningún problema en mostrar lo emocionado que estaba.
—Astuto. — Susurró Severus por lo bajo hacia el patriarca quien asintió.
Fue Narcissa la primera en levantarse cuando lo aplausos terminaron, Lucius también lo hizo a su lado dejando que ella apoyara una mano en su brazo y poniendo la suya sobre la de ella. El discurso era algo que deberían dar los dos como padres y amigos, por lo que no se arrepintió de haber insistido en no moverse de su asiento.
—Admito que fueron astutos en navidad cuando escaparon luego de la proposición dejándonos completamente sorprendidos. No esperábamos que se comprometieran, todavía nos estábamos acostumbrando al hecho de que ustedes estaban saliendo y que era algo real lo que había y no solo una bonita foto publicitaria para aplacar a la gente.
Creciste muy rápido y hubo años que se nos fueron de las manos, verte casarte no estaba entre mis planes a corto plazo cuando todo terminó más o menos bien para nosotros.
Tu madre y yo estamos orgullosos de ti. — Agarró suavemente la mano de Narcissa con cariño mirándola unos segundos antes de ver a su hijo. —Tal vez no esperábamos que terminaras con él, pero los Malfoy tenemos la mala costumbre de quedarnos con lo mejor que hay en el mercado. —Sonrió aunque no pudo evitar pensar brevemente en él, así que trató de no encontrarse con los ojos mieles para no delatarse de que no solo se refería a Draco y Potter. —
En estos días tu madre y yo no pudimos evitar recordar tus días cuando todavía eras un infante, creo que incluso nada de esto parecía real hasta que llegamos a las puertas del salón y vimos todo listo para esto.
Te vimos crecer, fuiste nuestro bebé por mucho tiempo y Hogwarts fue una prueba muy difícil para nosotros que estábamos acostumbrados a tenerte todo el tiempo en la mansión. Tal vez tomamos decisiones cuestionables, como tratar de matar a Hipogrifo por un accidente. Pero a cualquier padre se le hubiera pasado por la mente si hubieran estado en nuestro lugar, pero no todos tenían los medios para hacerlo realidad. — Sabía que no necesitaba decir eso, pero picar un poco a Potter siempre fue algo divertido y al diablo si enfadaba a alguien más. —Pero hoy no estamos hablando de eso, estamos felices de que hayas encontrado a alguien con el que te sientes lo suficientemente feliz como para casarte.
Aposte en contra de este matrimonio pero por primera vez deseo perder la apuesta.
Tu madre y yo fuimos felices a nuestra manera, la paciencia es algo que tendrán que aprender al igual que encontrar un punto intermedio en las discusiones. No se pueden ganar todas y tampoco perderlas.
Traten de nunca ir a dormir sin haber aclarado las cosas.
Y los felicito por su fe en la relación, no todos juran fidelidad por las consecuencias que eso conlleva. Espero que duren mucho y que si terminan puedan seguir sus caminos sin ningún rencor. Si tienen hijos ellos siempre serán un hilo que los unirán, no siempre románticamente pero al menos eso debería empujarlos a llevarse cordialmente cuando todo se rompa si es que se rompe.
Siempre seremos tus padres, Draco. Y siempre estaremos ahí para ti a pesar que te he fallado estas veces no volveré hacerlo. — Se obligó a agregarlo, aceptar eso en frente de todos los demás invitados no era bueno estratégicamente pero no se trataba de ello. Se trataba de ser sincero con su hijo y se lo debía. Le hubiera gustado abrazarlo más.
—Y Potter, puedes contar con nosotros de vez en cuando y según la situación. Yo no hago promesas Gryffindor. — agregó sonriendo de lado antes de que Cissy agarrara más su mano antes de empezar a hablar.
—Felicitaciones a ambos, realmente esperamos que sean felices. Las puertas de nuestras casas siempre estarán abiertas para recibirlos. Pero con esta unión deberán aprender a confiar uno en el otro en su totalidad.
