21. La más hermosa melodía.

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Tae entró al carro y sorprendido revisó el interior, parecía un carro de agencia, Yoongi se metió en el lado del conductor y comenzó a avanzar.

- ¿Tu carro es nuevo? - Preguntó para romper un poco el incómodo silencio que se había creado.

- No es mío, es de mi padre, solo me lo ha prestado.

- Oh - Tae se sintió extraño, él había heredado de su padre una vieja camioneta así que estar en un carro tan lujoso era algo novedoso.

- Podría ir por ti el lunes para ir a la escuela.

- ¡Oh! no puedo, tengo que llevar  a Jimin, pero gracias por ofrecerte. - Lo rechazó amablemente.

- La oferta va a seguir en pie, por si alguna vez estas contrariado.

Tae lo miró serio, no quería darle entrada tan fácilmente tenía que dar pasos seguros, aunque él había estado rogándole durante mucho tiempo había algo que aún no le daba completamente confianza. Él parecía demasiado amable para ser sincero.

¡O a la mejor ya te volviste un paranoico Taehyung!

- No me mires así Tae.

- Deja de decir esas cosas, solo cumpliré con la cita prometida.

- Lo sé, pero no me mires así que no me voy a detener y te besaré.

Tae lo miró sorprendido, pero este no, solo siguió manejando. Tae sentía muchos nervios, sus manos le temblaban levemente y miró por la ventana, esa parte de Seúl no la conocía y entonces cayó en la cuenta que no sabía donde irían. Lo observó y se encontró con su mirada que rápidamente regresó al camino.

-¿A donde vamos? - ahora en verdad estaba confundido, se suponía que irían a la feria o algo parecido, la zona donde estaban parecía de lugares lujosos.

- Tengo un cupón de descuento en un restaurante, iremos a comer.

- Oh - Tae miraba las hermosas terrazas de los locales, había amplias banquetas por donde la gente se reunía en mesas pequeñas de té.

- ¿Te gusta la comida italiana?

- ¿Italiana? Nunca la he comido - Lo miró, este estacionó el carro y corrió  a abrirle la puerta del carro y lo ayudó a salir, Tae ya se había olvidado que tenía que parecer enojado, pues vió la hermosa fachada del restaurante y quedó impresionado. En su mente contó los billetes que traía y se dio cuenta que nisiquiera le alcanzaría para el taxi para llegar hasta allí. Yoongi tomó su mano pero él se quedó allí de pie sin moverse admirando el esplendor del lugar.

- Yoongi, no creo que venga vestido para este sitio, nisiquiera traigo suficiente dinero para cooperar para la cuenta. - Lo miro disculpándose.

- El sitio está solo, hoy solo lo abrieron por que les dije que vendría contigo, vamos, no hay nada de que preocuparse, además con ese look te vez absolutamente arrebatador.

- ¿Conoces a los dueños?

- Si, anda Tae vamos,  está cita me la debías, así que no tienes escapatoria.

Tae lo miró con desconfianza, pero su mano aún no lo soltaba y lo veía con demasiada tranquilidad, una media sonrisa y unos ojos suplicantes, fue lo que Tae necesitó para dar el primer paso hacía la entrada del restaurante.

Entraron a la amplia estancia, su acompañante, traía un pantalón de mezclilla y una sudadera blanca, con tenis a Juego, tampoco llevaba ropa formal así que alzo la cabeza un poco menos amendretado por su look tan desenfadado y miró al mesero que les sugería una mesa. Pero Yoongi lo ignoró y lo guió hacia el fondo, abrió la compuerta de cristal y quedó impactado con lo que sus ojos estaban viendo.

I miss you Where stories live. Discover now