20. ¿Te duele? ¿Quieres parar?

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Era sábado entró al local de Tattos, revisó su instrumental y preparó la sala, esperaba un cliente, Katy había dicho que pronto llegaría pues había agendado para medio día.

Apesar de pasar el día anterior medio zombie, en ese momento se sentía eufórico, allí justo en ese lugar era donde encontraba su felicidad, la mente se le despejaba y solo había tranquilidad.

La puerta se abrió y Jungkook volteo a ver a su cliente.

- Hola, soy Park Jimin, hablé para hacer una cita.

¡¿Que demonios hacia Park en su oasis de paz?!

Jungkook lo miró impactado.

- Jimin, Park Jimin - Sonrió con qué ese era el plan, fingir que no lo conocía y luego acercarse a él. Si ese era el juego, él seria mejor jugador ¡también fingíria! Se dio la vuelta para tranquilizarse y entrar en su papel.

- Hola - escucho su voz.

Jungkook volteó y lo miró, este venía vestido completamente de negro, su pelo estaba escondido en un gorro. A pesar que afuera se sentía un frío intenso no traía chaqueta.

-¿Jungkook? - el menor se quitó los lentes oscuros.

- Hola Jimin. - Le dijo haciendo una reverencia.

- ¡oh por dios! ¿eres tatuador? - le mostró una de sus enigmáticas sonrisas.

- y soy el mejor - Jungkook idiota respira y concéntrate. - toma asiento.

- Es un alivio que seas alguien conocido - Se sentó y lo miro serio, Jungkook también se sentó en un sillón alado de él.

- Ya tienes una idea del tatuaje que quieres.

- yo .. si mira - Le enseño un papel con una palabra.

- Nevermind- Debía de estar jodiento, tensó la mandíbula, su grado de locura cada vez lo impactaba más. Una maldita palabra cuyo significado es olvídalo, ¡Se estaba burlando de él en su propia cara! Lo miró intensamente pero este no le ponía atención , solo observaba el papel.

- ¿Crees que podrías copiar el estilo de letra? - alzo la mirada, Jungkook sonrio con hipocresía, no podía creer que en verdad llevara esa farsa con tanta naturalidad, su mirada parecía tan sincera e inocente.

Pero de inocente nada, había en él maldad por quererlo enloquecer pero no sabía que a Jungkook le gustaban los desafíos, quería esa palabra, esa palabra se la haría, le dolerían cada una de sus letras, para ver quien de los dos se cansaba de ese jueguito.

- Si claro que puedo - Se dio la vuelta con el pretexto de examinar la hoja, pero lo hizo para guardar las distancias, el muchacho se había acercado a él con el pretexto de ver la hoja de más cerca - ¿En qué parte lo quieres y de qué tamaño?

Jungkook imagino que quería hacercelo en la muñeca, era lo más común, aunque recordaba el primer tatuaje del menor , este lo tenía en el inicio de su nalga. Jungkook se quitó esa palabra de la cabeza rápidamente, no quería sufrir un colapso junto en ese momento.

Volteó a ver al menor y éste estaba un poco avergonzado.

- ¿Que pasa?

- Bueno es que... - el chico se acerco a él en confidencia y a Jungkook se le crisparon los pelos de todo el cuerpo, por la rapideza de ese movimiento - lo quiero aquí - Jungkook miro su mano que señalaba a un costado del pecho.

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