Harry, mientras hagas feliz a mi hijo no me importara si eres el Salvador del mundo mágico o no.
Estoy segura que saldrán adelante y que podrán adaptarse a todos los cambios. Después de todo, ambos son sobrevivientes y son queridos.
Harry, bienvenido a la familia. —  los aplausos volvieron a escucharse y Lucius se sintió aliviado de sentarse de nuevo. Hubo más felicitaciones y buenos deseos, pero el patriarca no escuchó los breves discursos de quienes quisieron hablar.
Cuando todo se calmó sirvieron el pastel luego de que los novios lo partieran, lo cual fue algo divertido y por suerte ninguno de los dos terminó manchado.
Lucius estaba demasiado ocupado en prestar atención a los síntomas, tenía pequeñas molestias y eso hacía que casi apuñalara el pedazo de pastel que tenía en su plato. El bebé parecía no tener ganas de dulce por lo que solo jugó un poco partiéndolo. Alzó la mirada encontrándose con la de su pareja quien lo observaba algo preocupado, Lucius negó con la cabeza como tratando de decirle que no pasaba nada antes de volver a centrarse en el plato.
Era tonto necesitar tanta atención, por suerte el bebé estaba tranquilo pero el sudor frío volvía a su cuello haciéndolo sentirse incómodo y algo enfermo.
A una hora determinada las luces más tenues mientras música empezaba a escucharse, el patriarca sonrió ligeramente sabiendo que lo que seguía el baile de los novios. Ambos se veían muy bien yendo de la mano a la pista, recordó brevemente como había sido en su propia boda.
Él había estado emocionado, estaba muy enamorado de Narcissa en ese entonces pero ella solo había estado nerviosa.
Pero ver como se miraban ambos se notaba que no era algo de una sola dirección, Potter rodeó la cintura de su pareja y empezaron a bailar vals mágico por toda la pista, las luces los seguían y alumbraban los lugares correctos.
Lucius tuvo que admitir que los muchachos habían practicado mucho, si Draco había logrado que alguien tan malo para bailar como Potter lo hiciera tan espectacularmente en su boda hubiera sido trabajo de mucho tiempo. Seguramente ninguno estaba mirando más que los ojos del otro, las luces tenues cambiaban su color de forma lenta haciendo que la atmosfera se sintiera mucho más romántica.
Al final cuando terminaron no pudo evitar aplaudir.
Muchas parejas se animaron a bailar después con los novios pero él prefirió quedarse al borde, lo que menos necesitaba era una escena así.
— ¿No bailas? — Remus se acercó mirándolo con curiosidad, Lucius negó con la cabeza acomodándose mejor en la silla.
—No lo creo, no quiero llamar la atención. — miró hacia los novios por unos segundos antes de volver a mirar a su pareja.
— ¿Te sientes bien? — Remus se sentó a su lado agarrando su mano con suavidad mirándolo con preocupación. Lucius no pudo evitar sentirse avergonzado.
—Sí, solo estoy cansado. — Trató de quitarle importancia dejando que apoyara su mano sobre la él arriba de la mesa. Sabía que nadie les estaba prestando alguna atención, demasiado concentrados en los novios y en lo que había alrededor pero aun así no podía evitar sentirse tenso.
—Podríamos excusarnos, has estado en lo más importante. — El licántropo habló por lo bajo antes de levantar su mano y besar sus nudillos con cariño mirándolo algo preocupado. El patriarca frunció el ceño a pesar de que sabía que tenía razón.
—No, estoy bien. Estoy seguro que puedes encontrar a alguien que quiera bailar contigo. — Quitó su mano mirando a las parejas que bailaban, sabía que estaba siendo un idiota pero no podía evitar que los nervios le ganaran. No quería estar rodeado de tanta gente aunque fuera tan cerca de su alfa.
— ¿Crees que llamaríamos tanto la atención? Eso es un poco egocéntrico. — El ex profesor le sonrió suavemente .
