I miss you

12. Estaré a tu lado Minie

- ¡¿Que rayos le hiciste a Jimin?! - Tae empujó a Kook cuando salió, pues había escuchado los gritos de su amigo, el pelinegro  lloraba amargamente y se sorprendió cuando el menor lo empujó y lo tumbó en el suelo. -¡Contesta! - Tae se le subió encima y lo tomó por la ropa cerca del cuello.

- ¡Dejame idiota! - lo empujó aún lado y se levantó. - Solo le di lo que me pedía a gritos.

Tae lo miro sorprendido y el mayor se fue corriendo. Se levantó y corrió dentro de la casa y allí encontró el peor de los escenarios imaginados.

Jimin se encontraba echo un ovillo en el suelo, solo vestido con un boxer, su espalda y su hombro estaba llenos de marcas rojas, la cama estaba desecha y el rubio lloraba sin control. Tae se acercó preocupado.

- Jiminie - Le acarició, el rubio cerró los ojos y lloro más amargamente - ¿Te violó? Contestame... ¿El te violó? - en su pecho se empezó a formar nudo su amigo no merecía pasar por algo tan horrible.

- No Tae, el no me violó..

- ¿Seguro? No tienes por qué defenderlo..

- No, solo no hablemos de ello, por favor. - Su amigo yacía completamente entregado al dolor.

- Haré lo que tu quieras Minie no estás solo, yo estoy aquí contigo.- Tae se levantó y desvitio la cama y puso sábanas limpias. - Vamos Jiminie ya es hora de dormir - ayudo a levantar a su quebrantado amigo y se acostaron juntos. Miro su rostro, estaba tan destrozado, su alma lloraba y eso causó que el mismo llorara, sabía que el rubio sufría más allá de la razón así que acompañó con su propio llanto el dolor de su amigo.

Había deducido por la forma en que el pelinegro salió también destrozado que una pelea fuerte se abría dado en ese momento para que ambos terminaran tan desolados.

Aún así no quizo entrometerse más allá, pues Jimin no tenía ahora mismo las fuerzas para contarle, esperaría hasta que su amigo estuviera listo por lo mientras solo le podía dar su compañía y apoyo.

◇

- Creo que ese dolor de cabeza ya no es normal Minie - su amigo se sujetaba la frente.

- Ahorita tiene que ceder no te preocupes.

- Por que no le dices a tu mamá, seguro ella sabrá que hacer.

Ellos caminaban juntos, Tae se había encargado de alegrar los días del Rubio, pues parecía tan triste y apagado simplemente  no podía solo abandonarlo.

Así que lo llevaba a su casa todos los días por que el Idiota de Jungkook  caminaba luego demasiado cerca de él.  Tae se encargaba de echarle miradas asesinas para que ni se le ocurriera acercarse a su amigo ninguna vez más, odiaba tener siempre el pesar que él había sido el culpable de la ruptura total de su corazón.

Tae creyó que solo bastaría con que el pelinegro se diera cuenta de lo mala que era la bruja para que le diera una oportunidad a su amigo, pero se había equivocado, y Jimin se lo había advertido, la situación era más compleja de lo que él creía.

Tae siempre fue demasiado energetico con Jiminie que este fuera insistente y valiente, pero le había fallado, su mente nunca creyó que Kook llegaría hacer algo tan bajo. Aunque Minie no hablaba nunca de lo sucedido era demasiado claro que a partir de allí el rubio había sufrido una metamorfosis, que lo había echo madurar y verla la vida demasiado racional y sin brillo.

Por eso era que lo cuidaba siempre. El seguía con sus clases de baile, con su vida normal como si no conociera a Jungkook y él también hacía lo mismo, nunca lo nombraban. Tan solo unos meses bastarían para el pelinegro terminara la prepa y se fuera ala universidad, solo allí Tae descansaría.