31. ¡Ya lo sé, Tae!

55.5K 5.3K 2.4K
                                    

Jungkook se encontraba ido en el pequeño recuerdo de Jimin sonriéndole. No podía ser cierto lo que éste le había dicho, Jungkook no merecía nada de él. Cuando estuvieron en el parque abrazados sintió que no era digno de su compañía, tantas cosas horribles había hecho para alejarlo de él, destruyéndolo hasta que logró su cometido.

Jimin no merecía que Jungkook interfiriera otra vez en su vida, no era justo ni leal y por el bien de la hermosa amistad que habían tenido, en honor al tatuaje que ambos traían en sus caderas, de aquel primer beso compartido daría por terminada su historia, era lo mínimo que podía hacer por el bien de Jimin ya que la vida se habia encargado de borrarlo a él de su memoria.

- Jk, lo de Jimin ¿salió bien no?

Por estar sumergido en sus pensamientos no notó cuando Yoongi se estacionó fuera de su departamento, Jungkook mantenía su miraba puesta en la ventanilla y al escuchar la voz de su amigo volvió a la realidad. Al verlo se dió cuenta que ya no pertenecía allí, el cambio que había sufrido lo había dejado aislado de lazos. La persona que había sido su seguridad, su isla de paz ahora ya no lo era más, estaba listo para irse.

-¿Jungkook qué sucede?

- Yoongi.. - Miro por el parabrisas hacia la nada - ya no... puedo más...

- Jungkook amigo ¿qué pasa?, Jimin te ha dado una oportunidad - Jungkook vió sus manos, lo sabía, Jimin le dijo algo pero no había seguridad en nada, y si fuese cierto que fueran más que amigos estaba a tiempo de irse antes de empeorar las cosas. No quería volver a cometer el mismo error. Jungkook era una mezcla de dolor, culpa e inseguridad.

- Es que no puedo Yoongi. No es Jimin, él es... es fantástico. Sé que si me quedo a su lado él me tenderá la mano como antes, puedo sentir su empatía de nuevo.

- Entonces... no le veo el problema Jungkook, solo tienes que resistir.

- Yoongi - los ojos de Jungkook se llenaron de lágrimas - es que no merezco estar a su lado - Jungkook abrió la puerta del carro y salió.

Ya lo había dicho en voz alta. Aquella declaración se impregnó en cada uno de sus huesos provocandole un tortuoso dolor. Ya no había vuelta de hoja, dejó que todos los demonios se llevaran su alma. Largarse era la única solución a la constante ola de desolación que lo atormentaban.

Un mal presentimiento tenía Yoongi, había ido a dejar a Jungkook y no le gustó lo que había visto en su mirada. Estaba muy jodido, podía ver su inseguridad y su falta de esperanzas. Apesar de que él y Tae escucharon lo que Jimin le dijo, su amigo pensaba que Jimin solo estaba jugando con él y eso lo lastimaba.

Jungkook estaba pagando cada uno de los errores que habia cometido en el pasado, pero el dolor no parecía tener tregua en él, le costaba creer que aunque había pasado mucho tiempo a su lado, en verdad no lo conocia. Jungkook estaba deprimido y parecía no encontrar la salida y lo peor de todo es que se estaba dejando vencer.

Por esa razón volvió al departamento de su novio y al llegar tocó la puerta viendo como de esta salía un Tae sonriente. Él era el joven más hermoso que había visto, lo amaba intensamente, pero esa noche su pensamiento estaba con su amigo, temía que hiciera algo imprudente.

-¿Qué pasa amor? - preguntó Tae por la expresión que traía su novio en el rostro.

Trato de recomponerse, Tae y él no hablaban jamás de sus respectivos amigos, era una regla.

Solo lo miró, deseaba tanto compartir con el la situación de Jungkook. Sabia que Tae se habia hecho cargo de Jimin cuando también cayó en depresión. Con dudas y miedos lo miró y decidió pedirle un consejo. Yoongi no sabía que hacer.

I miss you Donde viven las historias. Descúbrelo ahora