—Bailar solo en la playa no es lo mismo que ahora, no tengo ganas. — Apretó ligeramente los labios sin poder evitar estremecerse un poco cuando el alfa acarició su mejilla, se inclinó un poco ante su toque sintiéndose menos tenso.
—Lucius. — Lo llamó por lo bajo, el patriarca lo miró incorporándose.
—Solo estoy cansado, hace mucho no estaba rodeado de gente y tu bebé parece no ser muy sociable. — se burló ligeramente dando un pequeño respingo cuando el licántropo apoyó una mano en su vientre. —Las personas creerán que estas tocando más abajo, no hagas eso. — Lo regañó quitando su mano, Remus rió por lo bajo y besó la frente del omega con cariño.
—Lo siento. — Se disculpó disfrutando de la cercanía del mayor.
—Es de mala educación que pongas las manos bajo la mesa. — Lo regañó muy bajo preguntándose si debería poner un hechizo de privacidad.
—Señor Lupin, señor Malfoy. — La voz de la mujer hizo que ambos levantaran la mirada, el omega frunció ligeramente el ceño mientras Remus sonreía de manera suave.
—Directora McGonagall. — Saludó el primer nombrado pero Lucius solo hizo una pequeña inclinación de cabeza.
—Supongo que no se acercó por mí, nos vemos luego, Lupin. — El rubio se paró casi enseguida ignorando la mirada preocupada de su pareja y se alejó sabiendo que la mujer mantendría entretenido por unos minutos al licántropo.
Suspiró con algo de fuerza y se acercó a Narcissa murmurándole que se iría a descansar. Luego buscó con la mirada a Severus haciendo una mueca al no encontrarlo y casi al instante también buscó el paradero de Black en el lugar pero ambos parecían no estar, arqueó una ceja ante eso pero decidió no prestarle atención.
Con toda la sutileza que podía evitó a las personas que no quería saludar y a Remus antes de entrar al fin al hotel. Respiró profundo cuando las puertas se cerraron tras él y se apoyó en la pared sintiendo sus piernas débiles de nuevo.
No le gustaba eso, notar que apegarse tanto a Remus en esas semanas lo hubieran vuelto tan frágil lo hacía rechinar los dientes. Él se había defendido solo por mucho tiempo.
Pero no solo era su orgullo lo que lo estaba impulsando si no la vergüenza. No poder controlar su cuerpo así y el instinto en un día tan importando era deplorable. Respiró profundo acomodando su traje y acariciando ligeramente el saco que aún tenía feromonas de Remus en él.
Empezó a caminar hacia el ascensor pero escuchó pasos detrás de él, suspiró deteniéndose sin darse vuelta dejando que el alfa lo alcanzara y lo abrazara por la espalda.
—Lucius. — Escuchó su voz contra su oído y no pudo evitar estremecerse. No quería apoyarse en él así que se dio vuelta con cuidado notando que el alfa no disminuía su agarre pero al menos ahora podían verse a la cara.
—No tenías que seguirme, no necesito que me estés protegiendo tanto. — Lo regañó un poco tratando de verse molesto pero fallando. Suspiró levemente dejando que lo atrajera hacia si pero sin devolver el abrazo.
—Me siento más tranquilo si estoy cerca de ti ¿Por qué te fuiste? — Preguntó antes de besar su mejilla, Lucius lo observó apoyando sus manos en los brazos que lo sostenían tratando de planear algo que decir.
—Te lo dije, me sentía cansado. — Sabía cómo se veía eso, prácticamente parecía que quería escapar. Aunque eso había estado haciendo, no había querido parecer obvio pero el licántropo le había prestado más atención de lo que creía.
—Estás prácticamente escapando de mí ¿Qué sucede? Has estado extraño todo el día. — acarició su espalda suavemente tratando de ser conciliador.
—Estoy bien. — Respiró profundo luego de decirlo disfrutando del aroma que ya podía notarse en su pareja.
—Lucius… No volvamos a esto, por favor. No me gusta que me evites así, se siente mal ¿Estás enojado? — Preguntó suavemente, Lucius sintió el calor subiendo por su cuello. Era casi como ser regañado por un profesor y sabía que no había razón para molestarse de ello, merecía una explicación, pero ¿Cómo dársela sin sonar tan estúpido?
—Yo… agh, no por supuesto que no. Solo… estoy avergonzado ¡Mi cuerpo sigue haciendo cambios que no me gustan! ¡Y pasan en el peor momento! Y he estado con síntomas desde la ceremonia y yo… no quiero arruinar esto. — No bajó la mirada enfrentándose a los ojos mieles que seguían observándolo, tuvo ganas de evitarlo pero al final se quedó quieto.
—No tuvimos problemas antes con los ciclos falsos. — Murmuró al fin al menor pero Lucius negó con la cabeza ¡No solo se trataba de eso!
— ¡Si, porque estabas pegado a mí! No puedo estar pegado a ti todo el tiempo, soy el líder de una familia. Sigo siendo el patriarca Malfoy y ahora…— Prefirió ir por otro camino, con suerte podía irse sin explicar concretamente nada. A la mañana siguiente seguramente se sentiría más tranquilo y podría explicarlo sin enrojecer pero en ese momento se sentía incapaz.
—Estas llevando a nuestro bebé. Y no creo que hayas caído en cuenta de eso justo ahora ¿Qué ocurre? — acarició su mejilla suavemente de nuevo apoyando su otra mano en su cadera.
—Me da vergüenza. — murmuró de nuevo apoyándose en él aceptando el abrazo, suspiró escondiéndose un poco sintiendo su rostro caliente. —Mi cuerpo sigue cambiando. — repitió pero dándole más énfasis sintiendo la vergüenza bullir de nuevo.
—Pero esta mañana no tenías un problema grave con el bebé y ahora… oh. — Pareció entender, tal vez la mirada mortificada del mayor o porque al fin podía unir los puntos. — ¡Oh! — Exclamó nuevamente apenas conteniendo la sonrisa.
—Ya, ahora vuelve a la maldita recepción. — Lo medio empujó alejándose de él alzando la barbilla tratando de no tirar totalmente su dignidad, miró hacia otro lado cruzando sus brazos sobre su pecho frunciendo el ceño.
—Ese era el aroma que no lograba identificar. — Se acercó de nuevo, Lucius no pudo evitar enrojecer esperando que fuera por el enojo.
— ¡No hables de eso! — Lo silenció retrocediendo un paso.
— ¿Puedo ver? — Preguntó con curiosidad, mortificando completamente al patriarca.
— ¡No! — Dio un pequeño quejido al ser abrazado de nuevo y trató de escapar de su agarre pero no pudo, pensó que podía utilizar su varita pero luego suspiró. No valía la pena llevar tan lejos esa pelea así que volvió a recargarse en él.
—Bueno. Volvamos a la habitación, entonces. Necesitas descansar. — Remus murmuró jugando con la cinta del cabello y tirando un poco de ello para soltar el pelo del patriarca. Sonrió y lo acarició suavemente.
—Yo no tengo que obedecerte. — Murmuró queriendo que la discusión fuera hacia otro lado.
—Pero hacia allí te dirigías ¿O no? — Sonrió besando su cabeza estrechándolo con cuidado contra él, Lucius se acomodó rodeando su torso con sus brazos también.
—No quiero que me acompañes. — Habló por lo bajo sin decirlo realmente en serio, dudando de sus propias palabras.
—Ey. — Remus besó su frente antes de separarse un poco rompiendo el abrazo pero aun rodeándolo, Lucius lo miró encogiéndose ligeramente pero luego negando con la cabeza al notarlo sintiéndose algo molesto consigo mismo. —Somos una pareja. Si solo quieres dormir solo dormiremos. —
—Sí, porque con los ciclos falsos tenemos muchas opciones. — Se burló ligeramente.
—Lucius… Está bien, puedo irme cuando empiece ¿Bueno? Ahora estás bien. — Acarició suavemente su espalda como tratando de calmarlo.
—… — Sabía que cumpliría su promesa pero hasta el momento no había pasado los pequeños ciclos falsos solo, no tenía las mismas libertades ahora que estaba casi entrando al séptimo mes y aunque se encontraba algo mortificado no quería sumar ese estrés a su lista. Tampoco quería rechazarlo aunque su sentido común le indicaba que sería lo mejor hasta acostumbrarse. —Yo… no dije que tenías que irte. — Dijo al fin dándose por vencido, ya estaban los dos ahí y sería más cómodo quedarse juntos además ni Draco ni Potter notaría su ausencia, seguramente muy acaramelados entre ellos.
—Bien. — Sonrió el licántropo dándole un pequeño beso en los labios, Lucius asintió un poco separándose y agarrando su mano. No había estado bien no haber conversado el plan a seguir en la boda, habían planeado como llegarían pero no habían hablado que harían ahí.
El hecho de que su relación fuera un secreto a voces no era molesto en sí, sino no saber de antemano que ocurriría.
Subieron al ascensor y el rubio se apoyó en el menor dejando que lo rodeara con un brazo. No estaba muy bien dejarse mimar tanto pero había sido un día largo.
Bajaron en uno de los pisos más altos, Narcissa le había dicho el número y un hechizo simple abrió la puerta luego de comprobar su magia. Caminó directamente a la cama sentándose en ella antes de recostarse cerrando los ojos al escuchar la pequeña risa del licántropo.
—Estás muy cansado. — Remus lo miró mientras se acercaba, Lucius asintió levemente.
—Solo un poco harto, es decir, fue hermoso. Mi hijo acaba de casarse pero… ahora tengo ganas de desaparecer por unos días. —  Admitió abriendo sus ojos para mirar el techo.
—Volveremos a casa pronto. — Prometió.
—Mañana podríamos disfrutar de la ciudad. — Se sentó para quitarse el saco, dejando su varita sobre la mesa de luz. Todas sus cosas estaban ya ordenadas en la habitación y solo revisó que los collares de cuero estuvieran en el cajón. Se quitó los zapatos antes de subir sus pies a la cama.
—Sí, sería bonito. Pero supongo que esto es una desventaja, extraño nuestra habitación. — Admitió el menor sentándose en la cama luego de quitarse la camisa y los zapatos, subiendo a la cama y recostándose bien sobre ella apoyando su cabeza en la almohada y mirando el techo. Lucius suspiró y se acomodó para recostarse a su lado, sonriendo un poco cuando él se puso de costado para mirarlo.
—Bueno, en tu casa tienes dos nidos. Cuando este cerca de dar a luz ya no querré moverme de ahí pero mientras aun falte quiero disfrutar de estas cosas. — murmuró dejando que pusiera una mano sobre su vientre acariciando está ligeramente.
—Sé que es difícil para ti, las cosas están cambiando y tú llevas la mayor parte de ellos. — Remus besó su mejilla acercándose más a él, Lucius suspiró y se acurrucó un poco contra su calidez.
—Será muy distinto cuando ya esté aquí. — No solía pensar eso muy a menudo pero ambos sabían que iba a ser un cambio grande. Ya no serían solo ellos dos si no también tendrían un bebé.
—Sí, pero estaremos juntos en esto. — Remus lo envolvió con un brazo con cuidado atrayéndolo más hacia él, Lucius lo miró antes acercarse y besar sus labios con intensidad.
Lo amaba y amaba al bebé pero no podía evitar sentirse incómodo con los cambios tanto en su físico como los preparativos para que pudiera nacer ¡Aún faltaban tres meses completos! Era vergonzoso pero aun así se dejó abrazar y disfrutó del beso.

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